Dios purifica nuestras vidas
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Dios purifica nuestras vidas
Dios purifica nuestras vidas
PURIFICAR
Quitar de una cosa lo malo lo extraño, lo inutil para dejarlo puro.
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
El evangelio es un mensaje que nos dice que hay alguien que puede quitar la culpa"
la obra de purificación por nuestros pecados está totalmente terminada.
La purificación que fue llevada a cabo fue hecha una vez y por todas.
24 Por eso dije que morirán en sus pecados; porque, a menos que crean que Yo Soy quien afirmo ser, morirán en sus pecados».
Esta afirmación de Jesús se produce dentro de un debate que tiene con los judíos. Él les está hablando acerca de su identidad divina y su relación con Dios.
Jesús les advierte que si no creen en él como el Mesías enviado por Dios, entonces morirán en sus pecados.
Jesús se presenta a sí mismo como el "Yo Soy", haciendo referencia al nombre que Dios reveló a Moisés en el Antiguo Testamento .
Con esto, Jesús está afirmando su naturaleza divina y su papel como el enviado de Dios para salvar a la humanidad.
14 —Yo Soy el que Soy. Dile esto al pueblo de Israel: “Yo Soy me ha enviado a ustedes”.
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Si no creen en Jesús y en su obra redentora, las personas permanecerán en un estado de pecado y separación de Dios, lo cual tiene consecuencias eternas.
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
La purificación divina es un concepto fundamental en la fe cristiana, que nos enseña cómo Dios nos limpia de nuestros pecados y nos restaura a una relación correcta con Él.
30 En ese día, se presentarán ofrendas de purificación por ustedes, y serán purificados de todos sus pecados en la presencia del Señor.
13 Bajo el sistema antiguo, la sangre de cabras y toros y las cenizas de una ternera podían limpiar el cuerpo de las personas que estaban ceremonialmente impuras.
14 Imagínense cuánto más la sangre de Cristo nos purificará la conciencia de acciones pecaminosas para que adoremos al Dios viviente. Pues por el poder del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio perfecto por nuestros pecados.
A través de su amor y gracia, Dios busca purificar nuestras vidas para que podamos vivir en santidad y comunión con Él.
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
1. La sangre de Jesús nos purifica
1. La sangre de Jesús nos purifica
"pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7
7 Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
Este versículo habla de la forma en que Dios nos purifica de todo pecado a través de la sangre de Jesucristo.
Aquellos que caminan en la luz, es decir, que viven una vida en obediencia a Dios, tienen comunión unos con otros.
La palabra "comunión" aquí implica tanto una relación íntima con Dios como una relación de unidad y amor con otros creyentes.
23 Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
La sangre de Jesús es el medio por el cual Dios nos purifica completamente de todo pecado.
Con su sacrificio en la cruz, Jesús derramó su sangre para que podamos ser limpiados y reconciliados con Dios.
Esta purificación es posible solo a través de nuestra fe en Cristo y su obra redentora.
10 Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: «Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra.
11 Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron. Y no amaron tanto la vida como para tenerle miedo a la muerte.
2. Dios nos purifica a través del arrepentimiento
2. Dios nos purifica a través del arrepentimiento
"Purifíquense, pues, de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios"
1 Queridos amigos, dado que tenemos estas promesas, limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios.
El arrepentimiento es un acto esencial para experimentar la purificación divina.
Dios nos invita a abandonar nuestros malos caminos y volvemos hacia Él con corazones contritos.
Al hacerlo, reconocemos nuestros pecados y buscamos su perdón y sanidad.
A través del arrepentimiento, Dios purifica nuestro ser, tanto física como espiritualmente.
Un ejemplo de arrepentimiento en la Biblia se encuentra en el libro de Jonás, capítulo 3.
En este relato, Dios envía a Jonás a predicar en la ciudad de Nínive, una ciudad inmensamente perversa. Jonás inicialmente se niega y huye en dirección opuesta, pero después de ser tragado por un gran pez y pasar tres días y tres noches en su vientre, se arrepiente y decide obedecer el mandato de Dios.
Jonás finalmente llega a Nínive y proclama un mensaje de juicio y advertencia, diciendo que la ciudad sería destruida en cuarenta días. Sin embargo, en lugar de ignorar su mensaje, los habitantes de Nínive, desde los más grandes hasta los más pequeños, creyeron en Dios y se arrepintieron de sus malos caminos. Ayunaron y se vistieron de cilicio, lo que era un símbolo de humildad y dolor por el pecado.
El rey de Nínive también se humilló, se quitó su vestimenta real y se cubrió de cilicio y ceniza. Ordenó un ayuno para toda la ciudad y proclamó un decreto en el que pedía a todos que se arrepintieran de sus malos caminos y dejaran de hacer violencia.
Cuando Dios vio su arrepentimiento genuino, se compadeció de ellos y no llevó a cabo la destrucción que había anunciado. La ciudad fue perdonada debido a la respuesta de arrepentimiento de sus habitantes.
Este episodio en el libro de Jonás sirve como un poderoso ejemplo de cómo el arrepentimiento genuino puede llevar al perdón y a la misericordia de Dios. Muestra que incluso aquellos que están inmersos en el pecado más profundo pueden encontrar la gracia de Dios si se vuelven sinceramente hacia Él y se arrepienten de sus caminos malvados.
7 Entonces el rey y sus nobles enviaron el siguiente decreto por toda la ciudad: «Nadie puede comer ni beber nada, ni siquiera los animales de las manadas o de los rebaños.
8 Tanto el pueblo como los animales tienen que vestirse de luto y toda persona debe orar intensamente a Dios, apartarse de sus malos caminos y abandonar toda su violencia.
9 ¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya».
10 Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había amenazado.
Nueva Traducción Viviente Capítulo 4
Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.
3. La palabra de Dios nos purifica
3. La palabra de Dios nos purifica
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
La Palabra de Dios es una herramienta poderosa de purificación en nuestras vidas.
A medida que estudiamos, meditamos y aplicamos los principios divinos en nuestras vidas, somos transformados y purificados.
La Biblia nos guía hacia una comprensión más profunda de la santidad y nos ayuda a discernir lo que es agradable a Dios.
A través de su Palabra, Dios purifica nuestros pensamientos, actitudes y acciones.
2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Eloy cañar escucharon la palabra
4. La prueba y la aflicción nos purifican
4. La prueba y la aflicción nos purifican
9 A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».
En ocasiones, Dios utiliza la prueba y la aflicción como medios para purificarnos.
Aunque estas experiencias pueden ser dolorosas y difíciles, Dios las usa para revelar y refinar nuestro carácter.
Fredy que esta en Costa Rica
A través de las pruebas, somos purificados de la impureza y nos volvemos más fuertes y confiados en nuestra fe.
El fuego de las pruebas nos purifica, preparándonos para el propósito y la obra que Dios tiene para nosotros.
5. La purificación del Espíritu Santo
5. La purificación del Espíritu Santo
12 Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros— entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.
La obra del Espíritu Santo es esencial para nuestra purificación.
Él es quien nos convence de nuestro pecado, nos guía hacia la verdad y nos capacita para vivir una vida santa.
A medida que nos entregamos a su dirección y empoderamiento, el Espíritu Santo purifica nuestras mentes, corazones y acciones.
Su presencia y trabajo en nuestra vida nos llevan a una mayor intimidad con Dios y a una transformación constante.
Moises estuvo 40 años en el desierto
CONCLUSION
En conclusión, la purificación divina es un proceso continuo y necesario para cada creyente.
A través del sacrificio de Jesús, el arrepentimiento, la Palabra de Dios, las pruebas y el Espíritu Santo, Dios nos purifica de nuestros pecados y nos capacita para vivir una vida de santidad y comunión con Él.
Estos cinco puntos y versículos bíblicos nos recuerdan la importancia y la promesa de la purificación divina en nuestras vidas.
1. La sangre de Jesús nos purifica
1. La sangre de Jesús nos purifica
2. Dios nos purifica a través del arrepentimiento
2. Dios nos purifica a través del arrepentimiento
3. La palabra de Dios nos purifica
3. La palabra de Dios nos purifica
4. La prueba y la aflicción nos purifican
4. La prueba y la aflicción nos purifican
5. La purificación del Espíritu Santo
5. La purificación del Espíritu Santo