GENERACCIONES... La crianza de los hijos

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La disciplina de los hijos es responsabilidad de los padres.

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ENTRADA:

Tomamos la recta final de está serie GENERACCIONES que ha tenido el propósito de darnos luz sobre las Acciones mas que las Intenciones que nos van ayudar a edificar matrimonios y familias sanas.
La persona que quiera experimentar la bendición del matrimonio y la plenitud de la familia debe ser INTENCIONAL en buscar la salud en todos los aspectos.
En Días de Gloria no creemos en el matrimonio perfecto y la familia perfecta por una sencilla razón y es que no hay personas perfectas.
Lo que si creemos en Días de Gloria es en los matrimonios y familias saludables.
NO CREEMOS EN PERSONAS QUE NO SE EQUIVOCAN PERO CREEMOS EN PERSONAS QUE CUANDO SE EQUIVOCAN LO ACEPTAN, LO RECONOCEN Y LO CAMBIAN.

Hay una estadisctica muy interesante que revela lo siguiente:

Si son los hijos los que perseveran en su FE el 3.5% de la familia los seguirá y permanecerá en Cristo
Si es la madre la que perseverá en su FE el 17% de la familia la seguirá y permanecerá en Cristo
Si es el padre el que perseverá en su FE el 93% de la familia lo seguirá y permanecerá en su FE en Cristo.

DESARROLLO:

Hoy veremos la historia de una familia que comenzo bien y termino mal.
1º Samuel 2:12–17 NTV
12 Ahora bien, los hijos de Elí eran unos sinvergüenzas que no le tenían respeto al Señor 13 ni a sus obligaciones sacerdotales. Cada vez que alguien ofrecía un sacrificio, los hijos de Elí enviaban a un sirviente con un tenedor grande de tres dientes. Mientras la carne del animal sacrificado aún se cocía, 14 el sirviente metía el tenedor en la olla y exigía que todo lo que sacara con el tenedor fuera entregado a los hijos de Elí. Así trataban a todos los israelitas que llegaban a Silo para adorar. 15 Algunas veces el sirviente llegaba aun antes de que la grasa del animal fuera quemada sobre el altar. Exigía carne cruda antes de que hubiera sido cocida, para poder asarla. 16 Si el hombre que ofrecía el sacrificio respondía: «Toma toda la que quieras, pero sólo después de quemarse la grasa», el sirviente insistía: «No, dámela ahora o la tomaré por la fuerza». 17 Así que el pecado de estos jóvenes era muy serio ante los ojos del Señor, porque trataban las ofrendas del Señor con desprecio.
No tenían respeto al Señor
No respetaban sus obligaciones sacerdotales
Trataban a los adoradores de manera incorrecta
Eran exigentes con lo que ellos querían
V. 17 El pecado de estos jóvenes era muy serio ante los ojos del Señor porque trataban con desprecio las ofrendas del Señor.
1º Samuel 2:18–21 NTV
18 Pero Samuel, aunque era sólo un niño, servía al Señor; vestía una túnica de lino como la del sacerdote. 19 Cada año su madre le hacía un pequeño abrigo y se lo llevaba cuando iba con su esposo para el sacrificio. 20 Antes de que ellos regresaran a su casa, Elí bendecía a Elcana y a su esposa diciendo: «Que el Señor les dé otros hijos para que tomen el lugar de este que ella entregó al Señor». 21 Entonces el Señor le dio a Ana tres hijos y dos hijas. Entre tanto, Samuel crecía en la presencia del Señor.
Samuel solo era un niño que ya servía al Señor.
Usaba una tunica de lino como la del sacerdote.
V. 19 Elcana era un hombre de adoración y cada año iba al lugar de Adoración para ofrecer su sacrificio y Ana lo acompañaba y le llevaba a Samuel su ropa de servicio.
1º Samuel 2:21 NTV
21 Entonces el Señor le dio a Ana tres hijos y dos hijas. Entre tanto, Samuel crecía en la presencia del Señor.
Es interesante que la biblia dice donde crecía Samuel.... nada mas y nada menos que en la presencia del señor
1º Samuel 2:22–36 NTV
22 Ahora bien, Elí era muy viejo, pero estaba consciente de lo que sus hijos le hacían al pueblo de Israel. Por ejemplo, sabía que sus hijos seducían a las jóvenes que ayudaban a la entrada del tabernáculo. 23 Elí les dijo: «He oído lo que la gente dice acerca de las cosas perversas que ustedes hacen. ¿Por qué siguen pecando? 24 ¡Basta, hijos míos! Los comentarios que escucho del pueblo del Señor no son buenos. 25 Si alguien peca contra otra persona, Dios puede mediar por el culpable. Pero si alguien peca contra el Señor, ¿quién podrá interceder?». Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso a su padre, porque el Señor ya había decidido quitarles la vida. 26 Mientras tanto, el niño Samuel crecía en estatura física y en el favor del Señor y en el de toda la gente. 27 Cierto día un hombre de Dios vino a Elí y le dio el siguiente mensaje del Señor: «Cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto, yo me revelé a tus antepasados. 28 Elegí a tu antepasado Aarón de entre todas las tribus de Israel para que fuera mi sacerdote, ofreciera sacrificios sobre mi altar, quemara incienso y vistiera el chaleco sacerdotal, cuando me servía. Y les asigné las ofrendas de los sacrificios a ustedes, los sacerdotes. 29 Entonces, ¿por qué menosprecian mis sacrificios y ofrendas? ¿Por qué les das más honor a tus hijos que a mí? ¡Pues tú y ellos han engordado con lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel! 30 »Por lo tanto, el Señor, Dios de Israel, dice: prometí que los de tu rama de la tribu de Leví me servirían siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a los que me honran y despreciaré a los que me menosprecian. 31 Llegará el tiempo cuando pondré fin a tu familia para que ya no me sirva como sacerdotes. Todos los miembros de tu familia morirán antes de tiempo; ninguno llegará a viejo. 32 Con envidia mirarás cuando derrame prosperidad sobre el pueblo de Israel, pero ningún miembro de tu familia jamás cumplirá sus días. 33 Los que sobrevivan llevarán una vida de tristeza y dolor, y sus hijos morirán de muerte violenta. 34 Y para comprobar que lo que dije se hará realidad, ¡haré que tus dos hijos, Ofni y Finees, mueran el mismo día! 35 »Entonces levantaré a un sacerdote fiel, quien me servirá y hará lo que yo deseo. Estableceré para él una descendencia duradera, y ellos serán por siempre sacerdotes para mis reyes ungidos. 36 Así pues, todos los que sobrevivan de tu familia se inclinarán ante él, mendigando dinero y comida. Dirán: “Le rogamos que nos dé trabajo entre los sacerdotes para que tengamos suficiente para comer”».
Eli estaba consciente del comportamiento de sus hijos
Eli sabía que sus hijos seducian a las jovenes que servian
Eli sabia lo que la gente decia de la perversidad de sus hijos
V. 25 Es un pasaje muy tremendo que debemos poner especial atención
Las consecuencias de no cumplir con nuestras responsabilidades puedes ser muy serias.
1º Samuel 3:1–10 NTV
1 Mientras tanto, el niño Samuel servía al Señor ayudando a Elí. Ahora bien, en esos días los mensajes del Señor eran muy escasos y las visiones eran poco comunes. 2 Una noche, Elí, que para entonces estaba casi ciego, ya se había acostado. 3 La lámpara de Dios aún no se había apagado, y Samuel estaba dormido en el tabernáculo cerca del arca de Dios. 4 De pronto el Señor llamó: —¡Samuel! —Sí —respondió Samuel—. ¿Qué quiere? 5 Se levantó y corrió hasta donde estaba Elí. —Aquí estoy. ¿Me llamó usted? —Yo no te llamé —dijo Elí—. Vuelve a la cama. Entonces, Samuel se volvió a acostar. 6 Luego, el Señor volvió a llamar: —¡Samuel! Nuevamente Samuel se levantó y fue a donde estaba Elí. —Aquí estoy. ¿Me llamó usted? —Yo no te llamé, hijo mío —respondió Elí—. Vuelve a la cama. 7 Samuel todavía no conocía al Señor, porque nunca antes había recibido un mensaje de él. 8 Así que el Señor llamó por tercera vez, y una vez más Samuel se levantó y fue a donde estaba Elí. —Aquí estoy. ¿Me llamó usted? En ese momento Elí se dio cuenta de que era el Señor quien llamaba al niño. 9 Entonces le dijo a Samuel: —Ve y acuéstate de nuevo y, si alguien vuelve a llamarte, di: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”. Así que Samuel volvió a su cama. 10 Y el Señor vino y llamó igual que antes: —¡Samuel! ¡Samuel! Y Samuel respondió: —Habla, que tu siervo escucha.
Es hermoso ver como Dios comenzó su historia con Samuel quien despues sería uno de los grandes profetas de su pueblo.
1º Samuel 3:11–21 NTV
11 Entonces el Señor le dijo a Samuel: —Estoy por hacer algo espantoso en Israel. 12 Llevaré a cabo todas mis amenazas contra Elí y su familia, de principio a fin. 13 Le advertí que viene juicio sobre su familia para siempre, porque sus hijos blasfeman a Dios y él no los ha disciplinado. 14 Por eso juré que los pecados de Elí y los de sus hijos jamás serán perdonados ni por medio de sacrificios ni ofrendas. 15 Entonces Samuel se quedó en la cama hasta la mañana; luego se levantó y abrió las puertas del tabernáculo, como de costumbre. Tenía miedo de contarle a Elí lo que el Señor le había dicho. 16 Pero Elí lo llamó: —Samuel, hijo mío. —Aquí estoy —respondió Samuel. 17 —¿Qué te dijo el Señor? Dímelo todo. ¡Y que el Señor te castigue, y aun te mate, si me ocultas algo! 18 Entonces Samuel le contó todo a Elí; no le ocultó nada. —Es la voluntad del Señor —respondió Elí—. Que él haga lo que mejor le parezca. 19 El Señor estaba con Samuel mientras crecía, y todo lo que Samuel decía se cumplía. 20 Entonces todo Israel, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur, supo que Samuel había sido confirmado como profeta del Señor. 21 El Señor siguió apareciéndose en Silo y le daba mensajes a Samuel allí en el tabernáculo.
V. 13 Los hijos blasfemaban a Dios y su padre nos los disciplinaba. El pecado de los hijos era el desprecio por las cosas sagradas el pecado de Eli fue no disciplinarlos.
V. 14 La falta de disciplina es un pecado que Dios juzga.

El llamado en todo tiempo fue a Eli.

CIERRE:

Efesios 6:4 NTV
4 Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.
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