El calzado del evangelio
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 27 viewsNotes
Transcript
Una buena inversión
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Proteger y permanecer firme
Proteger y permanecer firme
Gálatas hasta Filemón (Tomo 9) Efesios 6:15
Las sandalias diseñadas especialmente para uso militar tenían el doble propósito de proteger los pies y de capacitar al soldado a conservar su equilibrio en lugares difíciles.
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
La movilidad en los tiempo bíblicos era por medio de los pies, así que, para que el mensaje llegara a alguien sus pies eran los promotores. Benditos pies.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Cuando 2 personas con diferentes creencias, culturas, estratos sociales, etc. vienen a Cristo, todas sus diferencias son derribadas por la sangre de Cristo, poniendo paz entre ellos.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
El evangelio trae paz en medio de la aflicción, en medio de la batalla.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Saber que tenemos paz con Dios trae seguridad al corazón en medio de la batalla con el enemigo.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
La paz del mundo y la paz de Dios}, no es igual. La paz de Dios aleja el miedo.
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
El Evangelio nos trae paz con Dios, puede no ser así con el que no creen y debemos estar preparados.
A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
El calzado de la armadura de Dios es la disposición a anunciar el evangelio.