Éxodo 5
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¡Verdaderamente Libre!
¡Verdaderamente Libre!
Continuamos con el estudio de Éxodo. La semana pasada vimos “Del caos al orden”. El tema de hoy se llama ¡Verdaderamente Libres!.
Dios ha estado capacitando a Moisés para el liderazgo, le ha mostrado que Dios es todo poderoso, que puede confiar en ÉL, que obedecer le asegura el éxito. Moisés lo entiende y acepta humildemente todas sus limitaciones, debilidades y decide depender de Dios.
Ahora Dios, se muestra al pueblo y a faraón. Una cosa es convencer a una persona de la realidad de Dios y otra, que por medio de esa persona, toda la familia, los empleados, lleguen a confiar y depender de Dios. Mucho menos la suegra, que es como faraón.
Leeré todo el capítulo 5, pero nos quedaremos en unos cuantos versículos.
“Después del encuentro con los líderes de Israel, Moisés y Aarón fueron a hablar con el faraón y le dijeron: —Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Deja salir a mi pueblo para que celebre un festival en mi honor en el desierto”. —¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese Señor? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal Señor y no dejaré que Israel se vaya. Pero Aarón y Moisés insistieron: —El Dios de los hebreos nos ha visitado —declararon—. Por lo tanto déjanos hacer un viaje de tres días al desierto a fin de ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. Si no lo hacemos, nos matará con una plaga o a filo de espada. El faraón respondió: —Moisés y Aarón, ¿por qué distraen al pueblo de sus tareas? ¡Vuelvan a trabajar! Miren, hay muchos de su pueblo en esta tierra y ustedes les impiden continuar su labor. Ese mismo día, el faraón dio la siguiente orden a los capataces egipcios y a los jefes de trabajo israelitas: «Ya no les provean paja para hacer los ladrillos. ¡Hagan que ellos mismos vayan a buscarla! Pero exíjanles que sigan fabricando la misma cantidad de ladrillos que antes. No reduzcan la cuota. Son unos perezosos; por eso claman: “Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios”. Cárguenlos con más trabajo. ¡Háganlos sudar! Así aprenderán a no dejarse llevar por mentiras». Entonces los capataces y los jefes de trabajo salieron a informarle al pueblo: «El faraón dice lo siguiente: “Ya no les proporcionaré paja. Tendrán que ir ustedes mismos a conseguirla por donde puedan. ¡Pero deberán producir la misma cantidad de ladrillos que antes!”». Así que el pueblo se dispersó por todo Egipto en busca de hierba seca para usar como paja. Mientras tanto, los capataces egipcios no dejaban de apremiarlos. «¡Cumplan con la cuota diaria de producción —les exigían—, tal como cuando se les proporcionaba la paja!». Después azotaban a los jefes de trabajo israelitas que los capataces egipcios habían puesto a cargo de las cuadrillas de trabajadores. «¿Por qué no cumplieron con sus cuotas ni ayer ni hoy?», les preguntaban. Entonces los jefes de trabajo israelitas fueron a rogarle al faraón: —Por favor, no trate así a sus siervos —le suplicaron—. Ya no nos dan paja, ¡pero aun así los capataces nos exigen que sigamos haciendo ladrillos! Nos golpean, ¡pero no es nuestra culpa! ¡Es culpa de su propia gente! Pero el faraón gritó: —¡Ustedes son unos holgazanes! ¡Haraganes! Por eso andan diciendo: “Déjenos ir a ofrecer sacrificios al Señor”. ¡Vuelvan ya mismo a trabajar! No se les dará paja, pero aun así tendrán que producir la cuota completa de ladrillos. Los jefes de cuadrilla israelitas se dieron cuenta de que estaban en serios problemas cuando les dijeron: «No debe disminuir la cantidad de ladrillos que se fabrica por día». Al salir del palacio del faraón, se cruzaron con Moisés y con Aarón, quienes estaban esperándolos afuera. Los jefes de cuadrilla les dijeron: «¡Que el Señor los juzgue y los castigue por habernos hecho repugnantes a los ojos del faraón y sus funcionarios! ¡Ustedes mismos les pusieron una espada en la mano, les dieron una excusa para que nos maten!». Entonces Moisés fue ante el Señor y protestó: —Señor, ¿por qué trajiste toda esta desgracia a tu propio pueblo? ¿Por qué me enviaste? Desde que me presenté ante el faraón como tu vocero, él se ha vuelto aún más brutal contra tu pueblo, ¡y tú no has hecho nada para rescatarlos!” (Éxodo 5, NTV)
Leeré los versos 1 al 8 que es dónde nos enfocaremos y trataremos de entender su implicación desde una perspectiva psicológica, para nuestras vidas.
“Después del encuentro con los líderes de Israel, Moisés y Aarón fueron a hablar con el faraón y le dijeron: —Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Deja salir a mi pueblo para que celebre un festival en mi honor en el desierto”. —¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese Señor? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal Señor y no dejaré que Israel se vaya.” (Éxodo 5:1–2, NTV)
Recordemos que faraón se cree Dios y es adorado por todo Egipto como tal, tiene el ejército más grande y es el poderío militar más imponente de la época. Ha querido eliminar a los hebreos, al no poder hacerlo, los ha reducido a la esclavitud. Es el tirano que se cree Dios. Él sabe que no es dios, pero se cree Dios y no hace nada por desmentir a la población. Faraón, sigue la tradición.
Por otra parte, Moisés es lo opuesto al faraón. Ha aprendido a obedecer y hacer lo que Dios le dice. Moisés ha recibido revelación divina, cuando decidió acercarse a ver qué era ese milagro, ¿qué había detrás de la zarza ardiendo?
De pronto, después de todo su aprendizaje en el desierto, Moisés se presenta ante faraón para decirle: “Dice Dios que dejes ir a su pueblo a celebrar fiesta en su honor, en el desierto”.
Faraón se sorprende con esa petición ¿qué Dios? Recuerda que en esa época los dioses eran territoriales, Dios de Egipto, Dios de los Hebreos. Evidentemente el dios de los egipcios es más fuerte, porque el Dios de los hebreos ¡no los ha defendido de toda esa injusticia! Así que a faraón no impresionan esas palabras -aunque en lo profundo de sí mismo sabe que él no es dios-.
Si los deja ir a adorar a su Dios, ¡es peligroso para él! Si celebran a Dios, todo el pueblo se unirá, tendrán identidad y él no puede permitir eso, porque será mayor el peligro. Cuando el pueblo, la persona tiene identidad clara, puede enfrentar a cualquier tirano.
¿Quién es ese Dios? Moisés pensó en que los hebreos no le creerían cuando regresara diciendo que venía de parte de Dios, pero ha sido faraón, el tirano, quien no cree. Así que no los deja ir.
“Pero Aarón y Moisés insistieron: —El Dios de los hebreos nos ha visitado —declararon—. Por lo tanto déjanos hacer un viaje de tres días al desierto a fin de ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. Si no lo hacemos, nos matará con una plaga o a filo de espada. El faraón respondió: —Moisés y Aarón, ¿por qué distraen al pueblo de sus tareas? ¡Vuelvan a trabajar!” (Éxodo 5:3–4, NTV)
Irán al desierto a tener una fiesta y sacrificio, sacrificio es privación de algo. En los años que estarán en el desierto, esta será la constante. Fiesta en honor a Dios y sacrificios para Dios, pero también sacrificio entre ellos. Para que todos puedan avanzar en el desierto, tuvieron que hacer muchos sacrificios entre ellos.
Esto es la vida en comunidad, en una iglesia, matrimonio, escuela, negocio. Fiesta y sacrificio. La vida en comunidad es reunirse para comer, cenar, celebrar y nos reunimos para compartir las cargas. Te sacrificas por la pareja, por los hijos, padres; y sacrificio es el desierto, no es fácil. Al tiempo que hacen fiesta en honor a Dios es el sacrificio y esto no es fácil, porque en el momento del sacrificio ¿quién tiene “ánimo” de hacer fiesta a Dios?
Sabes algo interesante, en los primeros 5 libros de la Biblia la palabra “libertad, igualdad y amor” no aparece en el original como sustantivos (RAE: AMOR Sentimiento afectivo de atracción, unión y afinidad que se experimenta hacia una persona, animal o cosa.) Aparece como verbo: Amar es un verbo que implica acción, el amor es consecuencia de la acción de amar, de forma libre y voluntaria. Siempre es la acción lo que muestra que es libertad, igualdad y amor.
Por otra parte les dice que los va a liberar de la esclavitud, para que puedan ir a hacer fiesta y sacrificios. Así llegamos al concepto de libertad ¿qué es libertad?
De acuerdo a esta parte de éxodo, ellos experimentarán libertad de la esclavitud para poder obedecer a Dios. Salen de Egipto para estar bajo la ley de Dios, para entrar en el pacto con ÉL. La libertad no es abstracta.
Si tu dices ¿quiero ser libre? ¿a qué te refieres? ¿qué significa? Entre los griegos el concepto de libertad tenía que ver si eras esclavo o no. Si no eras esclavo, eras libre, sí pero inmediatamente contraías obligaciones sociales.
“Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.” (Juan 8:36, NTV)
Libertad es la NO esclavitud a ningún tirano, a nadie ni nada que controle tu vida de forma tiránica. Puede ser el carácter te domina, el materialismo, la sensualidad, etc.
“Miren, hay muchos de su pueblo en esta tierra y ustedes les impiden continuar su labor. Ese mismo día, el faraón dio la siguiente orden a los capataces egipcios y a los jefes de trabajo israelitas: «Ya no les provean paja para hacer los ladrillos. ¡Hagan que ellos mismos vayan a buscarla! Pero exíjanles que sigan fabricando la misma cantidad de ladrillos que antes. No reduzcan la cuota. Son unos perezosos; por eso claman: “Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios”.” (Éxodo 5:5–8, NTV)
Moisés le dice: ¡vamos a irnos para adorar a Dios! faraón dice ¡Nada de eso! A lo que van es a trabajar más. Esto es darle el único lugar en la vida al trabajo en relación con descanso y adoración.
Vamos a adorar a Dios, ¡no porque hay trabajo qué hacer! Es día de adorar ¡no es día de trabajar! Es cuando no hay descanso, todo es trabajo, trabajo, trabajo, es el peligro de trabajar sin descanso hasta el agotamiento, es no darle espacio a Dios que gobierne y de el equilibrio a nuestras vidas.
Dios ea quién nos permite el equilibrio en todas las áreas de la vida, de no ser así, somos consumidos por aquello que fue dado con la intención de ser apoyo. Si todo es trabajo no hay espacio para la comunidad, comunión, el descanso, la adoración, el sacrificio.
“Cárguenlos con más trabajo. ¡Háganlos sudar! Así aprenderán a no dejarse llevar por mentiras». Entonces los capataces y los jefes de trabajo salieron a informarle al pueblo: «El faraón dice lo siguiente: “Ya no les proporcionaré paja. Tendrán que ir ustedes mismos a conseguirla por donde puedan. ¡Pero deberán producir la misma cantidad de ladrillos que antes!”». Así que el pueblo se dispersó por todo Egipto en busca de hierba seca para usar como paja.” (Éxodo 5:9–12, NTV)
En lugar de darles libertad para celebrar y ofrecer sacrificios ¡les recrudece el trabajo! y les complica salir de la tiranía. ÉL no lo sabe, pero se está rebelando a la autoridad legítima, la que Dios ha puesto. Moisés podrá ser alguien “menor” que él en su reino, pero es mayor que él en el Reino de los cielos.
Faraón se rebela a la autoridad y esto dará inicio a la demostración del poder de Dios.
Ahora vamos a interpretar el tema que ha sido recurrente en estos 5 capítulos. Dios ha estado capacitando a Moisés, quién a su vez revela a Dios al pueblo y lo aceptan. Han sido esclavos por mucho tiempo y ahora Dios les dice que los va a hacer libres; pero no es una tarea fácil, porque querer salir de la tiranía es sumamente complicado.
Cuando el tirano sabe que te quieres ir, va a redoblar sus fuerzas para no dejarte ir. Esto lo entiende quien ha querido dejar el alcohol y después de 2 meses vuelve a beber y esa vez es más fuerte. El que dice mentiras y promete no hacerlo, resiste por un tiempo pero cuando menos lo espera, está mintiendo sin tener que hacerlo, es quien está en una relación tóxica y quiere salir, pero se pone más intensa la relación, el que se mete en deudas una y otra vez, el soberbio que no puede dejar de serlo, es el adicto al trabajo que dice: ahora sí vamos a llevarla tranquila, pero no hoy.
Es quién se promete que la siguiente semana si apartará tiempo para…el que dice, Dios si me das, te prometo que…, pero ¡no empieza! porque la tiranía jala fuerte y no le permitirá servir, adorar a otro que no sea él.
Hay pensamientos tiránicos que quizá te han dominado por años: ¡no puedo! ¡no valgo! El pueblo de Israel se había acostumbrado a ser esclavo. La peor esclavitud es a la del pensamiento negativo. Cambiar tu forma de pensar: ¡Se que puedo vencer esta prueba! ¡sé que el negocio va a prosperar porque me esforzaré con todo lo que tengo! ¡se qué soy amado por Dios! ¡Dios conmigo! ¿quién contra mí!
La tiranía no te va a querer dejar ir por las buenas y se pone peor. No se puede esperar que la tiranía te deje salir de su esclavitud para adorar a Dios, Por eso es necesario que la tiranía se vuelva insostenible para querer salir y entonces Dios interviene, cuando es así, sólo resta: ¡obedecer a Dios!
En el momento que quieras hacer un cambio importante en tu vida, que quieras dejar eso que sabes que no está bien, eso te va a oprimir más. Las cosas van a empeorar, antes de empezar a mejorar.
Por otro lado es difícil que quién tiene un área de su vida sometida a un tirano lo reconozca y tiene sentido, porque si me convenzo que tengo la razón -cuando no la tengo-, el precio por admitir que estoy equivocado es (vergüenza, pérdida de control, reconocer que estoy mal) mayor, por eso redoblo esfuerzos para permanecer en el error y echar la culpa, o desviar la atención, cuando te hacen ver el error.
Esto es cuando te caen en la movida, la mentira, o confiesas o redoblas esfuerzos por encubrir, o empiezas a justificarte: lo hago por tu bien, ni que tú fueras perfecto, etc.
Cuando Dios te llama y reconoces tu pecado, Dios abre sus brazos para recibirte. Cuando conoces alguien que la riega y lo confiesa, reconoce que ha fallado, no lo esconde, encuentra más favor de las personas, porque nos damos cuenta que es uno de nosotros ¡no es perfecto! perfecta, con fallas diferentes, pero es igual que yo.
Dios está guiando a Israel, quien por muchos años todo lo que conoce es la tiranía, dolor, muerte, esclavitud, sufrimiento. Los lleva a que lo adoren, que lo conozcan como el Dios cercano, proveedor, cuidador, protector. El Padre perfecto que no falla, es el esposo que no abandona, el amigo que te acompaña siempre, el amo que anhela una relación de amigo.
Acercarnos y obedecerlo nos deja ver lo que significa ser libre, ¡verdaderamente libre!
Palabra de Dios
Oremos
