La voluntad de Dios sobre nosotros

Jonás 1:1-3

Jonás 1:1–3 (NTV)

El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto qué perversa es su gente». Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor. Descendió al puerto de Jope donde encontró un barco que partía para Tarsis. Compró un boleto, subió a bordo y se embarcó rumbo a Tarsis con la esperanza de escapar del Señor.

La introducción de esta carta nos lleva a ver el principio de la historia de Jonás, la cual no empieza en su infancia y tampoco responde a las preguntas ¿Cómo conoció Jonás a Dios? y/o ¿Por qué Dios escogió a Jonás? Este libro profético empieza afirmando que Dios le dio un mensaje a Jonás. Sin embargo, el hecho de mencionar quien era el padre biológico de Jonás implica que venía de una familia acomodada en la sociedad hebrea o por lo menos puede decirnos que su familia era reconocida por algún especto o acontecimiento en específico.

Por otra parte, cuando nos enfocamos en el mensaje de Dios para con Jonás creemos que el enfásis está puesto sobre la destrucción de Ninive, pero el énfasis radica en el mensaje de Dios para con Jonás a quien le dice:

Levantate

Ve

Pronuncia

Es interesante el tema porque podemos observar que Jonás se levanto pero no fue en la dirección correcta. El texto dice que Jonás se levanto y se fue en dirección contraria a lo que Dios le había ordenado. Lo cual nos lleva a responder a la pregunta:

¿Por qué Jonás no quiso obedecer a Dios?

Es aquí donde nos es permitido voltear a ver las carácteristicas de la comunidad de Ninive. Pues sabemos por la lectura del libro completo podemos entender que la excusa que dio Jonás era que Ninive era una ciudad perversa y él los consideraba sus enémigos. Pero la respuesta de Dios ante la inconformidad de Jonás fue la de llevar a Jonás aun bajo recistensia a cumplir con el mandato de ir a Ninive. Pero, en el Nuevo Testamento también podemos encontrar una respuesta de Dios a ese tipo de circunstancias cuando dice a través de Lucas 6:32-35 “»Si sólo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos! Y si sólo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso! Y si prestan dinero solamente a quienes pueden devolverlo, ¿qué mérito tienen? Hasta los pecadores prestan a otros pecadores a cambio de un reembolso completo. »¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo, pues él es bondadoso con los que son desagradecidos y perversos.”

En esta parte del pasaje podemos ver que el llamado de Dios a Jonas no tenía que ver con sus deseos personales; más bien el llamado de Dios tenía que ver con el carácter divino. Su misericordía se muestra aun en medio de la desobediencia de Jonás. El pasaje nos muestra que Jonas se:

Levanto

Huyó

Cayó

La desobediencia comienza cuando sabemos lo que tenemos que hacer y no lo hacemos.

Jonás 1:4-6

Jonás 1:4–6 NTV

Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento sobre el mar el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con despedazar el barco. Temiendo por sus vidas, los desesperados marineros pedían ayuda a sus dioses y lanzaban la carga por la borda para aligerar el barco. Todo esto sucedía mientras Jonás dormía profundamente en la bodega del barco, así que el capitán bajó a buscarlo. «¿Cómo puedes dormir en medio de esta situación? —le gritó—. ¡Levántate y ora a tu dios! Quizá nos preste atención y nos perdone la vida».

El caos que ocasionamos a nuestro rededor con la desobediencia nos invita a regresar a nuestra relación con Dios