Un Corazón que llama por amor

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Dios miró con amor a Moisés

Moisés estaba destinado a morir. Por mandato del Faraón, los bebés hombres judíos eran asesinados al nacer. Moisés es escondido y puesto en el río con la esperanza que Dios tuviera misericordia de Él. En esta escena, pensemos en la mirada de Dios al contemplar a ese pequeño. Dios amó a Moisés como nos ama a cada uno de nosotros. Su amor lo salvó. Él será encontrado por la hija del Faraón, criado y recibido en la casa real aún siendo judío. Dios lo quiso llevar por este camino por una razón.
Moisés amaba a su pueblo y le dolía verlos sufrir al punto que llegó a matar a un egipcio. Por desgracia, el pueblo parecía no querer a Moisés. Probablemente porque estaba del lado de los egipcios y podría parecer un traidor. Moisés no tenía que trabajar, no pasaba hambre, comía como rey. Después de lo sucedido, él huirá cuando el faraón se entera del asesinato. De esta forma, vemos a Moisés que quiere escapar de sus problemas, que se siente rechazado por su pueblo y huye. Dios camina a su lado en el silencio como a veces lo hace un padre o madre. Él lo busca para decirle que no está solo, que él ha sido elegido para una misión. Dios ha escuchado el grito de dolor del pueblo de Israel y ha elegido al mismo hombre que ellos no quieren para llevar el consuelo de Dios. Moisés recibe la misión de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.

Dios mira con amor a sus hijos

Sin embargo, no todos se dejan amar por Dios. Las ciudades que nos presenta el Evangelio han cerrado su corazón a Dios. Jesús los juzga fuertemente porque se han olvidado de Dios. Corazaín, Bertsaida, Cafarnaum. Nos preguntamos entonces: ¿Qué puede haber en el mundo que nos haga olvidar los milagros que cada día contemplamos? ¿Cómo es tan fácil para el hombre perder de vista todo lo que Dios nos da cada día?
‌Es fácil olvidar a Dios cuando creemos que todo depende de nosotros. Es fácil olvidar a Dios si las cosas van bien. Estos pueblos se alejaron de Dios porque dejaron de necesitar de Él. Pero, ¿Cuándo podemos dejar de necesitar de Dios? LA realidad es que no podemos ser felices sin Dios. Hay una misión que nos espera como Moisés y si nos cerramos a Dios nunca la conoceremos o quizá la conocemos y la hemos rechazado.
‌Antes de la pasión, Jesús describió la misión de los apóstoles de esta manera:
‌No hay amor más grande que dar la vida por nuestros amigos.
Jesús llamó también a Pedro a ser su amigo y le confío la misión de conducir su Iglesia. Dios miró y acompañó a Pedro en esta misión. Nosotros también hemos recibido una vida nueva en el bautismo que porta consigo el don de la presencia de Dios en nuestras almas. Ojalá que esta oportunidad que tenemos en esta misa nos permita abrir nuestro corazón a Su Corazón y escuchar su voz que nos llama y contemplar su mirada de amor sobre nosotros. Amén.

With love God gazed upon Moses

Moses was destined to die. By Pharaoh's command, Jewish male babies were killed at birth. Moses was hidden and placed in the river with the hope that God would have mercy on him. In this scene, let us think of God's gaze as He looked upon this little one. God loved Moses as He loves each one of us. His love saved him. He was found by Pharaoh's daughter, raised and received into the royal household even though he was a Jew. God wanted to take him this path for a reason.
Moses loved his people and it hurt him to see them suffer to the point that he went so far to the point of killing an Egyptian. Unfortunately, the people did not seem to love Moses. Probably because he was on the side of the Egyptians and could look like a traitor. Moses did not have to work, he did not go hungry, he ate like a king. After what happened, he will run away when the Pharaoh finds out about the murder. In this way, we see Moses who wants to escape from his problems, who feels rejected by his people and runs away. God walks beside him in silence as a father or mother sometimes does. He seeks him out to tell him that he is not alone, that he has been chosen for a mission. God has heard the cry of pain of the people of Israel and has chosen the very man they do not want to bring God's comfort. Moses is given the mission to free the people of Israel from the slavery of Egypt.

With love God cares for his children

However, not everyone allow themselves to be loved by God. The cities presented to us in the Gospel closed their hearts to God. Jesus judges them strongly because they have forgotten God. Corazain, Bertesaida, Capernaum. We ask ourselves then: What can be in the world that makes us forget the miracles that we contemplate every day? How is it so easy for man to lose sight of all God gives us every day?
It is easy to forget God when we believe that everything depends on us. It is easy to forget God if things are going well. These people turned away from God because they stopped needing Him. But when can we no longer need God? The reality is that we cannot be happy without God. There is a mission that awaits us like Moses and if we close ourselves to God we will never know it or perhaps we know it and have rejected it.
Before the passion, Jesus described the mission of the apostles in this way:
There is no greater love than to give our lives for our friends.
Jesus also called Peter to be his friend and entrusted him with the mission of leading his Church. God observed and accompanied Peter in this mission. We have received a new life in baptism that brings with it the gift of God's presence in our souls. May this opportunity we have in this Mass allow us to open our hearts to His Heart and listen to His voice calling us and contemplate His loving gaze upon us. Amen.
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