Servicio: Ni una mirada atrás
Introducción
La vida del gran profeta se acerca a su fin, y le toca ungir a un sucesor que ha de cumplir con tareas que él no terminó en su largo ministerio. El joven Eliseo, después de haber sido escogido por el viejo profeta para que lo siga, pide únicamente que se le conceda la oportunidad para cumplir con la obligación moral de despedirse de sus padres, luego ofrece un sacrificio a Jehová, y sigue a su nuevo maestro espiritual.
I. EL LLAMADO (v. 19).
II. LA RESPUESTA (v. 20).
III. EL SEGUIMIENTO (v. 21).
Aplicación:
Era una época desalentadora para que los profetas salieran. Un hombre que consultara con carne y sangre no hubiera querido el manto de Elías, pero Eliseo deja todo alegremente para acompañarlo. Cuando el Salvador dijo: Sígueme, fueron abandonados alegremente los amigos más queridos y las ocupaciones más provechosas, y se cumplieron los deberes más arduos por amor a su nombre. Que nosotros, en forma similar, sintamos la energía de su gracia obrando poderosamente en nosotros, y que, por una sumisión sin reservas, podamos de inmediato asegurar nuestro llamamiento y elección.