La fe se somete a Dios

Viviendo por fe  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Introducción

Hebreos 11 nos ilustra los resultados de vivir por fe.
El domingo pasado vimos como Dios obró en la vida de Abraham y Sara, Dios los guió a vivir por fe y así Sara “recibió fuerza para concebir” (v.11) el hijo que Dios prometió. Isaac sería parte de la linea genealógica para la llegada del verdadero Hijo prometido que es Jesús ( Leer Mt. 1:1).
Hoy veremos cómo la fe se somete a Dios incluso cuando nos pide, de acuerdo a su soberanía, lo que no esperábamos.
empecemos viendo que los patriarcas...

I. Por fe vivieron creyendo que Dios era fiel v.13

Tuvieron una vida de fe hasta su muerte. “Conforme a la fe murieron”. v.13a
Cada uno de los patriarcas experimentaron dificultades que son parte de la vida en este mundo.
Los patriarcas habían experimentaron sólo una parte de la promesa porque así Dios lo quería. Ej.
Abraham llegó a la tierra que Dios prometió, pero Dios no lo entregó, vivió como extranjero y peregrino, pero recibió un hijo que Dios prometió.
Isaac recibió la promesa que Dios había dado a su padre Abraham “Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente.” (Gn. 26:4) pero solo recibió dos hijos (Jacob y Esaú) y vivió como extranjero y peregrino.
Jacob, vivió como extranjero cerca a la tierra prometida, incluso a causa del hambre tuvo que mudarse a Egipto. Gn. 28:13 Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
La tierra de Canaan por derecho y voluntad de Dios pertenecía a Abraham, Isaac y Jacob, pero nunca la recibieron. Todos ellos no disfrutaron el cumplimiento total de la promesa, pero sí una parte y continuaron confiando en Dios incluso cuando las dificultades parecían contradecir las promesas.
Sin embargo, se sometieron a la voluntad de Dios “...sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.” v.13
¿Cómo debemos vivir cuando parece que Dios no responde a sus promesas?
Hay quienes reclaman a Dios una vida próspera aquí y ahora, y no descansan en la promesas de Dios de acuerdo a su voluntad. Abraham, Isaac y Jacob en medio de las aflicciones decidieron seguir confiando en la promesa de Dios buscando lo espiritual.
Por fe debemos someternos a la voluntad de Dios y seguir confiando en sus promesas.
Entonces, los patriarcas por fe vivieron creyendo en la fidelidad de Dios y esto les motivó a vivir buscando lo mejor.

II. Por fe buscaron lo que es mejor v.14-16

¿Qué es lo mejor para ti en esta vida?
Piensa un momento en esto:
¿recibiendo qué serías la persona más feliz?
¿durará sólo en esta vida o será eterna?
Heb 11:14, 16 dice “14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria… 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial...
Por eso Col 3:1-4 dice “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Los patriarcas buscaron aquel hogar que Dios había preparado para ellos y que era mejor que cualquier otra lugar.
Por tanto, Si vivimos por fe debemos cultivar una perspectiva en lo espiritual y lo eterno y no en lo temporal. Eso es lo mejor que podremos recibir porque es lo que Dios ha hecho por nosotros por medio de Jesucristo.
De modo que, La fe que tienes afecta tu vida en el presente.
A Abraham se le permitió ver que el “día de Jesucristo” llegaría y se regocijó -Juan 8:56Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
Moisés “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” (v.27)
Lo que Dios tiene planeado para ti es mucho mejor que lo que tú planeas vivir sin Dios.
Fanny Crosby: (himno: No te dé temor; Santo, santo grande, eterno Dios Con alegría hoy te alabamos...)
A los seis semanas de haber nacido perdió la vista. Muchos sintieron lástima por ella. Escribió más de 9000 poemas e himnos. A los 8 años escribió su primer poema:
¡Oh! ¡Qué alma tan feliz soy!   Aunque no puedo ver, estoy resuelto a que en este mundo   estaré contento. ¡Cuántas bendiciones disfruto   que otras personas no! Llorar y suspirar porque estoy ciego   no puedo ni quiero.
Un predicador bien intencionado le dijo: “Creo que es una gran lástima que el Maestro no te haya dado la vista cuando te colmó tantos otros dones”, pero ella respondió: “¿Sabes que si al nacer hubiera podido hacer una petición, habría sido que naciera ciega? . . . Porque cuando llegue al cielo, el primer rostro que alguna vez alegrará mi vista será el de mi Salvador.
Fanny vio la vida con una perspectiva eterna. Nuestros problemas se ven diferentes a la luz de la eternidad
La forma en que vemos la eternidad afectará la forma en que vivimos hoy.
Abraham vio que el “día de Jesucristo”, vivió a la luz del eterno Hijo y se regocijó.
v. 16a “Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial (vida espiritual, cosas eternas)...
¿Cómo podemos darnos cuenta que somos herederos de la vida eterna? Deseando las cosas espirituales.
En esta vida debemos buscar “las cosas de arriba” porque deseamos lo eterno, que es mucho mejor que cualquier cosa temporal.
Steven Cole (predicador) dijo: Si vives para lo eterno, no para lo temporal, experimentarás tres facetas de satisfacción: libertad de la codicia; libertad de la ansiedad; y la libertad de las circunstancias como base para la felicidad.
Por fe debemos buscar lo que es mejor, y lo mejor viene de la mano de Dios. Eso es lo que debemos anhelar en esta vida.
¿De qué otra manera la fe se somete a Dios?
Por fe vivieron creyendo que Dios era fiel
Por fe buscaron lo que es mejor

III. La promesa de Dios de bendecir es nuestra en Jesucristo v.16b

Hb. 11:16b “...por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.”
Dios no se avergüenza de sus hijos, aunque no somos perfectos.
Ex 3:6 Dios dijo “6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
Todo ellos fallaron, pero a Dios le agradó identificarse con ellos.
Una de las pruebas de que Dios no se avergüenza de ser nuestro Dios es que ha hecho algo por nosotros:
ha preparado una ciudad celestial “cuyo arquitecto y constructor es Dios”
somos perdonados y amados por medio de Jesucristo.
De modo que, La promesa de la patria celestial es únicamente para los que tienen a Cristo.
¿Tú tienes a Cristo en tu corazón? Necesitas creer en Jesús como tu Señor y Salvador y si entregas tu vida al Señor necesitas vivir una vida con una fe, que se somete a la voluntad de Dios.

Aplicación

Una vida de sumisión demanda que:
En medio de las aflicciones, confía en Dios.
Busca vivir de acuerdo al plan de Dios, no busques ni confíes en el mundo.
Si no tienes a Cristo en tu corazón hoy entrégale tu vida por medio de la fe y arrepentimiento de tus pecados.
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