Consejo y Oración para hoy

23 de junio

2 Pedro 1:4 RVR60

por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

El motor que mueve nuestra vida espiritual es sustentado por el contenido de las palabras que Dios ha dado para permitirnos vivir como verdaderos hijos suyos que participan de todos los bienes que les dan la capacidad de ser diferentes en un mundo lleno de corrupción.

Estas promesas debemos valorarlas por su origen, nos han sido dadas, son un regalo de Dios como resultado de haber sido llamados a participar de la gracia de Dios. Por su origen entonces son promesas divinas, son promesas respaldadas por el poder de Dios, basadas en el conocimiento que él tiene de las cosas y su origen también revela su calidad y eficacia.

Estas promesas deben ser valoradas por su contenido, son preciosas y grandiosas promesas. No están limitadas en cuanto a valor, dignidad o calidad, ni en cuanto a cantidad, tamaño y alcance.

Y estas promesas deben ser valoradas en cuanto a su propósito, el deseo de Dios es que por medio de sus promesas lleguemos a disfrutar de ser conformados conforme a su imagen y semejanza lejos de de una vida que participa de la corrupción del mundo que es movida por sus pasiones.

Hay una preciosa y grandiosa promesa de Dios para mi vida por la cual hoy puedo vivir una vida moldeada conforme al propósito de Dios.

Dios me invita a escudriñar cada una de las promesas que el me ha otorgado para vivir una vida por encima de mis propios deseos y pasiones.

Dios dejó sus promesas para marcarme el camino que me acerca a él, que me permite conocerle y disfrutar de él. Y dejó sus promesas para alejarme de todo aquello que ha destruido su imagen en mi.

Voy a meditar en sus promesas cada día como garantía que estoy dejando una forma de vivir que solo obedece a un mundo corrompido.

Oremos,

Padre se que ahora puedo vivir una vida diferente porque he recibido en Jesucristo el poder de vivir por sus maravillosas promesas libre del pecado.

Gracias por tus grandes promesas para cada área de mi vida donde lucho para vencer los hábitos y vicios de un mundo corrupto.

Oro para convertirme en un descubridor de esas maravillosas promesas por las cuales puedo participar de la gloria y excelencia de un Dios maravilloso.

Oro por los que hoy necesitan el cumplimiento de una promesa de Dios en sus vidas que transforme su situación dolorosa, en un motivo para alabar a Dios.

En el nombre de Jesús, amén.

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