El Propósito de la Elección Soberana

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En última instancia, ¿Cuál es el propósito de la Elección del Padre? ¿Con qué fin ha escogido Dios a algunos de entre la humanidad caída para ser salvos y otorgarlos como propiedad para Cristo?

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La semana pasada vimos que Pablo presenta la gloriosa doctrina de la Elección del Padre como un poema lírico de adoración; también vimos que Pablo describe tres aspectos sobre la naturaleza (aspecto ontológico) de la Elección del Padre.
El apóstol Pablo ha dicho que:
La Elección del Padre es una Elección eterna (Pacto de Redención)
La Elección del Padre es una Elección incondicional (Procede del puro amor Divino)
La Elección del Padre es una Elección soberana (Según el puro afecto de su voluntad)
Estas cosas son cardinales para el cristianismo bíblico y reformado, como lo declara el artículo 7 de los Cánones de Dort (1618-19), la Elección es para la gloria de Dios no de los hombres:
Canones de Dort Artículo 7: [Elección]

Esta elección es un propósito inmutable de Dios por el cual El, antes de la fundación del mundo, (a) de entre todo el género humano caído por su propia culpa, de su primitivo estado de rectitud, en el pecado y la perdición, predestinó en Cristo para salvación, por pura gracia y según el beneplácito de Su voluntad, (b) a cierto número de personas, no siendo mejores o más dignas que las demás, sino hallándose en igual miseria que las otras, y puso a Cristo, también desde la eternidad, por Mediador y Cabeza de todos los predestinados, y por fundamento de la salvación. Y, a fin de que fueran hechos salvos por Cristo, Dios decidió también dárselos a él (c) , llamarlos (d) y atraerlos (e) poderosamente a Su comunión por medio de Su Palabra y Espíritu Santo, o lo que es lo mismo, dotarles de la verdadera fe en Cristo, justificarlos, santificarlos y, finalmente, guardándolos poderosamente en la comunión de Su Hijo, (f) glorificarlos (g) en prueba de Su misericordia y para alabanza de las riquezas de Su gracia soberana.

Como vemos, para los cristianos reformados, la naturaleza de la Elección es muy importante; pero también ha de serlo su propósito.
En última instancia, ¿Cuál es el propósito de la Elección del Padre? ¿Con qué fin ha escogido Dios a algunos de entre la humanidad caída para ser salvos y otorgarlos como propiedad para Cristo?
Con tres preposiciones de finalidad, el apóstol Pablo determina el objetivo de la Elección soberana e incondicional del Padre:

1.-Para hacernos santos y sin mancha delante de Él.

Efesios 1:4 RVR60
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
A.- ¿Sabía ud. que la salvación de los hombres siempre ha sido por obras?
El Pacto de Obras al que estaba sometido Adán ¿qué le demandaba a Adán? ¡Obras, obediencia absoluta a la Ley Divina!
Génesis 2:16–17 (RVR60)
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
¿Qué sucedió? Adán fracasó, pecó y rompió el Pacto de Obras perdiendo su recompensa y la nuestra: la vida eterna.
El Pacto de Obras al que se sometió el Hijo ¿qué le demandaba al Hijo? ¡Obras, obediencia absoluta a la Ley Divina!
Hebreos 10:7–10 RVR60
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
¿Qué sucedió? Cristo cumplió el Pacto de Obras, por sus obras ha ganado la recompensa que Adán perdió para sus escogidos: la vida eterna. (Eso es en sustancia, el Pacto de Gracia)
B.-La Elección soberana es producto del Pacto Eterno de redención y de las Obras del Hijo, no de los hombres o de la voluntad de los hombres, sino solamente de Dios.
Juan 1:12–13 (RVR60)
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
C.-La santidad de los suyos es entonces la consecuencia inmediata de la Elección, Dios dota de la santidad perfecta del Hijo a cada uno de sus escogidos y también los santifica con su Espíritu cada día hasta alcanzar la perfección.
Somos santos perfectamente en virtud de Cristo delante de Dios. (Santidad objetiva)
Efesios 4:24 RVR60
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Somos santos perfeccionándose progresivamente por el Espíritu Santo hasta alcanzar la santidad perfecta. (Santidad relativa o progresiva)
Filipenses 1:6 (RVR60)
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
"La santidad es la evidencia de la verdadera elección. Aquellos que han sido elegidos por Dios mostrarán un deseo creciente de vivir una vida en conformidad con Su voluntad y ser transformados a la imagen de Cristo". - R.C. Sproul

2.-Para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo.

Efesios 1:5 RVR60
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
A.-Es interesante decir que Pablo introduce un término cuya connotación es mas grecorromana que hebrea para describir el segundo propósito de la Elección.
La adopción no era una practica común entre los judíos ni los orientales; al parecer las costumbres hebreas y orientales no contemplaban la adopción de niños como un recurso para las parejas infértiles. En lugar de eso era más común la práctica de la ley del levirato e incluso la poligamia. (Aunque hubo excepciones en el AT como Ester (Est.2:7, 15), Eliezer siervo de Abraham (Gn.15:1-4) y Moisés (Ex.2:10).
La adopción era una práctica mas generalizada entre los grecorromanos del imperio que entre las demás culturas de al rededor.
B.-Pablo usa en cuatro ocasiones el término “adopción” para referirse a la “adopción redentora”:
Dice que los santos tienen el espíritu de adopción que los legitima como hijo de Dios.
Romanos 8:15 (RVR60)
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Dice que los santos claman por la adopción final de sus cuerpos.
Romanos 8:23 (RVR60)
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Dice que los santos son redimidos de la Ley para se adoptados como hijos de Dios.
Gálatas 4:5 (RVR60)
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Dice que los santos han sido predestinados para se adoptados como hijos de Dios.
Efesios 1:5 (RVR60)
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
C.-La adopción exige dedicación a la justicia.
Juan Calvino ha dicho:
"La adopción es el acto de gracia por el cual Dios, en Cristo, nos recibe como sus hijos y nos concede todos los privilegios de la familia de Dios." - John Calvin
Hemos de estar profundamente agradecidos con Dios y comprometidos con el Reino por causa de la Elección del Padre.
"La adopción es la más alta expresión de la gracia de Dios. Nos hace parte de su familia y nos concede una nueva identidad en Cristo." - R.C. Sproul

3.-Para alabanza de la gloria de su gracia.

Efesios 1:6 RVR60
para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
A.-La preciosa verdad que nos es dada por Pablo sobre la Elección incondicional y soberana del Padre ha de mover cada tejido de nuestra alma a una adoración y alabanza sincera de su preciosa y sublime Gracia.
Bobby Jamieson ha dicho:
La sana doctrina: Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios LA SANA DOCTRINA ES EL COMBUSTIBLE PARA LA ADORACIÓN

La sana doctrina es para la adoración lo que la madera es para un fuego. Si quieres una hoguera ardiente que dure toda la noche, apilas leños secos y compactos. Así también, la sana doctrina enciende nuestra adoración.

B.-La intención del Espíritu Santo al revelar esta hermosa verdad de la Elección ha sido que su pueblo redimido explote en adoración y alabanza.
El sustantivo griego usado por Pablo (Espainos) tiene el sentido de algo que es aprobado y produce felicidad. Kittel dice que espainos denota un bien supremo buscado entre los estoicos griegos y que trae libertad plena.
Dado que hemos experimentado la salvación de Dios por su Gracia y Elección, y no ha hecho aceptos en su Amado Hijo; debemos ser capaces de responder positivamente a Dios con alabanza y adoración, con una vida sincera, santa y recta que le de gloria a su Nombre.
Hebreos 13:15–16 (RVR60)
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
"La alabanza y adoración son una respuesta natural a la grandeza de Dios. Cuando contemplamos Su gloria y gracia, no podemos evitar postrarnos ante Él y ofrecerle nuestra adoración." - Thomas Brooks
"La verdadera adoración no se limita a los momentos de culto formal, sino que debe permear cada aspecto de nuestras vidas. Cada pensamiento, palabra y acción deben ser una ofrenda de alabanza a nuestro Dios." - Matthew Henry

Conclusión:

La doctrina de la Elección es preciosa para el corazón redimido, pero también es dura con nuestro orgullo y altivez.
De todas las doctrinas de la Biblia, ninguna le resulta tan ofensiva a la naturaleza humana como la doctrina de la soberanía de Dios. El ser humano puede tolerar que le digan que Dios es grande, y justo, y santo y puro. Pero que le digan que él “tendrá misericordia de quien tenga misericordia”—que él “no da cuenta de ninguna de sus razones”, que “no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”—éstas son verdades que el hombre natural no puede soportar. J. C. RYLE
Si creemos que nosotros provocamos en algun sentido la elección Divina y las consecuentes obras del Espíritu Santo, será mejor que recordemos que como dijo el apóstol:
No hay quien busque a Dios.
Romanos 3:10–12 RVR60
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Todos los hombres estamos tácitamente muertos en nuestros propios delitos y pecados.
Efesios 2:1 RVR60
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Y lo único meritorio que tenemos de Dios es el pago pactual de nuestra desobediencia, a saber, la muerte eterna y la destitución eterna de la presencia de Dios.
Romanos 3:23 RVR60
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Romanos 6:23 RVR60
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Solo Dios omnipotente puede llevarnos milagrosamente humillados a los pies del Hijo
Juan 6:44 RVR60
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
Y solo Dios puede provocar en nosotros el arrepentimiento y la fe en su Amado Hijo para recibir la vida y la redención que el Hijo compró con su propia sangre para todos los que son llamados eficazmente por el Padre.
Juan 6:37–40 RVR60
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Demos la Gloria a Dios por la preciosa obra que ha hecho en nosotros, cada día, en cada instante, en cada circunstancia; siempre recordemos somos suyos, no para nuestra propia gloria y alabanza, sino SOLO PARA LA GLORIA DE DIOS. (Soli Deo Gloria)
"Soli Deo Gloria nos recuerda que nuestra vida y nuestro ministerio no son sobre nosotros, sino sobre Dios. Él merece toda la gloria y debemos vivir en humildad y gratitud, reconociendo que todo lo que tenemos y somos es un regalo de Su gracia." - Sinclair Ferguson
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