Abandonar el corazón en el Corazón de Dios
Peregrinos Roma • Sermon • Submitted • Presented
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Qué fácil es juzgar la vida desde nuestro punto de vista
Qué fácil es juzgar la vida desde nuestro punto de vista
Abraham esperó toda su vida para tener un hijo. Ahora, Dios le pide sacrificarlo. Qué dolor tan grande ofrecer tu único hijo, ofrecer lo que Dios te había prometido. Pensemos en Abraham de camino al monte Moria con su hijo. Seguro que había una pregunta en la mente de Abraham: ¿Por qué? ¿Por qué Señor me pides esto? Tenemos frente a nuestros ojos el corazón de un padre atribulado. Escuchemos la respuesta a Isaac cuando pregunta por el cordero par el sacrificio. Abraham responde: “Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío”. Qué hermosa respuesta. Un hombre que no quiere matar a su hijo y pone toda su confianza en Dios. Isaac es su hijo y lo ama porque es el don que Dios le ha dado. A pesar de todo, lo ofrece esperando que Dios tome la última palabra.
Por otra parte, en el Evangelio encontramos a los fariseos quienes juzgan a Jesús por decir: Ten confianza hijo, tus pecados te son perdonados. Para Jesús, el paralítico es su hijo. Le habla desde un corazón de padre. Para los fariseos, el paralítico no era un hijo sino alguien que merecía el castigo que había recibido. Recordemos que la enfermedad era signo del castigo de Dios. Jesús quiere darle paz y en cambio los fariseos solo piensan en sí mismos. Para ellos las palabras de Jesús son una blasfemia. Él buscará hablarles al corazón y les reprocha sus pensamientos. Jesús les demuestra su poder con la esperanza de que cambien su corazón.
¿Qué diferencia existe entre Abraham y los fariseos?
¿Qué diferencia existe entre Abraham y los fariseos?
Abraham nunca perdió la esperanza en Dios. Confío en su corazón de hijo ante su padre Dios. Se trata de un amor puro, sencillo y dócil. En los fariseos tenemos un corazón duro, frío e insensible al dolor humano. Dios nos pide confianza. Quizá en nuestras vidas también Dios nos está pidiendo algo. Quizá no lo comprendemos, quizá suena imposible. Sin embargo, si confiamos en Él, actuará su poder y su misericordia. Para Jesús no hay imposibles, para Jesús no hay oscuridad o pecado. Su luz y su amor todo lo pueden.
Jesús en ti confío
Jesús en ti confío
La devoción a la divina misericordia nos regaló una jaculatoria hermosa: “Jesús en ti confío”. Se trata de un camino de abandono donde nuestras fuerzas no son suficientes sino que es Dios quien transforma nuestra realidad. Ojalá, como Pedro aprendamos a abandonar nuestra vidas y como él arrojemos las redes, rememos más adentro y nos decidamos a amar con todo el corazón. Ojalá que podamos hacer nuestras estas palabras que han brotado de Su Corazón. Un corazón que solo quiere amar en abundancia y llamarnos hijos suyos. Que su corazón de padre, encuentre siempre hijos dóciles y confiados en Su Corazón. Amén.
Abandoning our heart in the Heart of God
How easy it is to judge life from our point of view.
How easy it is to judge life from our point of view.
Abraham waited all his life to have a son. Now, God asks him to sacrifice him. What a great pain to offer your only son, to offer what God had promised you. Let us think of Abraham on his way to Mount Moriah with his son. Surely there was a question in Abraham's mind: Why, Lord, why do you ask this of me? We have before our eyes the heart of a troubled father. Let us listen to the answer to Isaac when he asks for the sacrificial lamb. Abraham responds, "God will give us the lamb for the sacrifice, my son." What a beautiful answer. A man who does not want to kill his son and puts all his trust in God. Isaac is his son and he loves him because he is the gift God has given him. In spite of everything, he offers him hoping that God will have the last word.
On the other hand, in the Gospel we find the Pharisees who judge Jesus for saying: Have confidence son, your sins are forgiven. For Jesus, the paralytic is his son. He speaks to him from a father's heart. For the Pharisees, the paralytic was not a son but someone who deserved the punishment he had received. Let us remember that sickness was a sign of God's punishment. Jesus wants to give him peace, but the Pharisees think only of themselves. For them Jesus' words are blasphemy. He seeks to speak to their hearts and reproaches them for their thoughts. Jesus demonstrates his power to them in the hope that they will change their hearts.
What is the difference between Abraham and the Pharisees?
What is the difference between Abraham and the Pharisees?
Abraham never lost hope in God. He trusted his heart before God his father as a son. It is a pure, simple and docile love. In the Pharisees we have a hard heart, cold and insensitive to human pain. God asks us for trust. Maybe, in our lives God is also asking something of us. Maybe we do not understand it, maybe it sounds impossible. However, if we trust in Him, His power and mercy will act. For Jesus there are no impossibilities, for Jesus there is no darkness or sin. His light and love can do all things.
Jesus, I trust in you
Jesus, I trust in you
The devotion to the Divine Mercy has given us a beautiful prayer: "Jesus, I trust in you". It is a path of abandonment where our strength is not enough, but it is God who transforms our reality. Let God enter in our lives like with Peter who followed Christ, who let him enter in his heart, who let him love until death. This prayer has its source on God’s heart. A heart that only wants to love abundantly and call us His children. May His fatherly heart always find docile and trusting children in His Heart. Amen.