Preparados para la venida del Señor

1 Tesalonicenses 3:12–13 “12Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.”

Introducción

El apóstol Pablo escribe esta carta a la iglesia de Tesalónica, la cual no contiene ningún reclamo a la iglesia sino alabanza por su buena conducta en el evangelio.

Uno de los puntos principales que el apóstol enfatiza en esta epístola es la venida de Señor, siendo el capítulo 4 donde más expone este tema.

Siendo este un punto importante, Pablo aconseja a la iglesia procurar estas virtudes que veremos a continuación con el propósito de estar preparados para venida de Señor.

Amor

1 Tesalonicenses 3:12 “Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros”

El amor es la base del cristianismo, es una de las exhortaciones o mandatos principales del Señor: Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”

El amor se expresa interesándose por los demás, tener simpatía, soportar o tolerar sus imperfecciones, sin ningún interés personal más que buscar el bienestar común.

El amor es la fuerza que nos hace vencer las tentaciones y aborrecer el pecado, pues si amamos a Dios y a nuestro prójimo vamos evitar ofenderles. Romanos 13:10 “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” La ley fue echa por el pecado, manifiesta el pecado, por tanto, si amamos, estaremos fuera del alcance del pecado, por tanto estaremos cumpliendo la ley de Dios.

El amor es el resultado de nuestra comunión con Dios, es la manifestación de una actitud o conducta natural sin ninguna ser forzada.

1 Juan 4:7-8 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

Afirmados los corazones

1 Tesalonicenses 3:13 “para que sean afirmados vuestros corazones...”

El corazón en la Biblia es la vida misma, los sentimientos y pensamientos. Los sentimientos y pensamientos determinan nuestras convicciones.

Es necesario llenar nuestra mente de la Palabra de Dios y nuestro entendimiento de Dios para que tengamos firmes nuestras convicciones.

Puesta nuestra mirada en Jesucristo para que no seamos defraudados por los hombres. Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Si tenemos afirmados los corazones, cuando venga la prueba o la duda permaneceremos firmes en nuestra fe sin desviarnos. Salmo 125:1 “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre.”

Irreprensibles en santidad

1 Tesalonicenses 3:13 “...irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre...”

Esto es alcanzar madurez espiritual, crecimiento.

Fuimos santificados por la sangre de Cristo cuando entregamos nuestro corazón a Él. Ahora debemos mantener y cuidar esa santidad.

Llenos nuestros de amor y afirmados nuestros corazones en la fe, tendremos la capacidad de conducirnos irreprensibles en santidad.

Si nuestros corazones están afirmados en la fe no seremos arrastrados o influenciados a desviarnos del camino de Dios y pecar.

Por tanto, podremos conducirnos dando un buen testimonio genuino sin hipocresía, no presentando una conducta religiosa en pública y una impía en lo privado.

La santidad es sumamente importante en la vida cristiana, pues esta es la ausencia de manchas de pecado en nuestra vida, el cual nos impide acercarnos a Dios.

1 Pedro 1:16 “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

Hebreos 12:14 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Conclusión

1 Tesalonicenses 3:13 “...en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.”

Buscar estas virtudes es muy importante para estar preparados, velando para la venida de Cristo.

Creemos que somos salvos por la fe en Cristo y no por las obras. Efesios 2.8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

Sin embargo, es importante comprender que las obras son la manifestación de la fe. Obramos en obediencia a Cristo y su Palabra porque tenemos fe en Él, de tal manera que somos salvos porque obramos en fe. Si no obramos es porque no tenemos fe en Cristo.

Atendamos la Palabra de Dios y fortalezcamos nuestra comunión constante en disciplina para fortalecer nuestro amor, afirmar nuestros corazones y conducirnos irreprensibles en santidad.