¡Éste es tu mejor tiempo!

¡Este es tu mejor tiempo!  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Todos hemos tenido sueños que no se han cumplido, todos hemos tenido esa sensación de que lo que había planeado ¡ya no sucederá! Quizá planeaste tu futuro, tu profesión, y algo se atravesó en el camino, que ahora todo tu futuro parece incierto, es más, no parece incierto ¡se ha truncado! Y ahora enfrentas esta etapa de tu vida, con entereza, pero con incertidumbre.
Te veías a los 40’s con tu familia, trabajo estable, una propiedad y aquí estás, sin familia, sin trabajo y debiendo 2 meses de renta. Quizá no es tan drástico, pero ahora ya no tienes sueños de la juventud, vives bien, pero ¡falta algo en tu vida!
¿Qué pasó? ¡algo falló! una mala decisión en el camino o las decisiones de alguien más te afectó de forma terrible.
Yde estos planes sin realizar, o realizados parcialmente.
, con la mayoría de estos planes sin realizar, o realizados parcialmente.
¿Qué pasó? ¡Algo falló! ¡Tomamos malas decisiones, o las decisiones de otras personas nos afectaron de manera terrible!
Y para alguno, quizá, hasta ya hemos pensado:
¡Nunca llegaré a donde quisiera estar!
¡Mi familia ni de chiste será una familia feliz!
¡Nunca me voy a casar!
¡Quién va a quererme con este pasado que tengo!
¡Por más que me esfuerce, este matrimonio ya fracasó!
¡Mis padres nuca se van a poner de acuerdo!
¿Por qué los sueños de los demás se están cumpliendo y los míos no?
¡Ya no quiero ir a más bodas! ¡Quiero ir a mi propia boda!
La Biblia nos habla de estos temas. Y está en la Biblia porque Dios sabe que los sueños no siempre se cumplen. No porque ÉL lo decida así, sencillamente porque somos humanos y fallamos muchas veces al tomar decisiones.
En el libro de Samuel, veremos una etapa de la vida de David, que como se estarán dando cuenta, es uno de mis personajes favoritos.
David se encuentra en un momento de su vida en que piensa que sus sueños no se van a cumplir. Y no solamente eso, sino que su vida misma está en grave peligro si no toma alguna decisión. En ese momento se olvida de sus principios, de sus valores y hasta de Dios.
1ª. Samuel 21
ANTECEDENTES: Cuando David todavía era adolescente, el profeta Samuel llega de visita a la casa de sus padres y frente a toda la familia, la mamá, los hermanos, las hermanas. El profeta lo unge y le dice que será el rey de Israel. Es como si ahora en estos días, llegará el secretario de Gobernación a nuestra casa y dijera, pues su hijo será el próximo presidente de la república. David, se encogió de hombros y regresó a seguir cuidando a sus ovejas. Y esa tarde estuvo pensando: Israel ya tiene rey, se llama Saúl. Y cuando el muera será su hijo Jonatán (que es casi de mi edad) será el nuevo rey; ¿Qué oportunidades tengo de ser rey? NINGUNA.
Pero, después de ese día, empiezan a suceder algunas cosas raras. Por alguna serie de eventos, David se encuentra trabajando en la casa del Rey. El rey tiene arranques de enojo y lo único que la calma es la música suave del arpa; y para sorpresa de David, él es un buen músico, así que lo llevan al palacio presidencial. Después de haber peleado en la guerra y derrotado a un gigante llamado Goliat con una piedra en la frente. David se vuelve en un héroe nacional.
David empieza a recordar que hace algunos años, un anciano le dijo que él sería rey. Y ahora se encuentra en el palacio, el rey le tiene cariño, es más le da una hija para que sea su esposa, ahora es yerno del rey. Y empieza a ver que la idea de ser rey no es tan descabellada. Yo no quería ser rey, pero si TÚ lo dijiste, pues seguramente así será. Además después de derrotar a Goliat, era evidente que la mano de Dios estaba con él.
Porque no era que David andaba cuidando sus ovejas y si alguien le preguntaba: ¿Qué vas a ser de grande? Y el contestará: Umm, no sé, creo que rey; creo que presidente.
David piensa, quizá cuando el rey Saúl muera, y como Jonatán es mi gran amigo y le quieran dar el trono, pues él se va a negar y me va a decir que yo tome ese lugar.
¡Sí, finalmente todo empieza a encajar en su lugar! ¡Dios lo dijo y se va a cumplir!
Pero de repente se presentan cambios en el reino. De tal manera son los cambios, que un día, Saúl le avienta la lanza a David. Al que antes era el favorito, el que lo calmaba.
Y es que Saúl esta celoso de la popularidad de David. Y dice: Que se cree este pueblo que anda cantando por ahí: Saúl mató a miles y David a diez miles. ¡Eso no puede ser así!
Saúl platica con Jonatán y le dice: ¡Que no te das cuenta de que David ahora tiene mucha popularidad, es un héroe! Mientras el viva tu trono nunca estará seguro, pues él seguramente lo va a querer arrebatar, aprovechándose de la popularidad que tiene.
Jonatán platica con David y le dice: Mi papá quiere matarte y seguramente no va a descansar hasta que lo logre. Así que vete de la ciudad, vete del país. Eres ahora un fugitivo.
Así como así, en un solo momento cambia la vida de David. Y si antes soñaba que sería rey, ahora sueña solamente con seguir vivo. De repente empieza a tener dudas de si Dios está con él realmente, o de si se equivocó. Seguramente el profeta Samuel se equivocó. David piensa, pues yo no me ungí solito. Yo no quería ser rey, a mi me dijeron que yo sería rey, pero nunca lo anduve buscando. ¿Dónde está Dios?
David entra en pánico y las cosas se empiezan a poner de mal en peor. Le da la espalda a Dios y ahora será él, quien tome el control de su vida.
Es así como llegamos a 1ª. De Samuel 21: 1
Huye y se va a Nob, el lugar donde viven los sacerdotes.
La primera mentira de David, se da cuando el sacerdote le pregunta: ¿Vienes sólo? Porque pues es el yerno del rey, siempre anda con personas que le ayudan. ¿Y los guaruras?
V: 2.David miente. Ajimelec, se queda con la boca abierta. ¡O sea que andas de detective secreto! David sigue mintiendo: ¡Sí, es que están escondidos!
V. 3. Ahora tiene hambre. Aquí como que le entra la sospecha a Ajimelec. Y le dice: ¡Eres el capitán del ejército! ¡Ere el yerno del rey! ¡Eres héroe popular! Y no vienes con guaruras, no traes comida. Además no tengo comida y la que tengo es consagrada a Dios.
V. 4. Esos panes no lo podía comer nadie más, sino solamente los sacerdotes. Le pregunta a David que si está limpio. Y David sigue con la farsa.
V. 5. Sigue mintiendo. ¡ESTA SÓLO!, pero él dice que viene acompañado. Y asegura que sus guerreros al igual que él están puros. Así que Ajimelec, le da los panes como alimento.
AQUÍ VEMOS LA PRIMERA OPORTUNIDAD QUE TUVO DAVID. AL VER QUE ESTABA A PUNTO DE COMER ALGO QUE SABÍA QUE NO PODÍA, ERA PARA QUE SE HUBIERA ARREPENTIDO; ERA PARA HABERSE ACORDADO DE LA LEY DE DIOS.
V. 7. Vemos a Doeg un edomita, que está también en la casa del sacerdote, y éste ve a David, platicando con el sacerdote.
V. 8. ¿Tendrás de casualidad un arma?
El sacerdote se extraña una vez más, de que venga solo, sin comida, sin guardaespaldas, y ahora hasta sin arma. Esta algo mal. Le dice que no tiene armas tampoco, pero que está guardada la espada de Goliat, el que él había matado, hace varios años atrás.
David dice, claro que me acuerdo. ¡Tráela! Me la llevo.
El sacerdote sale de la sala, y un rato después regresa cargando la pesada espada, que era un símbolo del poder de Dios. Era un recordatorio de que Dios usó a un jovencito para matar a un gigante. Era un recordatorio de que las batallas se pueden pelear a la manera de los hombres o a la manera de Dios. Era un recordatorio de que cuando Dios está contigo, no tienes nada que temer. Era un recordatorio de que aunque el problema sea grande no tienes que correr, pues Dios está contigo.
Ese era el momento para que David, al ver la espada, se acordara de la mano poderosa de Dios y se arrepintiera por haber tomado él, el control de las cosas. Era el momento de preguntarse: ¿Por qué estoy corriendo? ¿Por qué quiero hacer lo que yo creo que se debe hacer? Yo recuerdo cuando camine ese valle de sombra de muerte y EL fue mi sostén. Recuerdo ese día cuando maté a Goliat, por la fidelidad de Dios. Si Dios fue fiel ese día, ¿Por qué ahora tengo tanto miedo? ¿Por qué estoy mintiendo?
TODOS TENEMOS RECORDATORIOS DE LA FIDELIDAD DE DIOS. ALMA Y YO LA SANIDAD DE GAEL. NUESTROS HIJOS, UNA SANIDAD, UN MILAGRO DE PROVISIÓN, RECUERDA LO QUE HIZO DIOS CUANDO ESTABAS EN LA TRAGEDIA. DAVID SE OLVIDA.
V. 9 Y 10. David empieza a fingir locura, porque lo querían matar. Vemos a David de un lado a otro, escapando, tratando de hacer las cosas a su manera. En lugar de confiar en Dios.
Pero nosotros no podemos juzgar a David. ¿Acaso Dios no pudo hacer algo para que todo saliera bien?
¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo? Cuando parece que los sueños no se vuelven realidad; cuando los días, los meses o los años pasan; y nuestra situación parece que está estancada. Cuando parece que ya no hay esperanza.
¿Qué haces, cuando llegan esas desilusiones? ¿Cómo reaccionas? SI me dejas, te voy a hacer la vida miserable; ¡me las vas a pagar! ¡Me lastimaste, ahora te aguantas!
Empiezas a buscar salidas, por tu propia cuenta.
Le das la espalda a Dios, porque piensas que ÉL ya te dejó, que te mintió, y las cosas no salieron como esperabas, en el tiempo que esperabas.
Y de la forma cómo has reaccionado; ¿QUE TAL TE HA FUNCIONADO?
¿Las cosas han mejorado? ¿Estás obteniendo los mejores resultados?
Fíjate lo que le pasó a David.
Saúl se entera de que David estuvo con Ajimelec. Doeg el edomita se lo dijo. Le conto que el sacerdote le dio alimento, y la espada de Goliat.
Saúl se enfrenta con el sacerdote y le pregunta: ¿Le diste de comer y armas a mi yerno David?, El sacerdote responde: Claro que sí, rey Saúl, en cuanto vino, lo recibí muy bien, le di de comer y la espada de Goliat. Y pensó: Seguramente me va a dar un reconocimiento.
Saúl dice: ¡Mátenlo! A él y a toda su familia. Sus soldados se niegan a matar a un sacerdote, pero el Edomita dice, a mi no me importa. Y ahí muere el sacerdote su esposa, sus hijos, sus hijas, tíos, tías, primos y demás parientes, además de que el pueblo de Nod es reducido a cenizas.
Un hijo de Ajimelec logra escapar, y va a reunirse con David. Y le reclama o le dice: ¿Por qué involucraste a mi padre en tu mentira? Ahora está muerto. También mi mamá, mis hermanos, ¡toda mi familia está muerta! Mis amigos, mi ciudad, ¡todo!
¿Cómo le fue a David? No muy bien que digamos.
En ese momento algo pasó en la vida de David que cambió. Por el resto de su vida llevó en la memoria que varias personas murieron, por su culpa; por la forma como él reaccionó. Por apresurarse. Por mentir.
Por pensar que cuando nosotros tomamos el control de nuestra vida, entonces las cosas nos van a salir bien.
David está sólo y llega a la conclusión: ¡No funcionó a mi manera!
Cuando parece que tus sueños, no se harán realidad; cuando crees que ya no hay nada más para ti. Ese NO es el momento para empezar a tomar el control; es el momento para dejar con muchas más fuerzas, que sean las manos de DIOS, quien tenga el control, tal como ÉL siempre lo ha tenido.
Cuando aparentemente tus sueños no se cumplen, y parece que las cosas se están saliendo de control, lo que en realidad está pasando, es que se hace evidente que tú no estás en control.
En la segunda parte de la vida de David; vemos un cambio significativo. En los siguientes capítulos, vemos que David consulta con Dios cualquier mínimo movimiento que quiere hacer.
Si le preguntamos a David: ¿David, es este el mismo Dios que te llamó desde el principio?
¿Es el mismo Dios que dijo que serías rey? ¿Es el mismo Dios que te hizo matar al gigante? David respondería: SÍ.
No importa que tan confundido podamos estar, sigamos confiando en Dios.
No importa que desesperado estemos: Sigamos confiando en Dios.
Es tiempo de caer de rodillas, y confiar en Dios. Evita la tentación de querer tomar el control.
Después de esto David aprendió a obedecer y supo que a su manera no iba a funcionar, tiene que ser a la manea de Dios.
Si estás luchando con un sueño que no se quiere hacer realidad; y crees que tu futuro se va a desmoronar. ¡NO ESTÁS SOLO o SOLA!
Cuando entres en pánico, no le des la espalda a Dios, agárrate más fuerte, porque Él es el que tiene los planes perfectos para ti.
¡Sueños rotos no quiere decir, vidas rotas! Es solo un recordatorio de que no tenemos el control, pero de que Dios sí lo tiene.
Proverbios 3:5-6
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