El Titular del día

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EXTRA EXTRA!!
EL TITULAR DEL DÍA
Juan 7:53–8:11 NBLA
53 Y cada uno se fue a su casa. 1 Pero Jesús se fue al monte de los Olivos. 2 Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba. 3 Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, 4 dijeron* a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. 5 »Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. ¿Tú, pues, qué dices?» 6 Decían esto, poniendo a prueba a Jesús, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. 7 Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: «El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra». 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9 Al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, le dijo: «Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?». 11 «Ninguno, Señor», respondió ella. Entonces Jesús le dijo: «Yo tampoco te condeno. Vete; y desde ahora no peques más».
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Juan 7:53–8:2 NBLA
53 Y cada uno se fue a su casa. 1 Pero Jesús se fue al monte de los Olivos. 2 Al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba.

Jesús va del Monte de los Olivos al templo.

El trayecto de Jesús.
El Monte de los Olivos es un lugar muy importante y valioso para Jesús.
Es un lugar donde se aparta a hablar con el Padre
Es un lugar donde pasa momentos importantes que más adelante  en el libro de Juan vamos a descubrir.
Es un monte que está alejado pero se mantiene a una distancia bastante cercana de la ciudad y del templo. Mostrar imagen y se dice que está a unos 900 metros.
Jesús estaba en el templo enseñando a todo el pueblo.
Juan 8:3–6 NBLA
3 Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, 4 dijeron* a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. 5 »Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. ¿Tú, pues, qué dices?» 6 Decían esto, poniendo a prueba a Jesús, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra.

Los fariseos y los escribas aparecen en escena para provocar otra controversia.

Esta vez haciendo una de las cosas más atroces que han hecho hasta ahora.
En medio de la enseñanza de Jesús, en medio de toda la multitud, en medio de todas las personas que estaban escuchando las palabras de Jesús.
Ellos trajeron a una mujer y la colocaron en medio de todos los que estaban presentes para señalarla delante de todos que ella estaba cometiendo adulterio.
Los fariseos apuntan que la mujer había sido sorprendida en el mismo acto de adulterio.
Luego lo que nos dice el texto es que los fariseos traen a la mujer que comete adulterio y citan que la Ley de Moisés les ordena apedrear a este mujer.
Terminan diciendo Jesús ¿Qué dices tu al respecto?

1. Solo traen a la mujer y la capturaron en el mismo acto

¿qué pasó con el hombre?
¿cómo sabían que la mujer iba a estar haciendo esto?
Todo se ve como muy planeado de parte de los fariseos para poder exponer esto delante de Jesús.

2 Es un acto despiadado donde no hay misericordia de nada

3 ¿Qué dice la Ley de Moisés al respecto?

Deuteronomio 22:22 NBLA
22 »Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, los dos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer. Así quitarás el mal de Israel.

4 Ellos no están interesados en la Ley, ellos están interesados en tender un a trampa a Jesús.

Si Jesús dice que la apedreen
Si Jesús les dice que no la apedreen.

El corazón de los judíos

Están locos. Están buscando lo que sea para acusar a Jesús. No importa si eso significa maltratar a las personas, herir, lastimar y humillar a otras personas como lo están haciendo.
Están haciendo lo que sea para sostener su posición, sostener sus ídolos, sostener quienes son ellos. Hasta en contra de Dios actúan por sostener sus intereses. Están absolutamente cegados.

El momento que atraviesa la mujer

Usted está cometiendo un pecado, no solo cometiendo un pecado, está viviendo en pecado. Esto puede ser cualquiera de nosotros.
Todos los que estamos acá luchamos con el pecado, luchamos con nuestras pasiones humanas.
TODOS. Algunos dejan de luchar y se rinden y viven en el pecado y ya no hay ni culpa, ni remordimiento, ni mucho menos arrepentimiento de su pecado.
NO estoy hablando de adulterio. Muchos de los que estamos aquí mentimos y no nos genera nada mentir, ofendemos y no nos genera nada ofender, lastimamos y no nos genera nada lastimar, tratamos mal a nuestros familiares pagando mal con mal y no nos genera nada vivir así.
Tenemos nuestras familias y nuestra relaciones despedazadas por nuestro orgullo, por nuestro pecado y vivimos como si nada porque no reconocemos estos pecados.
Imagínese que hoy nos pongan un vídeo de su vida aquí frente a todos exponiendo todos sus pecados.
Exponiendo lo que usted hace cuando está solo, exponiendo como le habló a a su esposa, como trata a sus compañeros, como se comporta con sus amigos, los mensajes que lee, los mensajes que manda, los videos que ve en su celular, las fotos, todo eso lo exponemos aquí.
Imagínense que yo diga: Bueno vamos a ver un video de los pecados de FULANITO.
Esto es lo que está pasando con la mujer en este texto.
La vergüenza, la congoja, la culpa, las ganas de morirse ahí mismo. Imaginen eso. El dolor, Es una imagen desgarradora, Esta es la situación que vive la mujer.
Y además de esto, La Ley de Moisés aprueba que pague por su pecado con la vida misma.
Si Yo fuera la mujer, probablemente estaría deseando que ya tiren esas piedras lo más pronto para acabar con este momento y acabar con todo.
Juan 8:7–11 NBLA
7 Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: «El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra». 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. 9 Al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús, le dijo: «Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?». 11 «Ninguno, Señor», respondió ella. Entonces Jesús le dijo: «Yo tampoco te condeno. Vete; y desde ahora no peques más».

La Respuesta de Jesús

El silencio de Jesús

Jesús no les dio mucha pelota y dice que mientras hablaban Él se mantuvo escribiendo sobra la arena.
Qué estaría escribiendo es algo que nadie sabe y que muchos tienen muchas ideas y conjeturas pero la realidad es que no sabemos.

Después de tanto insistir Jesús responde

"El que de ustedes esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra"
Lanza el desafío para todos los que no han cometido ningún pecado
El resultado del desafío
Se fueron retirando uno por uno.
Dejaron solo a Jesús y a la mujer que habían llevado.
La respuesta de Jesús expone 2 cosas:

La hipocresía del ser humano

Nos creemos con la facultad de juzgar y condenar a otros sin ver nuestra vida y sin ver el pecado que hay en nosotros
Tenemos una capacidad altísima para condenar los pecados de los demás y no corregir los nuestros.
Estamos dispuestos a condenar a otros sin reconocer nuestras faltas.
A los pies de la cruz el piso está parejo
No hay uno solo justo.
Es fácil ver el pecado de mi esposa y no ver el mío.
Ejemplos de consejería.
Esto me ha ayudado en mi matrimonio.
Hoy no nos condenamos con piedras pero nos condenamos con distanciamiento con heridas y con piedras emocionales que duelen a veces más que las piedras que tiraban los fariseos.

Jesús acaba de rescatar a esta mujer.

Seguramente Jesús era un desconocido para ella, no sabía quien era, no sabía lo que podía hacer por ella y acaba de rescatarla de la muerte.
Acaba de evitar que sea asesinada públicamente y que sufra por su pecado.
Esta mujer ahora está frente al creador del universo y Jesús le dice dónde están los que te condenan?
Todos los que te han avergonzado, todos los que te humillaron, todos los que te querían matar, ya no están aquí.
No ha sido la mujer quien los convenció de que se fueran, no han sido palabras elocuentes de ella, no ha sido un acto de arrepentimiento, no ha sido un pago, tampoco ha sido una serie de obras que pagaran por sus pecados.

Lo único que la rescató de la paga de su pecado fue Jesús.

Lo que quiero decirte con esto es que esto es el evangelio:

La salvación vino a nuestras vidas por pura gracia y como un regalo inmerecido.

No quiero que piensen que Jesús se hace de la vista gorda de su pecado porque eso no es lo que está pasando.
Jesús le dice no peques más.
Jesús si ve su pecado
Jesús si reconoce el pecado de la mujer, no es que no lo ve o lo ignora.
Jesús lo menciona y Jesús no está diciendo que no es culpable de su pecado o que no está viviendo en pecado.

Jesús está dándole libertad de la paga de su pecado.

Esto es el evangelio. Esta es la buena noticia de Cristo.
Que la paga de mi pecado no me ha tocado a mi.
Que la paga de mi pecado aunque es gratuita para mi. No significa que es gratuita, alguien pagó por mi pecado alguien pago las consecuencias de mi pecado.
Jesús pagó y me liberó de la condenación.

Jesús me rescató.

Jesús aquí no condena a la mujer, pero tampoco condena a todos los fariseos que se reconocieron a si mismos como pecadores y que no pudieron culminar lo que planeaban.
Jesús pudo decir, ustedes también son pecadores, pónganse ahí que voy a empezar con las piedras.
No, Jesús muestra misericordia y gracia con todos los pecadores que reconocen que son pecadores.
Hoy hay perdón para mis pecados por Jesucristo.
Quiero dejar algo claro: Si mostraran un video de mis pecados aquí delante de todos, yo sería culpable de ellos y merezco la condenación. Merezco que se aplique ley y merezco pagar por los pecados y la paga del pecado es la muerte sin chance de nada.
La ley de Dios existe para darme luz de quien soy yo, que soy pecador, que no merezco nada y que el castigo que debería caer sobre mi, es justo.
Pero la Gracia de Dios a través del rescate de Jesucristo en la cruz me rescata de la condenación y me da la oportunidad de caminar libre de condenación y de luchar contra el pecado sabiendo que he sido rescatado y que tengo una esperanza de salvación.
Que no hay verguenza, no hay culpa, no hay piedras porque Jesús en la cruz murió como la paga de mi pecado pero resucitó y  ahora tiene vida eterna para mi.
El titular del día sería:
Extra extra, la mujer fue rescatada a pesar de su pecado.
Extra extra yo he sido rescatado a pesar de mi pecado.
¡Ese titular merece que celebremos!
Celebremos la Santa Cena!!! Con gozo por el rescate que hemos recibido en Cristo.
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