OBRA MARAVILLOSA

Psalm 139:13–16 NVI

13 Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. 14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! 15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.

ENSEÑANZA

¿El cuerpo que ahora tienes crees que aguante una eternidad?

Jesus dijo; VOY A PREPARAR MORADA

¿Te has preguntado alguna vez cómo fue que llegaste a este mundo?

Bueno, sí, esto involucró a tu papá y tu mamá…

¡Tú fuiste una idea de Dios!

Él te pensó y se tomó el tiempo para formarte, diseñarte y darte vida, con todo lo que te caracteriza. Eso quiere decir que eres una obra de la creación de Dios.

¡Eres arte divino!Todos lo somos,

el Rey David lo sabía muy bien y por eso fue que escribió:

“¡Tus obras son maravillosas…!”

¿Acaso David se estaba refiriendo a él mismo como una obra maravillosa? Tal vez estés pensando: “¡Vaya, qué buena autoestima la del rey!”

El estaba seguro de que no había sido producto de la casualidad.

Él sabía que había sido pensado, creado y amado por el Padre, incluso desde antes de nacer.

“Maravillosas” se utiliza todo a lo largo de la Biblia para describir las obras o actos de Dios a favor de la humanidad. También este pasaje define la creación de cada persona como algo “admirable”. ¡Y lo es!

Genesis 1:27 TLA

27 Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer,

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¡El Creador del universo nos hizo a imagen suya! Esto no quiere decir que seamos iguales a Dios en nuestra apariencia física,

sino que moral

espiritualmente somos parecidos a Él, y capaces de desarrollar una relación con El.

También quiere decir que nosotros podemos mostrar esa imagen y esa identidad cuando nos relacionamos con otros, de manera que otros puedan ver a través nuestro quién es Dios y cómo es Él.

Dios se involucra en nuestras vidas desde el principio.

Debemos entender que nadie nos conoce mejor que Dios, nuestro Creador. ¡Y nadie nos ama más que Él!

Como dice el Salmo 139, Él nos conoce, somos obra de sus manos, y

Él permanece cerca nuestro recordándonos de dónde venimos y dándonos identidad. ¡Venimos de Dios, nuestro Creador!

¡Que el mundo pueda ver esta verdad en nuestras vidas!

Algunas lecciones de este pasaje:

1. El origen de nuestra identidad está en Dios, pues fuimos pensados y creados por Él.

2. Somos capaces de desarrollar una relación con Dios, y una relación con los demás que muestre a Dios, porque fuimos creados a su semejanza.

Preguntas de reflexión:

• ¿De qué maneras puedes ver que Dios estuvo involucrado en tu vida desde el principio?

• Al relacionarte con otros, ¿en qué maneras muestras tú la imagen de Dios?