Lección 12 CONFESAR
CELEBREMOS LA RECUPERACIÓN • Sermon • Submitted • Presented
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Principio 4: Una apertura para un examen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en quien confío.
Principio 4: Una apertura para un examen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en quien confío.
Mateo 5:8 “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Ezequiel 11:19-20 “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.”
Paso 5: Admitimos ante Dios, a nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros pecados.
Paso 5: Admitimos ante Dios, a nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros pecados.
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”
Salmos 32:3-5 “Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.
A continuación, permítame mostrarle dos ejemplos de confesión que encontramos en la Biblia:
A continuación, permítame mostrarle dos ejemplos de confesión que encontramos en la Biblia:
1. Mal ejemplo de confesión.
1. Mal ejemplo de confesión.
Después de entregar a Jesús a los líderes judíos, Judas se sintió arrepentido y regresó a confesar que había hecho mal, vea lo que dice Mateo 27:3-5
Mateo 27:3–5 (RVR60)
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Aquí podemos ver como Judas se arrepintió de su decisión de traicionar a Jesús. Incluso devolvió el dinero y admitió la inocencia de Jesús. Pero la palabra aquí usada en el original para arrepentimiento es la palabra griega “Metamélomai” que significa sentir remordimiento, no es la misma palabra que se utiliza en pasajes como Marcos 1:15 “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.
En este pasaje la palabra que se usa para arrepentimiento es “Metanoéo”, que literalmente es arrepentirse. Pero el remordimiento en la historia de Judas no implica necesariamente un arrepentimiento como tal, es decir, no hay un cambio de dirección en su conducta. Y ya sabemos a que lo llevó dicho remordimiento. Fue y se ahorcó.
2. Buen ejemplo de confesión
2. Buen ejemplo de confesión
La naturaleza compasiva de Dios es el tema de otra de las historias de Jesús. Un hijo, valientemente, le pide a su padre la herencia (en vida) que él espera recibir luego de que su padre fallezca. Esta fue una petición profundamente ofensiva e hiriente, especialmente porque abandonó a la familia inmediatamente después de recibirla. Luego de despilfarrar todo lo que se le había dado, su situación desesperada le recordó acerca de las ventajas que tenía el estar en la casa de su padre. Él sabía que había perdido su herencia y su posición de hijo, por lo que decidió:
Lucas 15:18–19 (RVR60)
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
La confesión del hijo reveló que él entendía en lo que se había convertido. El reconoció su ofensa contra Dios y la ofensa contra su padre. Él sabía también que estaba pidiendo más de lo que se merecía.
Pero el padre, que había estado esperanzado de que su hijo regresara, le sorprendió diciendo:
Lucas 15:23–24 (RVR60)
“Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”.
Esta historia sirve como un ejemplo dramático de por qué podemos tener la confianza que:
Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
El hijo pródigo lo entendió y esto fue lo que lo llevó a confesar totalmente y a alejarse de su pecado. Pero Judas permitió que el orgullo y el miedo le impidieran hacerlo.
Cuando le pida perdón y restauración a Dios luego de haber tropezado, piense en estos dos ejemplos que contrastan entre si para que le ayuden a entender la actitud equivocada que usted necesita evitar, y la actitud correcta que usted debe adoptar.
Tal vez esta noche usted esté dudando un poco o tal vez mucho al pensar que tiene que compartir su inventario. Déjeme decirle que aquí nadie lo va a juzgar. Todos estamos aquí para apoyarlo y darle palabras de ánimo que lo puedan guiar en su recuperación. Entréguele su vida a Cristo y él se encargará del resto. Vea lo que dice Mateo 6:33
Mateo 6:33 (RVR60)
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Escucha esto: Esto es para los hijos de Dios. ¿Cuáles cosas? Esas que necesitas y por las que te preocupas y te afanas todos los días. El Señor sabe lo que sus hijos necesitan mejor de lo que creen y antes de que se lo pidan. Por eso es importante que rindas tu vida a Cristo, para que tú también puedas acceder a esto. Mira, lo que la palabra de Dios dice en Mateo, capítulo 7, que a todo aquel que pide, se le dará, que el que busca, encontrará, y que al que llama, se le abrirá. Y además, en Juan, capítulo 37, dice el Señor Jesucristo: Y al que a mi viene, no le echo fuera. Ven a Cristo Hoy.
Que Dios te bendiga, que Dios te guarde, que haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Amén.