De la manera que hemos recibido

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él; arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Colosenses 2:6–7.

Introducción

Al inicio de este capítulo, el apóstol Pablo declara a la iglesia de Colosa, las tribulaciones que enfrentó para poder llevarles el evangelio, y las luchas que continúa enfrentando para que ellos permanezcan cimentados en la fe, hasta que logren alcanzar la madurez y sabiduría de Dios.

Así mismo nosotros, debemos reconocer el trabajo de los siervos de Dios que nos antecedieron, quienes sufrieron penalidades para traer el evangelio a nuestra tierra, pues al igual que el apóstol Pablo, ellos también pagaron un alto precio.

¿Qué nos corresponde ahora a nosotros hacer?

Andando en Cristo

Al honrar a estos siervos de Dios, de ninguna manera estamos minimizando la obra y el sacrificio de Cristo, pues es a Él a quien ellos vinieron predicando. Antes bien, valoramos primeramente con gratitud el sacrificio de Cristo, y vemos como un ejemplo el trabajo de estos siervos.

Nosotros ahora no debemos sufrir la condenación de la muerte porque Cristo ya pagó nuestro rescate, tampoco sufriremos las penas de los hermanos que abrieron brecha antes que nosotros, porque ellos ya lo hicieron.

Solo nos resta vivir en sumisión y obediencia a Cristo y su Palabra.

Confirmados en la fe

Hemos sido confirmados en la fe, manifestada en los frutos que producimos: “Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. Lucas 6:44”.

La fe del cristiano genuino es fácilmente identificada en su vocabulario y en su actuar.

La Palabra que fue implantada en nosotros es una semilla que ahora da frutos de justicia, en obediencia y temor de Dios.

El cristiano genuino que ha sido confirmado en la fe, no camina más en pecado, pues ama a Dios y a su prójimo, por lo tanto su fruto es de justicia.

Como habéis sido enseñados

Es muy importante mantenerse firme en la enseñanza bíblica que hemos recibido, y tener cuidado en abrir el oído a falsas enseñanzas.

Hoy en día los medios de comunicación están saturados de prédicas que aparentan enseñar la verdad, pero enseñan mentira: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. 1 Timoteo 4:1”.

Manténgase fiel a su iglesia y a la enseñanza bíblica para no ser engañado por estos falsos maestros.

Conclusión

De la manera que hemos recibido el don de Dios a través de sus siervos, que lo dejaron todo para traernos el mensaje de salvación, ahora nosotros, con menos obstáculos podemos continuar la labor evangelística de la iglesia.

Así como hemos recibido de gracia, demos de gracia: “…de gracia recibisteis, dad de gracia. Mateo 10:8”.

Dispongamos nuestro corazón para hacer la obra de Dios, así como hemos sido enseñados.

Invite amigos a Casa de Pan este sábado, sea parte del grupo de redimidos por la sangre de Cristo, que con amor realiza su obra.