Consejo y oración para hoy

30 de junio

Job 29:2 RVR60

¡Quién me volviese como en los meses pasados, Como en los días en que Dios me guardaba,

¿Donde está Dios en tu vida? ¿Está en tu presente o solo en tu pasado?

Para muchos cristianos las palabras extrañar, añorar son las que mejor definen su relación con Dios, pues toda experiencia presente de relación con él ya no existe, Dios solo está en su pasado.

La seguridad de ser guiado, instruido, protegido, amado y corregido por Dios han sido sustituida por el temor, la indecisión, falta de conocimiento y un razonamiento equivocado acerca de la vida.

Puede ser que tengamos razones para hacer que Dios se ausente de nuestra vida por algún instante, pruebas muy difíciles como la de Job donde la enfermedad, la pobreza, el abandono de amigos; o tentaciones muy fuertes que nos incitan a levantar ídolos en nuestra vida, a negar que la vida que Dios nos da es la mejor.

Pero aunque estas cosas sean muy fuertes, no debemos permitir que nuestro deseo de estar cerca de Dios quede en el olvido de experiencias de nuestra juventud o niñez.

Si somos hijos de Dios que han dejando de percibir la luz que les guía debemos levantarnos de cualquier condición que revele que Dios está siendo solo parte de nuestro pasado: un padre que ya no está con nosotros, un amigo que se fue, un hermano que dejó la casa, una fuente de agua que cesó de fluir.

Mi presente, mi vivencia del día de hoy debe mostrar la experiencia que estoy viviendo con un Dios que es presente en mi vida, pues experimento su dirección, su poder, su amor, su fidelidad, su sabiduría, su gloria.

Aun en medio de la situación que vivo de tentación o prueba buscaré estar lo mas cerca posible de Dios, que nunca me abandona, nunca me olvida, nunca deja de recordar que soy su hijo, porque su deseo es que yo esté junto a él.

Oremos,

Padre ayúdame a vencer la negligencia, el temor o el orgullo que me hace sentir que no te necesito hoy tanto como te necesite ayer, cuando estaba solo y necesitado y fuiste mi ayuda y protección.

Gracias porque hay hechos en mi vida que marcan claramente tu presencia en mi vida haciendo lo que era imposible para mí.

Señor te pido que mi presente este marcado por una rica comunión contigo en oración, un deseo de compartir en tu casa con los que te adoran y la satisfacción de ser alimentado por tu Palabra.

Oro por los que te han dado la espalda, para los que tu Palabra, la adoración en comunión y la oración es algo del pasado.

Los que han pasado de vivir en dependencia tuya a los que ahora viven por si y para si. Que escuchen tu voz que les invita a volver a lugar donde pueden disfrutar de lo que nunca debieron dejar.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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