La Humildad
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La Humildad
La Humildad
Santiago 4:10
Humillaos delante del Señor, y Él os exaltará.
El mundo está lleno de gente orgullosa cierto? Hay muchos que hacen lo que quieren y piensen sin pensar en los demás. El orgullo o la soberbia puede destruir una persona. De hecho, yo creo que la soberbia es el raíz de muchos de los pecados.
Entonces, hermanos, lo que vemos en este versiculo acá es algo que cada Cristiano debe hacer cada día. Humillaos delante del Señor. Ser humilde, siempre pensar menos en nosotros mismos y más en el Señor y los demás.
Cuando tenemos la humildad, no pensamos tanto en nosotros mismos. No pensamos que somos mejores que los demas. No tenemos un espíritu de orgullo.
Hermanos, la humildad es tan importante en nuestras vidas. Si queremos servir a Dios eficazmente, como deberíamos, debemos ser humildes. Romanos 12:1-3 Este versiculo está hablando de nuestro servicio a Dios. Vamos a examinar esta verdad luego, pero en cuanto a servicio, debemos ser humilde.
Por tanto, os ruego hermanos por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional. Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Digo, pues, por la gracia que me ha sido dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí , que el que debe tener, sino que piense de sí con mesura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
Debemos evitar el alto concepto de nosotros mismos. Debemos siempre recordar quienes somos. Somos pecadores, y antes de la salvación, perdidos en nuestros pecados, sin esperanza.
Alguien que dice “Estoy lo mejor” “Mírame” Yo quiero la atención y el reconocimiento no está humilde. Y esta persona ha olvidado su pasado. Ha olvidado quien es. Hermanos, una persona con esa actitud no es humilde. Dios quiere que tengamos la humildad.
Entonces, si queremos saber lo que significa tener la humildad, solo tenemos que mirar en la vida de Jesucristo. Jesucristo es nuestro ejemplo perfecto de lo que significa tener la humildad Isaías 53:5-7
Mas Él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
A mi me encanta este capítulo, porque nos muestra el sacrificio de Cristo. Hermanos, Jesús es Dios, el tenía todo el poder, en la cruz el tenía la capacidad de destruir sus enemigos, pero en vez de la soberbia, él se humilló a sí mismo, sufrió en la cruz, y murió por nosotros. Cuando Jesús murió en la cruz, él demostró humildad. Filipenses 2:3-8
Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimándoos unos a otros como superiores a sí mismos, no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús; el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios; sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Cuando pensamos en lo que Jesús hizo en la cruz, vemos un ejemplo perfecto de humildad. Jesús no estaba pensando en sí mismo, sino que estaba pensando en nosotros, en la necesidad del mundo. El estaba pensando en nuestros pecados. El tenía tanto amor por nosotros, que estaba dispuesto a ir a la cruz. Él se humilló, y murió. Eso es la humildad.
Mateo 26:36-39 Ahora vemos otro ejemplo de la humildad de Jesús. Despues de esta historia, Jesús oró dos veces más exactamente lo mismo, que “si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Él demostró la humildad. Él demostró que la humildad no es lo que YO quiero, sino lo que Dios quiere. Muchas veces estamos orgullosos y no estamos dispuestos de hacer nada, menos lo que nosotros queremos y deseamos.
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Entonces, hermanos, la humildad es algo que cada Cristiano debe mostrar y tener en su vida. Y si nosotros somos como Cristo, viviendo nuestra vida con humildad, vamos a ver que la humildad produce unas buenas cosas en nuestra vida.
La humildad produce el éxito - Proverbios 2:4
Si como a la plata la buscares, y la procurares como a tesoros escondidos;
El libro de sabiduría nos dice acá que por la humildad y el temor de Jehová, nosotros tendremos las riquezas, honra, y vida. O en otras palabras, el éxito.
Hay muchos en este mundo que quieren el éxito, que quieren riquezas, que quieren la honra, y por eso, ellos se levantan sobre los demas, y son orgullosos, y hacen lo que deben para tener el éxito.
Es increible a mi los límites de ellos que quieren el éxito en este mundo. Estan listos para hacer cualquier cosa. Están listos para menospreciar a los demás y levantarse sin pensar en los demas.
Pero hermanos, la Biblia nos dice que el éxito no viene de ser orgulloso y por nuestros propios esfuerzos, sino de la humildad y temor de Dios. Ahora, aunque Dios puede bendecir nos con las riquezas físicas, como la plata y las posesiones, y tambien puede bendecirnos con el honor de hombre, no creo que solo esté hablando físicamente.
Las riquezas puede significar las bendiciones de Dios. Gozo, paz, gracia, misericordia. La verdad es que me gustaría más estas cosas que las riquezas físicas. La honra puede ser la honra de Dios. Me gustaría más la honra que viene de Dios que la honra que viene de hombre.
Hermanos, la humildad produce en nosotros el éxito. Cuando nos mostramos humildes delante de Dios y hombre, tendremos el éxito.
La humildad produce el servicio. - Filipenses 2:3-5
Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimándoos unos a otros como superiores a sí mismos, no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús;
Como vimos antes en este pasaje, el mejor ejemplo de humildad es Jesús, pero Pablo muestra que Jesús es un ejemplo de como la humildad produce el servicio. Cuando nosotros nos humillamos, tendremos la capacidad de servir como Jesús.
No servimos para recibir la gloria, sino para dar la gloria a Dios. Eso es el servicio con humildad. Yo quiero servir, pero cuando no tenemos la humildad, aunque servimos, muchas veces estamos haciendo todo con motivo egoísta y no servimos como Jesús.
Si queremos servir a Dios, debemos humillarnos. Debemos quitar el orgullo de nuestras vidas y estar listos para hacer cualquier cosa sin pensar en nosotros mismos. Entonces, no importa si estamos sirviendo a Dios o los demás, es necesario tener la humildad.
Cuando tenemos la humildad, vamos a servir. Nuestra vida como creyentes es una de servicio y sin humildad no podemos servir a Dios. Juan 13:12-17 Este pasaje es la historia de Jesús en el aposento alto justo antes de su crucifixión. Vemos que Jesús empieza a lavar los pies de los discípulos, y después de que Jesús termina, ¿qué dice?
Así que, después que les hubo lavado los pies, y que hubo tomado su túnica, se sentó otra vez, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, vuestro Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que también vosotros hagáis como yo os he hecho. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
Dice que él había mostrado como servir. Hermanos, el ejemplo de Jesús es que no importa el asunto, debemos estar listos para hacer cualquier cosa. Lavar los pies era uno de los trabajos más despreciados en ese tiempo. Pero todavía Jesús lo hizo.
Si queremos servir, debe tener la humildad. Jesús demostró como servir. Jesús se arrodilló a los pies de sus discípulos en servicio. Eso es servicio, es servicio con humildad.
Lucas 14:11 Muchas personas quieren tener una posición de poder, pero no quieren servir. Una persona de humildad no busca la atención. No busca una posición de poder. Muchas personas, no quieren hacer el aseo en la iglesia, pero sin pensar, están listos para estar en frente de todos.
Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Hermanos, el servicio con humildad es algo que Dios está buscando. Es una bendición cuando veo la gente acá haciendo lo que puedan para servir sin el reconocimiento.
Produce un espíritu de confianza en Dios.
Cuando estamos humildes hermanos, vamos a reconocer la realidad que no podemos hacer nada sin Dios. Al principio, parece que la humildad y la fe no están vinculados, pero es así.
La humildad produce la fe o una confianza completa en Dios. Vamos a ver dos ejemplos de la fe, pero lo más importante que vamos a ver es que la fe se produce por la humildad Mateo 8:5-10
Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi siervo está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi siervo sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo soldados bajo mi cargo; y digo a éste: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Y oyéndolo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Vemos un centurión que tenía mucho poder, El tenía el mando de cien soldados. Era un soldado con poder, con la capacidad de mandar de Jesús lo que quiera, pero en vez de venir a Cristo con orgullo, él se humilló a sí mismo y le pidió a Jesús que sanara a su siervo.
Entonces, Jesús quería ir y sanar a su siervo, pero el centurión con mucha humildad dijo "No soy digno, di la palabra, y mi siervo sanará” Sabe que? Dios lo hizo. El centurión con su fé en Jesús reconoció que él no era capaz de sanar a su siervo, pero Jesús sí. Vemos una fé tan grande producido de la humildad.
Mateo 15:21-28 En esta historia vemos algo similar, Vemos que esta mujer no tenía poder como el centurión, pero tenía la misma humildad como el centurión. Por esa humildad, ella tenía una confianza completa en Dios.
Y saliendo Jesús de allí, se fue a las costas de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí, mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Él no le respondió palabra. Y sus discípulos vinieron y le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Y Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y le adoró, diciendo: ¡Señor, socórreme! Mas Él respondió, y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor, mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Entonces, hermanos, por estas dos historias, como puede la humildad producir la confianza en Dios? Porque por la humildad vemos que no somos capaces. Vemos que necesitamos la ayuda de Dios, y por ver esa realidad, desarrollamos una fe en Dios.
Entonces, hermanos, naturalmente no queremos ser humildes. Nuestra carne quiere que seamos orgullosos, quiere que pensemos solamente en nosotros mismos, pero si queremos el éxito, si queremos servir y seguir a Dios, y si queremos tener una confianza complete en Dios, debemos ser humildes. Es una característica muy importante hermanos.