Consejo y oración para hoy

28 de julio

Génesis 12:1–3 RVR60

Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Hay familias que por su nobleza, su estirpe, su linaje, su riqueza de las que todos desearíamos ser parte y haríamos nuestro esfuerzo por emparentar con ellos, porque eso cambiaría nuestras vidas a un estado de privilegio.

Pero hay tan solo una familia a la cual se le ha dicho: Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Si usted es un padre, una madre, o un hijo interesado en el bienestar de su familia debería interesarse en esta historia.

Las bendiciones son dones espirituales y materiales que recibimos de Dios para nuestra familia, cuando pasamos por el proceso que vivió Abraham y su familia.

Recibimos la etiqueta de familia bendita solo cuando damos el paso de consagrarnos a Dios. Sin una decisión de arrepentimiento de todas aquellas cosas que una familia practica que no son agradables a Dios no puede haber bendición, mientras no rompamos los lazos que nos unen al pecado, que nos inducen a la adoración de ídolos y no a Dios no hay trato con él.

Recibimos la etiqueta de familia bendita solo cuando damos el paso de confiar en Dios. Una familia bendita tiene como mayor riqueza las promesas que Dios le da. Y la mayor promesa que hemos recibido está en Cristo. De él depende nuestra salvación, redención, justificación, santificación y glorificación.

Recibimos la etiqueta de familia bendita solo cuando decidimos ser de bendición a otras familias. Cuando decidimos como familia servir a nuestro Señor y Salvador, proclamar a otros la bendición que solo se encuentra en Cristo.

Dios bendice la familia que decide consagrarse ,padres y sus hijos, para obedecerlo; que decide servirle bendiciendo la vida de otros; que decide adorarle reconociendo todos los dones espirituales y materiales que recibe de él.

La bendición no está en perseguir los bienes materiales y reconocimientos humanos para alcanzarlos. La bendición está en encontrarnos con Dios, que es la única persona que puede otorgarnos las bendiciones que buscamos.

La meta que me asegura la seguridad, permanencia y provisión para mi familia es la de consagrarnos, servir y honrar a Dios en todo lo que hacemos.

Debo encaminar cada día a mi familia hacia la bendición que viene por vivir una vida consagrada para Dios, una vida de servicio en el nombre de él y una vida dedicada a testificar acerca de sus bendiciones.

Oremos,

Padre ya que tu nos has llamado para bendecirnos como familia, queremos consagrar nuestra familia para vivir en santidad, servirte con amor y adorarte con sinceridad.

Gracias porque aunque nuestro pasado no es noble, nuestros bienes no son abundantes, y nuestro linaje no es especial, nos apartas por tu gracia para ser tuyos y bendecirnos cada día.

Padre mi oración es que mi familia no se aparte de ese camino de bendición, que no vuelvan atrás a los ídolos que hemos dejado y que nuestros corazones permanezcan fieles a ti.

Te pido por las familias que anhelan recibir la bendición de ser un hogar donde hay unidad, paz y

armonía.

Pero también oro por las familias que hoy necesitan que haya bendición en su mesa, que sus negocios prosperen y que sus hijos sean su corona de honra.

Oro en el nombre de Jesús, Amén.

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