Dios no concede caprichos.
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Tema: Dios no concede caprichos.
Texto: 1 Samuel 28.3-19
Propósito General: Devoción.
Propósito específico: Exhortar a cada creyente a buscar a Dios como a él le agrada y no buscarlo a nuestra manera.
Oración de Transición: En este pasaje encontramos el ejemplo de una manera errónea de buscar la voluntad de Dios a través de la acción de Saúl y aprendemos que Dios no concede caprichos a nuestra vida. Él manifiesta su soberanía dando respuesta a nuestras necesidades de acuerdo a su propia voluntad.
Bosquejo:
v.3-6 - La necesidad del hombre de buscar a Dios.
v.7-10 - Buscando a Dios de manera equivocada.
v.11-14 - Dios responde.
v.15-19 - La firmeza de Dios en sus respuestas a nuestras oraciones.
Contexto:
La mayoría de las batallas entre Israel y los filisteos se habían librado en el sur del país, pero ahora los filisteos cambiaron su estrategia y se reunieron en Sunem, situada al norte. Probablemente estaban tratando de cortar a Israel en dos, separando a Saúl de las tribus del norte.
De cualquier manera, Saúl no podía ignorar este peligro, y parece que se veía forzado a pelear en suelo llano, donde los carros filisteos les daban a éstos una gran ventaja. (Por lo general los israelitas podían pelear en las montañas, donde los carros eran de poca utilidad.)
Israel estaba, pues, en una situación peligrosa, y Saúl necesitaba con desesperación, consejo militar. Aunque el relato se cuenta en términos personales, es importante tener en cuenta que Saúl buscaba dirección como rey de Israel, no como un particular.
Introducción:
Así Dios busca al pecador, y si éste también busca a Dios, sin duda lo hallará.
v.3-6 - La necesidad del hombre de buscar a Dios.
El v. 6 menciona las tres maneras habituales de conocer la voluntad de Jehová en el Antiguo Testamento: Sueños, sacerdotes y profetas
En ninguna Dios había contestado a Saúl.
¿Por qué creemos que Dios no contesta nuestras oraciones?
Aprendemos de Elías que Dios no siempre se manifiesta en poderosos vientos, incendios y terremotos, Él puede hacerlo en el silencio.
Al no ver las respuestas de Dios a nuestras oraciones llega la desesperación y es cuando necesitamos tener el cuidado de buscar siempre su voluntad, si nos preocupamos por buscar lo que queremos, caemos en equivocaciones sólo por querer que Dios cumpla nuestros caprichos.
Eso le sucedió al rey Saúl.
v.7-10 - Buscando a Dios de manera equivocada.
La desesperación le motiva a correr cualquier riesgo.
Se dice que no tienes que tomar decisiones cuando estés desesperado, enojado e inseguro. Las peores decisiones se toman de esa manera.
Ej.: No vaya al supermercado cuando tiene hambre, porque terminará comprando cosas innecesarias.
Saúl está haciendo algo que él mismo había prohibido.
La ley prohibía absolutamente evocar a los muertos o entregarse a la adivinación.
27 Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.
Saúl bien lo sabía. Por eso su condenación sería mayor.
47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
Saúl está buscando a Dios en lo que está prohibido por Él en su ley. Así no se busca a Dios. Aunque grites, llores y clames… Dios no puede negarse a sí mismo.
Disfrazado – v.8 – De noche – v.8 - Con engaño – v.10
Ej.: Personas que creen que Dios les habla a través del horóscopo, libros de auto-ayuda, etc.
Dios habla a través de su Palabra… (Predicación, oración, circunstancias)
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
¿Cómo estamos buscando a Dios? – Bajo nuestras propias maneras o de acuerdo a cómo Él quiere que le busquemos.
29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Buscar a Dios por medio de su Hijo Jesucristo debe ser nuestro principal objetivo. Eso requiere una actitud de entrega, diligencia, perseverancia, confianza y humildad.
Para buscar al Señor, ¿qué acciones podemos tomar?
Estudiar la Biblia.
Mantener una vida de oración
Meditar
Mediante la dirección del Espíritu Santo llegaremos a comprender cómo aplicar su enseñanza a nuestra vida
- Primero, tenemos que estudiar la Biblia. El examen metódico y constante de ella hará crecer nuestra fe y nos dará lo que necesitamos para vivir en santidad.
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
- Luego, debemos mantener una vida de oración. Orar consiste en tener una conversación con Dios que incluye tanto hablar como escuchar.
- Tercero, debemos meditar, lo cual implica pensar en lo que leímos en la Palabra. Esto significa asimilar cada pasaje de la Biblia, versículo por versículo, y preguntar al Señor qué significa.
- Mediante la dirección del Espíritu Santo llegaremos a comprender cómo aplicar su enseñanza a nuestra vida.
Este proceso nos ayuda a absorber sus verdades para guiarnos por ellas.
A medida que asimilamos los principios bíblicos, adquirimos sabiduría. Se nos hace más fácil identificar donde está trabajando el Señor, evaluar nuestras circunstancias a la luz de su naturaleza y su plan, y saber cuándo actuar.
Al escuchar los mensajes basados en la Palabra de Dios, crecemos en el Señor. Escuchar implica actuar, en respuesta a lo escuchado, sin desviar nuestra atención.
Por último, debemos observar cómo está Dios obrando en la vida de otras personas, lo que sirve también como estímulo para nosotros.
Dios promete recompensar nuestra búsqueda de Él. Algunas veces seremos bendecidos con un mayor entendimiento espiritual, y otras con un gozo inexplicable. Pero lo mejor de todo es que buscar al Señor de corazón siempre nos permitirá encontrarlo.
13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
v.11-14 - Respuesta a lo que estás buscando.
En un mundo en donde tantas líneas de pensamiento se están manifestando constantemente, a las personas que están buscando una respuesta de acuerdo a lo que desean escuchar, siempre obtendrán lo que quieren escuchar.
“Hazme venir a Samuel”. Muchos que desprecian y persiguen a los cristianos y ministros de Dios mientras viven, se alegrarían de tenerlos con ellos de nuevo cuando han partido.
Ej.: Parábola del rico y Lázaro. (Lucas 16.19-31)
Hay dos explicaciones que pueden ser satisfactorias:
- Samuel apareció por especial providencia de Dios, y su aparición fue un juicio sobre el malvado rey y una sorpresa para la pitonisa, cuyas acostumbradas maniobras falsas fueron oscurecidas por esta inesperada intervención divina.
- Se trató de otra pretensión infundada de la mujer a la cual el perturbado corazón del rey prestó asentimiento.
Creo, dice este autor, que nueve de cada diez experiencias del espiritismo pueden ser explicadas psicológicamente, incluyendo la telepatía, y lo que en ellos no es humano es directamente del diablo. (Comentario Bacon)
La adivina evoca el espíritu de Samuel, pero cuando aparece, se asusta y grita.
No era lo que ella esperaba. La encantadora o médium sabía tener una relación con su espíritu familiar, un espíritu malo o sea demonio, que tendría que ver especialmente con ella. Este no apareció, sino que vio otra forma, completamente extraña. Le infundió temor.
En este momento Samuel evidentemente habló directamente a Saúl dejando fuera a la médium.
La conversación que sigue excluye a la adivina, algo insólito y no sigue el molde de un caso clásico del espiritismo. No forma ningún patrón para los que procuran justificar la práctica de comunicarse con los muertos por medio del espiritismo.
Se ha discutido mucho el caso de Samuel, si realmente era Samuel o si era un espíritu que le imitaba.
Si así fuera, sería el único caso de ello en la Biblia y de ninguna manera establece la práctica o la posibilidad de evocar a los muertos.
Jesús conversaba con Moisés y Elías en el monte de la transfiguración (Mat. 17) y evidentemente los tres apóstoles oían.
Se les permitía entrar por un solo momento en el mundo celestial. Pero resultó para su bendición y no para maldición como en el caso de Saúl.
v.15-19 - La firmeza de Dios - Dios no cambia.
Dios no respondió a las peticiones de Saúl, porque no siguió sus instrucciones previas.
Algunas veces la gente se pregunta por qué sus oraciones no reciben respuesta; pero si no cumplen con las responsabilidades que Dios les ha dado, no deberían sorprenderse cuando Él no les da más instrucciones.
BUENOS Y MALOS DESEOS
Pregunté a un estudiante qué era lo que más deseaba tener en la vida, y me contestó: "libros, salud y quietud".
Hice la misma pregunta a un usurero prestamista y me dijo: "Dinero, dinero y más dinero".
A un pobre que encontré le dirigí la misma pregunta, y sin vacilar me dijo: "Pan, pan, pan".
Un borrachín que iba por la banqueta donde yo caminaba, al hacerle yo esta pregunta me dijo: "Un poco más aguardiente".
Luego, dirigiendo mi vista hacia donde estaba una multitud, les pregunté lo mismo y me contestaron todos: "Riqueza, fama, placeres".
Un tanto desilusionado, porque no me satisfacía ninguna contestación, pregunté a un anciano que tenía fama de muy bueno, qué era lo que más ambicionaba en la vida, y éste contestó con toda calma y dulzura: "Primeramente deseo encontrar a Cristo; en segundo lugar, parecerme a Cristo y, en tercer lugar, ser como Cristo”
Si oramos de acuerdo a la voluntad de Dios, entonces tendremos la respuesta del Señor. El Señor no cambia.