Consejo y oración para hoy

22 de julio

Génesis 4:8 RVR60

Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.

Hay una gran diferencia entre Génesis 4.8 y 1 Juan 4.8, dos palabras establecen esa diferencia: odio y amor.

1 Juan 4:8 RVR60

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Los sentimientos, pensamientos y actitudes que guardamos en nuestro corazón tienen la capacidad de permanecer allí, aun por largo tiempo y en un momento dado emerger como un volcán que al hacer erupción causa un daño total a su alrededor. Su lava incandescente destruirá todo a su paso.

Al salir al campo, el odio que se había acumulado en el corazón de Caín hizo erupción y se levantó contra su hermano y lo mató.

Por sentido común, hay sustancias que usted no almacenaría por largo tiempo en su casa: productos altamente inflamables como la gasolina; productos químicos contaminantes y venenosos; explosivos que una sola chispa puede hacer detonar.

También con sentido común deberíamos pensar en no guardar dentro de nosotros, pensamientos y sentimientos, que tienen un gran poder destructivo peligroso para nosotros mismos y los que nos rodean.

La envidia, la ira y el enojo, la soberbia, el odio, el resentimiento, el egoísmo, pueden causar más daño de lo que podemos imaginar y destruir relaciones que para nosotros son más valiosas que cualquier bien natural, porque hemos invertido nuestra vida en ellas.

Abramos la válvula de escape y dejemos que lo malo que hemos estado guardando salga de nuestra vida y evitemos pagar un alto precio por nuestra irresponsabilidad al no manejar correctamente lo que Dios nos ha mandado hacer y que traerá maldición a nuestra vida, dolor a nuestros hermanos, desanimo y debilidad a nuestro espíritu y la pena de pagar por nuestros errores.

Dios quiere examinar mi corazón para buscar en el todo aquello que pueda dañarme y con lo cuál pueda destruir la vida de otros. El nos advierte por su Palabra en el momento oportuno antes que lo que llevamos dentro cause un tragedia dolorosa: una tragedia que puede ser llamada divorcio, hijos que huyen del hogar, violencia doméstica, perdida de amistades.

Cada día en oración, con un corazón sinceramente arrepentido, debo expulsar de mi vida, todas aquellas cosas que puedan destruir las cosas buenas que Dios me ha dado: matrimonio, familia, trabajo, amistades.

Dios me ha provisto de los medios por los cuales yo puedo alcanzar perdón y restauración si el odio, el orgullo, el rencor, la vanidad han ya causado daño en mi vida y la de otros. Su gracia irresistible aplicada a mi vida apaga todos los fuegos que mi pecado ha causado y su poder renueva lo que ha sido destruido.

Aceptar por fe la invitación amorosa pero urgente que Dios me hace a rendirme ante su amor, para poder amar a mi hermano a quien he herido, de quien me he separado y pedirle perdón.

Oremos,

Padre expongo mi corazón delante de ti, que tú Espíritu revele a mi espíritu aquellas cosas que yo estoy guardando que pueden traer dolor y sufrimiento.

Que sea libre de los males que puedan albergarse en el interior de mi vida.

Gracias Señor, porque cada día tus misericordias son nuevas para mi, por medio de ella yo puedo renovar mi espíritu y darle a mi corazón la fe para creer que mi oración será escuchada.

Padre reconozco que hay cosas dentro de mi que no se manejar, que las he guardado por mucho tiempo y ahora no puedo librarme de ellas, te ruego que con tu poder arranques las raíces de la amargura que ha crecido dentro de mi, el olor desagradable de la envidia que me corroe, la soberbia que hace decaer mi semblante o el odio que se agita dentro de mi.

Te pido Señor por la salvación y restauración de las vidas de aquellos que han sufrido por el odio, la mentira, la envidia, el orgullo, la amargura que como un río desbordado ha destruido sus vidas y sus familias y hoy no encuentran paz para su corazón. Llévalos a la cruz donde hay perdón y restauración.

En el nombre de Jesús, amén.

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