El Pastor por Excelencia
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Introducción
Introducción
Cuando pensamos en la persona de Jesús, normalmente lo asociamos con su trabajo como:
Salvador
Redentor
El sacrificio por nuestros pecados
Pero, en la Biblia nos damos cuenta que Jesús se identificó a sí mismo como:
»Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas.
Todos en Israel conocían el trabajo del pastor de ovejas.
Eran una sociedad agrícola y ganadera que sabían muy bien el trabajo de los pastores, pues los había en cada pueblo.
De hecho, el Salmo 23 se basa enteramente en la figura de Dios como nuestro pastor.
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
El Señor es mi pastor,
Nada me faltará.
En este Salmo, el rey David medita en la forma en que Dios, el Dios de Israel ha sido el pastor de Israel.
Por cierto, notemos que la RV60 y la NBLA se refieren a Jehová y al SEÑOR.
La razón es que cuando se hizo la traducción RV1602, se tomó el nombre de Dios y el traductor Casiodoro de Reina decidió agregar vocales a las letras YHWH.
En cambio, los traductores de la mayoría de traducciones contemporáneas siguen una tradición hebrea. Los hebreos no pronuncian el nombre de Dios, YHWH. Cuando ven el nombre de Dios, pronuncian la palabra Adonai que se traduce como SEÑOR.
David era un pastor de ovejas y conocía muy bien la responsabilidad que el pastor tiene por las ovejas a su cargo.
Cuando David medita en la idea de como Dios es el pastor de Israel - lo resume de esta manera: Si Dios es nuestro pastor, nada nos falta.
Entonces, la idea de Dios como pastor de Israel se enfoca en la forma en que Dios suple, provee, da lo que necesita su pueblo.
Este es el enfoque de Marcos en este pasaje.
Marcos introduce la historia de la alimentación de los cinco mil para mostrar que Jesús es el Jehová del Antiguo Testamento, para mostrar que Jesús es el pastor de Israel.
Por tanto, hoy vamos a meditar en lo que significa que Jesús es nuestro pastor.
El buen pastor provee descanso para sus siervos
El buen pastor siente compasión por la humanidad
El buen pastor provee el pan de hoy
El buen pastor provee a manos llenas
El buen pastor provee descanso para sus siervos
El buen pastor provee descanso para sus siervos
En Marcos 6:7-13 vimos como Jesús envió a sus discípulos a tomar autoridad sobre los espíritus inmundos.
Los discípulos han estado entrando a las aldeas predicando el mensaje de Jesús, sanando enfermos, y expulsando demonios.
Fueron comisionados por Jesús, y ahora es tiempo de regresar con Jesús.
Los discípulos regresan extremadamente agotados:
Los apóstoles se reunieron* con Jesús, y le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado.
Y Él les dijo*: «Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco». Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.
Notamos que al regresar con Jesús le cuentan lo que han experimentado.
Pero, entre tantos maravillosos testimonios Jesús observa que están cansados y necesitan descansar.
Marcos nos dice como la gente no dejaba de venir.
La gente estaba en gran necesidad y parece que el trabajo de los discípulos no terminaba.
Tanto era la necesidad de la gente que los discípulos estaban trabajando de sol a sol sin tiempo para comer, mucho menos para descansar.
Jesús ve a sus discípulos agotados y les ordena el siguiente paso:
Es hora de descansar. Es necesario apartarse de la multitud y recuperar sus fuerzas.
Este es un gran principio ya que algunos podrían creer que el descanso es una actividad carnal.
Somos seres humanos y necesitamos tiempos en los que nos desconectamos de las responsabilidades del día a día.
…y estas responsabilidades también incluyen el trabajo del ministerio.
La obra del ministerio, bien hecha, agota el cuerpo.
Es cierto, que tras muchos púlpitos existen hombres perezosos que han entrado al ministerio pastoral porque están huyendo del trabajo.
Ellos no se cansan ya que hacen muy poco trabajo, invierten muy poco esfuerzo - pero, el poco fruto de su labor los delata.
Pero, existen muchos que sirven en la obra de Dios - ya sea pastores, diaconos, instructores, músicos, etc…que deben ver en este pasaje una gracia de Dios - Jesús quiere que descansen y recuperen sus fuerzas.
El descanso traerá nuevas fuerzas, nuevas ideas, nueva vitalidad a su trabajo y será aún más eficiente en su desempeño en el servicio de Dios.
Así que aquí, el buen pastor Jesús provee una oportunidad de descanso para los que le sirven.
¿Cómo lo hace? Ordena a sus discípulos a entrar en la barca e ir al otro lado del mar para alejarse de la multitud.
Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado.
El buen pastor siente compasión por la humanidad
El buen pastor siente compasión por la humanidad
Pero, en cuanto se van Jesús y sus discípulos vemos que la gente pronto se da cuenta:
Pero la gente los vio salir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.
Esta escena está llena un gran sentido de humor.
En cuanto se da cuenta la multitud que se han Jesús y sus discípulos, ellos salen tras ellos, a pie y son los primeros en llegar a su destino.
De tal manera que cuando llegan Jesús y sus discípulos, ya están allí la multitud.
La multitud estaba al lado este del mar de Galilea.
Los discípulos iban a cruzar el mar en dirección al lado oeste.
El recorrido de los discípulos sería de 6 km de distancia, pero en barco.
El recorrido de la multitud sería de 12 km de distancia, pero a pie.
Esto quiere decir, que la multitud se dio prisa, iban corriendo, iban rápido con el afán de presentar sus necesidades y seguir escuchando el mensaje de Jesús.
Imaginemos pues que Jesús y los discípulos atraviesan el mar y por lo menos han podido descansar un poco mientras llegan a su destino. De pronto se acercan a la playa y reciben una gran sorpresa:
Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Desembarcan Jesús y sus discípulos, y Jesús observa la gran multitud que los ha seguido. En el versículo 44 nos damos cuenta que eran 5,000 hombres (sin contar mujeres y niños).
Era una gran multitud que habían llegado agotados, tal vez sudados, cansados, sedientos, y sobre todo hambrientos pues habían caminado 12 km para poder llegar donde estaba Jesús y sus discípulos.
La gente había hecho este gran esfuerzo por una multitud de razones:
Anhelaban escuchar el mensaje de Jesús - de como Dios había enviado a alguien que los podía reconciliar con Dios, que les podía dar paz para con Dios.
Anhelaban una sanidad, alivio de sus males, liberación de lo que los atormentaba.
Así que Jesús al mirarlo no puede más que sentir gran compasión por ellos.
Marcos nos dice en el versículo 39 que el lugar estaba cubierto de hierba verde.
Esta multitud parecían ovejas desorientadas, necesitadas, sedientas, hambrientas, y no había nadie que las pudiera pastorear, apacentar, llevarlos a aguas tranquilas.
Los escribas y fariseos no se preocupaban por la vida espiritual de la gente o por sus necesidades del alma y el cuerpo. Lo único que les interesaba era que la gente cumpliera los 613 leyes y reglamentos de ley de Moisés.
El rey Herodes solo se preocupaba por mantener su reino y hacía banquetes para satisfacer su glotonería y orgullo. No era un gobernante bueno que se preocupara por el bien del pobre y necesitado.
…pero, saliendo de la barca estaba aquel a quien Dios había enviado para ser pastor sobre las ovejas dispersas de Israel. Dentro de la barca estaba:
El pan de vida
La luz del mundo
El cordero de Dios
El camino, la verdad, y la vida
El buen pastor
…quiera Dios que seamos como esa gran multitud sedienta, hambrienta, de estar cerca de Jesús, escucharlo, aprender de él, y esperar de él para aliviar lo que nos aflige.
Así que en lugar de despedir a la multitud, Jesús se acerca a ellos para seguir ministrando a sus necesidad.
Jesús comienza a enseñar.
Notemos que es Jesús, y no los discípulos, quien está enseñando.
Se entiende que ellos siguen descansando mientras que Jesús cautiva a la gente mediante su mensaje de esperanza y verdad.
Así que llegamos a la conclusión que Dios, desde el principio, ha tenido compasión por la humanidad necesitada.
Dios no echa fuera a aquellos que se acercan a él en humildad y reconocen su necesidad de él.
Dios los recibe con brazos abiertos.
El buen pastor provee el pan de hoy
El buen pastor provee el pan de hoy
El día va avanzando:
Y cuando ya era muy tarde, Sus discípulos se acercaron a Él, diciendo: «El lugar está desierto y ya es muy tarde;
Jesús sabe que han caminado 12 km y ya es tarde.
Deben regresar a sus hogares antes que se ponga el sol.
Estaban en medio de la nada y no era un lugar apto para tanta gente que desde que salieron no habían comido.
Por tanto, los discípulos viendo la situación dicen:
despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer»
Es hora de que la gente se vaya y puedan ir a los campos y aldeas cercanas para comprar algo de comer.
Era una respuesta natural. No estaban equivocados.
Los discípulos no estaban preparados para la respuesta de Jesús:
«Denles ustedes de comer», les contestó Jesús. Y ellos le dijeron*: «¿Quieres que vayamos y compremos 200 denarios de pan y les demos de comer?».
Jesús les dijo*: «¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan y vean». Y cuando se cercioraron le dijeron*: «Cinco panes y dos peces».
Jesús había comisionado a sus discípulos para tomar autoridad sobre los espíritus inmundos.
Los había enviado a predicar el evangelio de esperanza.
Los había enviado a sanar enfermos.
Los había enviado a expulsar demonios.
…y ahora los comisiona a que sean ellos quien le den de comer a la multitud.
Ellos hacen sus cuentas y saben que necesitan por lo menos 200 denarios (un denario era el sueldo de un día de trabajo) para comprar suficiente pan para la multitud.
Aquí habían muchos problemas:
En primer lugar, sabemos de Marcos 6:8 que los discípulos comisionados no llevaban dinero. Así que tendrían que juntar el dinero de entre la multitud.
En segundo lugar, a estas horas de la tarde quien iban a tener:
Suficiente pan para dar de comer a cinco mil personas?
Suficiente transporte para traer pan para cinco mil personas?
Suficiente tiempo para colectar el dinero, ir a comprar el pan, traer y luego repartir el pan?
Pero, Jesús tiene todo bajo control.
Jesús está por hacer un gran milagro a pesar que no hay manera natural que puedan de comer a esta gran multitud hambrienta.
Solo hay cinco panes y dos peces…pero en manos del buen pastor - no se necesita nada más.
El milagro sucede en los versículos 39-41.
Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde.
Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta.
Entonces Él tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo; partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.
Se recuesta la gente en grupos de cien y cincuenta - en grupos ordenados para hacer más fácil la distribución.
Jesús da gracias por los alimentos y de pronto sucede el milagro:
Jesús comienza a partir el pan y lo daba a sus discípulos.
De la misma manera repartía los peces.
…pero, en cuanto debían haberse acabado los cinco panes y dos peces vemos que Jesús seguía dando panes y peces.
No había una gran canasta de donde iban sacando el pan y los peces.
Simplemente de la nada, Jesús hacía que siguieran apareciendo panes y peces.
Los discípulos estaban siendo testigos de un gran milagro en el cual Jesús estaba manifestando su poder como creador.
De la nada pudo crear pan que nunca fue trigo.
De la nada pudo crear peces que nunca estuvieron nadando en el mar.
Este milagro estaba señalando la divinidad de Jesús y declarando que él era el mismo creador que aparece en Genesis 1, que de la nada hizo los cielos y la tierra y todo lo que en él habita.
Así que en medio de este gran milagro vemos que el buen pastor no solo provee descanso, no solo provee para la necesidad espiritual del hombre, no solo tiene el poder para sanar sus cuerpos, sino que provee aun para las necesidades tan básicas, tan fundamentales - como es el pan de cada día.
Jesús, el buen pastor, se preocupa aun por los detalles más pequeños de nuestra vida.
Podemos confiar que él suplirá en lo grande y difícil, pero aun en lo pequeño y lo que parece insignificante.
El buen pastor provee a manos llenas
El buen pastor provee a manos llenas
Los últimos 2 versículos sirven para recalcar un principio acerca de la magnitud de la bendición de Dios:
Todos comieron y se saciaron.
Recogieron doce cestas llenas de los pedazos, y también de los peces.
Los que comieron los panes eran 5,000 hombres.
La gente comió hasta más no poder.
Los discípulos comieron por igual.
…y fue tan grande el milagro que fueron alimentados cinco mil hombres (sin contar hombres y mujeres), hasta que todos quedaron saciados.
…y sobraron doce cestas llenas de pan y peces.
Esto seguramente serviría para alimentar a los discípulos durante los próximos días.
¿Porque hizo esto Jesús?
Es posible que Jesús lo hizo para mostrar a sus discípulos que sus bendiciones son mucho más grande, mucho más generosas, mucho más maravillosas de lo que ellos pueden imaginar.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,
Este es el buen pastor a quien servimos.
Lo triste de todo esto, es que aun así, muchos en Israel pedirían que el buen pastor fuera crucificado y que dejaran libre a Barrabás.
Pero, Dios en su infinita misericordia ha abierto el corazón de muchos, y nos ha concedido fe y arrepentimiento para ver en Jesús al buen pastor:
Que da descanso para sus siervos
Que siente compasión de una multitud perdida
Que provee para nuestras necesidades más básicas
Que nos bendice mucho más allá de lo que podamos imaginar
…por tanto, vengamos confiados ante su presencia - él es nuestro pastor y nada nos faltará.