No hay temor cuando sabes que Él está sentado en su trono. Parte II
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· 13 viewsEn esta segunda parte Juan nos lleva a no tener miedo producto de las razones que da a sus oyentes de quién es Dios.
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II. No hay temor cuando adoras al que está sentado en el trono.
Apocalipsis 4:6–11 (NBLA)
Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando.
Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir:
«Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios,
el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir».
Y cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor, y acción de gracias a Aquel que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
los veinticuatro ancianos se postran delante de Aquel que está sentado en el trono, y adoran a Aquel que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
«Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas».
Introducción.
Los capítulos 4 a 5 también reflejan la escena de una sala del trono en un templo celestial. La escena de un templo se puede discernir a partir de varias observaciones:
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento
Tabernáculo
Centro del Universo
Lugar Santísimo (Éx. 26:30-35)
Éxodo 26:30–35 (NBLA)
El trono de Dios (4:2)
Candelero de siete brazos (Éx. 25:31-40)
Siete lámparas de fuego (4:5)
Fuente de bronce (Éx. 30:18)
Mar de cristal (4:6)
Querubines sobre el propiciatorio (Éx. 25:17-21)
Cuatro criaturas vivientes (4:6)
Sacerdotes
Ancianos (reyes y sacerdotes) (4:4)
Altar del holocausto (Éx. 31:9)
el altar del holocausto también con todos sus utensilios y la pila con su base;
Atar (6:9-11)
Altar de incienso (Éx. 31:8)
Altar de incienso (8:3-5)
Arca del pacto
Arca del pacto (11:19)
Aquí podemos ver un paralelo entre el Tabernáculo y el centro del universo donde está Juan teniendo la visión. Este paralelo es importante porque desde el capítulo 4 hasta el final de apocalipsis el escenario es el centro del universo, que a su vez es el cumplimiento de lo que representaba el Tabernáculo antiguo.
G. K. Beale en su comentario de Apocalipsis dice: “Algunos creen que Ezequiel 1 es el modelo principal de Apocalipsis 4–5. Pero, en general, estos capítulos deben interpretarse principalmente dentro del marco conceptual de Daniel 7, ya que las alusiones a Ezequiel 1 se vuelven menos dominantes en el cap. 5 visión, pero Daniel 7 sigue estando presente. Esto tiene importantes implicaciones interpretativas, como veremos”.
Apocalipsis 4:6-7 “Delante del trono habíacomo un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando”.
La visión continúa desarrollándose. El mar de cristal puede ser el equivalente celestial del enorme "mar de bronce" en el patio del templo de Salomón:
2ª Reyes 25:13 “Los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce que estaban en la casa del Señor, y las basas y el mar de bronce que estaban en la casa del Señor, y llevaron el bronce a Babilonia”.
Jer. 52:17, 20 “Los caldeos rompieron en pedazos las columnas de bronce que estaban en la casa del Señor, también las basas y el mar de bronce que estaban en la casa del Señor, y llevaron todo su bronce a Babilonia”. “En cuanto a las dos columnas, el mar, los doce toros de bronce que estaban debajo del mar[a] y las basas que el rey Salomón había hecho para la casa del Señor, no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos”, ya que los cap. 4-5, como hemos visto, describen una visión del templo en el cielo.
Este mar separa a Dios del resto de la creación. El equivalente terrenal en el templo era la fuente de bronce para lavar las manos y los pies (Ex. 30:18). Es también el mar de bronce en el templo de Salomón, usado por el sacerdote para el lavado (2 Cr. 4:6). Esto indica que nada impuro puede acercarse a Dios, sino que primero debe ser lavado. La pureza de este lavado se indica por su claridad como de cristal, lo que significa que no se permiten manchas cerca del trono. El cuadro realza la santidad de Dios, su pureza y su carácter de separado de su creación y sus criaturas - la trascendencia de Dios.
Los "cuatro seres vivientes" del v.7 están basados en los cuatro seres vivientes de Ezequiel. Son mencionados en el capítulo uno y diez de ese libro, y son identificados como el Querubín, una orden de ángeles mencionada a menudo en el Antiguo Testamento.
¿Qué representan? Probablemente los ángeles del cielo. No solamente el trono de Dios es descrito como rodeado por los redimidos que han pasado a través de la prueba de fuego victoriosamente, sino también de los ángeles alrededor de ese trono.
Jesús dijo en Lucas 15 dice: “que los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente”. En Hebreos 1:4 nos es dicho “que los ángeles son espíritus ministradores enviados para ministrar a aquellos que serán los herederos de la salvación”.
Esto No significa que cada individuo tiene su ángel guardián como algunos lo enseñan. Pero los ángeles jugaron una parte importante en el plan de redención. En Lucas 1 leemos de Gabriel trayendo las nuevas a María de que ella daría a luz al Hijo de Dios. En Juan 20:12 “vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies”. Lázaro fue llevado por los ángeles al Seno de Abraham (Luc. 16:22).
Un ser viviente era semejante a un León, uno a un becerro, uno a una águila, y uno a un hombre. Ha sido sugerido que el León representa la braveza; el becerro, fortaleza; el águila, velocidad; y el hombre, sabiduría.
Dicho esto, el verso 8 nos da tres razones por los cuales no temer y por lo cuales debemos adorarlo:
Apocalipsis 4:8 “Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, estaban llenos de ojos alrededor y por dentro, y día y noche no cesaban de decir: SANTO, SANTO, SANTO, es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO, el que era, el que es y el que ha de venir”.
A. Primero, lo alaban porque Él es Santo.
…“Santo, Santo, Santo”…
Estás palabras son idénticas a las que dice Isaías 6:3 “Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria”.
Isaías 43:14a “Así dice el Señor su Redentor, el Santo de Israel:…”
Ser Santo es ser diferente, estar separado. Dios es santo en el sentido infinito:
Isaías 55:8-9 “Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, Ni sus caminos son Mis caminos», declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, Así Mis caminos son más altos que sus caminos, Y Mis pensamientos más que sus pensamientos”.
¿Cuál es el concepto original de santidad? La raíz “Qadosh” significa originalmente “estar apartado”, “separarse”. Por lo tanto, se llama a Dios, “el Santo”, porque Él existe en sí mismo y nada puede compararse con Él. La brecha metafísica que existe entre Él y la criatura se expresa, por lo tanto, mediante el concepto de santidad. Un versículo muy claro es 1ª Samuel 2:2, “No hay ninguno santo como el SEÑOR; porque no hay ninguno fuera de ti; no hay roca como nuestro Dios”
Ex 15:11 “¿Quién como Tú entre los dioses, oh Señor? ¿Quién como Tú, majestuoso en santidad, Temible en las alabanzas, haciendo maravillas?”
1ª Sam 6:20 “Y los hombres de Bet Semes dijeron: «¿Quién puede estar delante del Señor, este Dios santo? ¿Y a quién subirá al alejarse de nosotros?”
¿Cómo podemos describir la santidad de Dios? Lo describimos como ese atributo de Dios por el cual Él se busca y se ama a sí mismo como el bien supremo, y exige como bondad razonable de la criatura que esté consagrada a Él.
¿Cuál es el resultado de esta consagración de la criatura a Dios? Que a veces puede surgir la apariencia de que la santidad de Dios fuera un sinónimo de su gracia. Cuando Dios aparta a una persona o nación para sí mismo, al mismo tiempo los lleva a su favor especial. La gracia sigue a la consagración, porque en la condición de estar dedicada a Dios reside la bienaventuranza de la criatura. Y la respuesta natural de sus criaturas a la santidad de Dios es la Adoración.
1ª Crónicas 16:29; 35 “Tributen al Señor la gloria debida a Su nombre; Traigan ofrenda, y vengan delante de Él; Adoren al Señor en la majestad de la santidad”. “Entonces digan: Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación, Y júntanos y líbranos de las naciones, Para que demos gracias a Tu santo nombre, Y nos gloriemos en Tu alabanza”.
2ª Crónicas 20:21 “Después de consultar con el pueblo, designó a algunos que cantaran al Señor y a algunos que le alabaran en vestiduras santas[a], conforme salían delante del ejército y que dijeran: «Den gracias al Señor, porque para siempre es Su misericordia”.
Salmo 29:2 “Tributen al Señor la gloria debida a Su nombre; Adoren al Señor en la majestad de la santidad”.
Salmo 96:9 “Adoren al Señor en vestiduras santas; Tiemblen ante Su presencia, toda la tierra”.
B. También alaban a Dios a causa de Su Omnipotencia.
…“es EL SEÑOR DIOS, EL TODOPODEROSO”…
Dios es llamado el Todopoderoso. El Imperio Romano era poderoso. Los Cristianos estaban sufriendo grandemente a causa del poder de Roma. Pero estaban sirviendo a uno más poderoso. Él era el Todopoderoso. No había posibilidad de que alguna nación o algún poder, visible o invisible, pudiera echar abajo Su dominio o amenazara Sus propósitos.
Quiero invitarte a que veas cuán práctica, relevante y real es la omnipotencia de Dios para la vida del cristiano y de esa manera invitarte a que experimentes el poder de Dios en tu vida.
C.S. Lewis lo afirma así “La omnipotencia divina significa un poder capaz de hacer todo lo intrínsecamente posible, no lo intrínsecamente imposible”.
Con esto no se está limitando el poder de Dios, sino que se limita imputar a Dios tonterías de argumentaciones humanas. Por ejemplo, Dios no puede hacer un cuadrado redondo, o un triángulo cuadrado, o un círculo rectangular; tampoco Dios crearía una piedra tan grande que no pueda levantar. Esto no muestra que Dios tiene límites, más bien que Dios es racional e inteligente y no un esclavo de caprichos humanos.
A esto salta una pregunta, ¿qué significa que hay cosas que son intrínsecamente imposibles para Dios? Significa que Dios no hará nada que contradiga su carácter, su naturaleza, nada que vaya en contra de ninguno de sus otros atributos.
· Ahora, Dios tiene el poder de hacer todas las cosas, pero Dios no puede mentir: hebreos 6:18 “a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”.
· Dios, tampoco puede tentar a nadie al mal; Santiago 1:13 “Que nadie diga cuando es tentado: «Soy tentado por Dios». Porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie”.
· Además, Dios no puede ser infiel, porque no puede negarse a sí mismo. El apóstol Pablo escribe a Timoteo: 2ª Ti. 2:13 “Si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse Él mismo”.
Todas estas evidencias gritan que puedes confiar plenamente en Dios cualquiera sea tu situación. Desde la cama de un hospital hasta el lugar más cómodo de tu casa, puedes descansar plenamente en la veracidad y fidelidad del todopoderoso Dios.
Génesis 17:1 “Cuando Abram tenía 99 años, el Señor se le apareció, y le dijo: «Yo soy el Dios Todopoderoso; Anda delante de Mí, y sé perfecto”.
1ª Crónicas 29:11 “Tuya es, oh Señor, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh Señor, y te exaltas como soberano sobre todo”.
Jeremías 32:27 “Yo soy el Señor, el Dios de todo ser viviente. Nada hay imposible para mí”.
Salmo 91:1-2 “El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!”
Dios manifiesta su omnipotencia de varias formas. La Biblia nos enseña, como hemos visto, que el poder del Señor trasciende toda capacidad humana. Tiene la inigualable capacidad de crear, de dar vida con Su sola palabra.
Pero también tiene el poder de influir sobre su creación de tal modo que pueda proteger a sus hijos. Paralelamente, tiene también el infinito poder de hacer frente a aquellos que quieran amedrentar a su pueblo.
Con todo, su omnipotencia es una muestra incomparable de su amor, pues pese a su ilimitado poder, solo hace aquello que es bueno para nosotros. Y la respuesta natural de uno que entiende su Omnipotencia es adorarlo.
C. También alababan a Dios porque Él es eterno.
“el que era, el que es y el que ha de venir”.
Él es descrito como "el que era, el que es, y el que ha de venir." Como Barclay bien dice: "Los imperios pueden levantarse y caer; Dios dura para siempre. Los hombres podrán querer borrar de la tierra la fe en Dios, pero nadie puede borrar a un Dios eterno."
¿Qué es la eternidad de Dios? Es ese atributo de Dios por el cual Él es exaltado sobre todas las limitaciones del tiempo y toda la sucesión del tiempo, y en un único presente indivisible posee el contenido de su vida perfectamente (y como tal es la causa del tiempo).[1]
El hecho de que Dios no tenga principio ni fin se ve en: Salmo 90:2: “Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios”.
De modo similar, en Job 36:26, Eliú dice de Dios: “¡Incontable es el número de sus años!”.
El hecho de que Dios nunca empezó a existir también se puede concluir del hecho de que Dios creó todas las cosas, y que él mismo es espíritu inmaterial. Antes de que Dios hiciera el universo no había materia, pero entonces él lo creó todo (Gé. 1:1; Jn 1:3; 1 Ca 8:6; Col 1:16; Heb 1:2).
El estudio de física nos dice que la materia, y el tiempo y el espacio, deben ocurrir todos juntos; si no hay materia, no puede haber espacio ni tiempo tampoco. De este modo, antes de que Dios creara el universo, no había “tiempo”, por lo menos no en el sentido de una sucesión de momentos uno tras otro. Por consiguiente, cuando Dios creó el universo, también creó el tiempo. Cuando Dios empezó a crear el universo, empezó el tiempo, y allí empezó a ser una sucesión de momentos y acontecimientos uno tras otro.[2]
Los anteriores pasajes de la Biblia y el hecho de que Dios siempre existió antes de que existiera el tiempo se combinan para indicamos que el ser de Dios no tiene una sucesión de momentos ni progreso de un estado de existencia a otro.
Dios siempre lo ve todo con la misma lucidez. En cierto sentido es más fácil para nosotros entender que Dios siempre lo ve todo con la misma lucidez.
Leemos en Salmo 90:4: “Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son cómo unas cuantas horas de la noche”.
A veces es difícil para nosotros recordar acontecimientos que ocurrieron hace varias semanas, o hace varios meses, o hace varios años. Recordamos más vívidamente hechos más recientes, y la claridad de nuestra memoria se desvanece con el paso del tiempo. Incluso si fuera posible para nosotros vivir “mil años”, recordaríamos muy pocos hechos de cien años antes, y la claridad de ese recuerdo sería muy difusa.
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Podemos ilustrar la relación de Dios con el tiempo como en la figura 11.1. Este diagrama tiene el propósito de mostrar que Dios creó el tiempo y es Señor del tiempo. Por consiguiente puede ver todos los acontecimientos en el tiempo con igual vividez, y a la vez también ve los eventos en el tiempo y actúa en el tiempo.[3]
Con respecto al futuro, Dios frecuentemente afirma a través de los profetas del Antiguo Testamento que sólo él es el que sabe y puede declarar acontecimientos futuros.
Isaías 45:21 “Declaren y presenten su caso; Sí, que deliberen juntos. ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad Y lo ha declarado desde entonces? ¿No soy Yo, el Señor? No hay más Dios que Yo, Un Dios justo y salvador; No hay ninguno fuera de Mí”.
Isaías 46:9-10 “Acuérdense de las cosas anteriores ya pasadas, Porque Yo soy Dios, y no hay otro; Yo soy Dios, y no hay ninguno como Yo, Que declaro el fin desde el principio, Y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: “Mi propósito será establecido, Y todo lo que quiero realizaré”.
Conclusión.
La descripción de los veinticuatro ancianos postrándose ante el trono es una completa adoración y sumisión al Dios de las multitudes. En los tiempos antiguos, cuando un rey, se rendía a otro, arrojaba su corona a los pies del victorioso. Aquellos que se han rendido al Todopoderoso arrojan sus coronas ante Su trono.
Esto era también en reconocimiento del hecho de que ellos debían Su victoria a Dios. Era por Su misericordia y gracia que ellos eran salvos. Y si somos salvos hoy día, será a causa de Su gracia y misericordia.
Este Creador Todopoderoso está sentado en su trono. Los Cristianos en los días de Juan eran perseguidos y asesinados porque rehusaban reconocer al Emperador Romano como Señor y Dios. Pero ellos ganaron la victoria. Y cómo Dios está sentado en su trono, nosotros entonces debemos:
· Temerle.
· Adorarlo.
· Servirle.
· Y tener esperanza.
[1] Vos, Geerhaudus. Teología Sistemática. Pág. 56
[2] Pero a muchos eso de tener tiempo sin un principio les parecerá absurdo y probablemente imposible. Bavinck dice: "El tiempo eterno en el sentido de tiempo sin principio es inconcebible” (The Doctrine of God p. 157).
[3] Grudem, Wayne. Teología Sistemática. Pág. 175