Una mente superdotada

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INTRODUCCIÓN

Saludos
JUSTICIA PARA TODOS: En la historia de Inglaterra hay un incidente que ilustra el ideal de la justicia imparcial. Un siervo del Príncipe de Gales cometió un delito, y a pesar de la influencia del príncipe el siervo fue sentenciado. Enojado, el príncipe entró en el tribunal y demandó al magistrado que librara al prisionero. El magistrado en jefe, Gascoigne, aconsejó que el príncipe llevara su petición a su padre, el Rey Enrique IV, quien quizás perdonaría al prisionero. El joven príncipe, furioso porque el magistrado no le obedecía trató de quitarle el prisionero al alcaide y llevárselo. El magistrado en ese momento se puso en pie y con voz severa demandó que el príncipe obedeciera la ley y que pusiera mejor ejemplo a sus súbditos. Luego sentenció al príncipe por contumacia. El joven príncipe reconoció la afrenta que había cometido contra la corte y sumiso fue a la prisión. Cuando las noticias llegaron al Rey Enrique IV, éste exclamó: “Bienaventurado el rey que tiene a un magistrado poseído del valor para administrar imparcialmente las leyes; y aun más feliz es el rey cuyo hijo se somete a su justo castigo por haberlas ofendido.”
Objetivos
Permitir que Dios pueda entrar en nuestras vidas y tomar el control de nuestro ser por completo.
Desear tener la mente de Dios en cada uno de nosotros.
Otorgar a otros el mismo perdón que ya yo he recibido.
EL PERDÓN Y LA SALUD MENTAL
Preguntas de discusión: ¿Que merece un pedófilo a diferencia de un adultero? ¿Que merece un violador a diferencia de un bochinchoso? ¿Hay diferencia en los pecados? ¿Crees que una persona pueda perderse por guardar rencor? ¿Hay perdón para estos tipos de pecados delante de Dios?.
¿Qué es el perdón? El perdón implica dejar de lado voluntariamente los sentimientos de rencor hacia alguien que nos ha hecho daño, ha sido injusto, hiriente, o nos ha perjudicado de alguna forma. 
Pero el hecho de perdonar no implica solamente aceptar lo sucedido, dejar de estar enojado y poner fin o ignorar la situación. 
El perdón, implica una transformación voluntaria de sentimientos y actitudes, eliminando el rencor para dar paso a la compasión hacia la persona que nos hizo daño.
Independientemente de la magnitud del daño sufrido, aprender a perdonar a quienes nos lastimaron mejora significativamente el bienestar psicológico y la salud física.
El Dr. Bob Enright, pionero en el estudio del perdón desde hace tres décadas comenta:
El verdadero perdón va un paso más allá, ofreciendo algo positivo (empatía, compasión, comprensión) hacia la persona que te lastimó. Ese elemento hace que el perdón sea tanto una virtud como una construcción poderosa en la psicología positiva.
Una creencia errónea es que perdonar significa dejar libre de responsabilidad a la persona que nos lastimó o que es un signo de debilidad.
Pero el perdón no está peleado con la justicia y tampoco requiere reconciliación.
Por ejemplo, una ex víctima de abuso no debe reconciliarse con su agresor sobre todo si aun representa un peligro.
Pero aún puede perdonar, desarrollar empatía y comprensión.
Si la persona decide perdonar o no perdonar, eso no afectará o impedirá en todo caso que se haga justicia.
3. Las investigaciones han demostrado que el perdón está relacionado con la salud mental en problemas como la ansiedad, la depresión y los principales trastornos psiquiátricos.
Perdonar entonces nos permite dejar de lado los factores estresantes crónicos que causan problemas de salud física y mental.
También, al transformar la ira, los músculos se relajan, disminuye la ansiedad, tenemos más energía, entonces el sistema inmunológico puede fortalecerse.
El perdón, también puede ayudar a reconstruir la autoestima, cuando enfrentamos el dolor de lo sucedido y ofrecemos bondad a la persona que nos lastimó,
De esta forma cambia la visión que tenemos de nosotros mismos.
Como con cualquier rasgo humano, algunas personas son naturalmente más comprensivas que otras.
Con práctica, casi cualquier persona puede aprender a ser más comprensiva, trabajar en ello, nos quita el estrés y, eso nos ayuda a sentirnos mejor.
4. Odiar es perjudicial para la salud: A nivel físico, el odio genera un estado de excitación que puede producir tensión muscular, malestar gastrointestinal, hipertensión y sentimientos de sobrecarga. A una persona puede caerle mal alguien, entre otras razones, por el tipo de conductas que adopta, por su forma de pensar o por sus valores en la vida. Esta actitud negativa, que se genera a un nivel cognitivo, lleva a una conducta de alejamiento o de evitación de esa persona, pero no entraña habitualmente una emoción brusca contra ella y mucho menos el desarrollo de un deseo de venganza.
Odiar, sin embargo, supone mostrar o, al menos, sentir una profunda animadversión contra alguien, a quien se atribuye alguna humillación u ofensa, y desearle algún tipo de mal. El odio no necesariamente se encamina a acciones directas de maldad, como agresiones o insultos, porque la persona puede conservar el sentido de la realidad (el temor a sanciones o reproches) o contar con inhibiciones morales que le impidan transformar un sentimiento de antipatía visceral en una conducta de destrucción de la persona odiada. Más frecuentemente, el rencor se manifiesta en forma de calumnias o, de un modo más sutil, en forma de difamaciones malévolas y constantes. El rencor se manifiesta en forma de pensamientos de desprecio, de sentimientos de ira intensa y mantenida en el tiempo y de conductas de alejamiento o de enfrentamiento con el ofensor. Hay veces en que el odio se vive de una forma tosca e intensa, como una auténtica pasión, y otras de modo menos absorbente, como un resentimiento crónico que se perpetúa en el tiempo y que incluso se transmite generacionalmente. El odio, que puede llegar a ser algo obsesivo, suele venir acompañado de una descalificación moral e incluso de una deshumanización de la persona rechazada y, por ello, anula la compasión, que es inherente al ser humano. Desde el punto de vista de la salud, el odio es un sentimiento negativo que solo hace daño a quien lo siente y padece; a las personas odiadas no les llega nada de ese odio. Es algo así como beberse un veneno y esperar a que muera la otra persona. A nivel físico, se genera un estado de excitación que puede producir tensión muscular, malestar gastrointestinal, hipertensión y sentimientos de sobrecarga. Y, a nivel psíquico, el odio supone un reconocimiento doloroso de la impotencia o inferioridad ante la persona odiada. Vivir con rencor o con deseos de venganza es malo para la salud porque genera más odio y no le deja a la persona seguir adelante sin esa pesada carga, paralizando su proyecto de vida. Porque el rencor es como una vaca metida en un charco: cuanto más patalea, más se atasca.
LA MENTE DE CRISTO (JUAN 1:12)
Uno de los más grandes privilegios que podemos recibir nosotros como seres humanos es tener la mente de Dios en nosotros, porque cuando esto sucede grandes cosas acontecen en nuestras vidas. Dios cambia todo aquello que en algún momento sirvió al enemigo y a la carne ahora pasan nuestros sentidos a servir a Dios de forma completa. Recibimos nuevos pensamientos y nuevos sentimientos. Si en este momento cada uno de nosotros nos hacemos una evaluación ¿Cómo considera usted que está su corazón? ¿Acaso cree usted que tiene la mente de Cristo? o ¿Cree que hay aspectos en usted que aun demuestran que no tenemos la mente de Dios en nosotros? Porque de una forma automática, cuando tenemos la mente de Dios accionada en nosotros una de las formas de detectarlo a través de nuestras actitudes, principalmente en momentos de alta tensión emocional.
Dice el versículo de Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan aquí presenta como un error la creencia de que sencillamente porque Cristo murió por todos los hombres, todos serán salvos. También presenta como igualmente falsa la creencia de que Dios predestina a ciertos hombres para que sean salvos y a otros para que sean condenados. Enfáticamente, Juan declara que el factor decisivo radica en los hombres mismos. “A todos” los que le reciben y creen en él se les da el derecho de ser hijos. Cuando nosotros nos bautizamos suceden cosas maravillosas siempre y cuando usted y yo así lo permitamos, porque tristemente muchas ocasiones tristemente entra un diablo seco y sale un diablo mojado porque nuestras actitudes siguen siendo las mismas. Según este versículo dice que a “todos los que le recibieron les dio el derecho de ser sus hijos”, en el bautismo damos a conocer a otros nuestra convicción y quizá puede ser así durante algún tiempo, pero el bautismo por sí solo no obra milagros, el que obra milagros en nosotros es Dios cada uno de nuestros días siempre y cuando vayamos a él con entrega total.
Cuando Dios habita en nosotros recibimos nuevos pensamientos, nuevos sentimientos y nuevas motivaciones. Dice la escritora Elena White en la RH, 7 de julio 1904: “Se traza una nueva norma del carácter: la vida de Cristo”
Cuando recibimos la mente de Cristo ahora comenzamos a ser medidos no con aquellos que están en la misma ruta pecaminosa que yo, sino que ahora soy medido por la vida de Cristo, quiere decir que cuando llegamos a tener la mente de Cristo no busco justificar mis errores con los que me rodean, sino que me miro de ahora en adelante en el espejo de Cristo.
En la biblia se hace referencia a los “malvados”, la cual se aplica a las personas que dicen haber nacido de nuevo sin embargo, no muestras frutos de este nuevo nacimiento. En el NT este termino nunca es usado en referencia a los paganos, solo es usado para referirse a los creyentes profesos que no tienen realmente una conexión viva con Cristo.
1 Corintios 5:9-13
9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
Y Jesús hace uso de esta referencia de la siguiente manera en Lucas 11:39: Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
Describiendo a aquellos religiosos que se veían bien por fuera, pero por dentro eran corruptos. Jesús hace referencia de igual forma al destino de estos en Mateo 13:49, 50 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tal y como lo he mencionado en varias de mis intervenciones en las iglesias he dicho que la santificación es un proceso continuo que debe darse día con día y si este proceso es interrumpido inmediatamente iniciamos un retroceso en nuestras actitudes.
CARNAL O ESPIRITUAL
Ilustración
Ilustración Ruanda
Cuando nosotros nos entregamos por completo a Dios nuestras facultades no son cambiadas, sino que estas son santificadas.
LLAMADO
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