El Apóstol Felipe
Segundo Sermón de Jesús en Mateo • Sermon • Submitted • Presented
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· 209 viewsJesús llama a los 12 apóstoles, y veremos las características de cada uno de ellos.
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Lectura Bíblica
Lectura Bíblica
(Juan 14.1-14)
1 »No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. 2 »En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. 3 »Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. 4 »Y conocen el camino adonde voy». 5 «Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?», le dijo* Tomás. 6 Jesús le dijo*: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí. 7 »Si ustedes me hubieran conocido, también hubieran conocido a Mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto». 8 «Señor, muéstranos al Padre y nos basta», le dijo* Felipe. 9 Jesús le dijo*: «¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? 10 »¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras. 11 »Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas. 12 »En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque Yo voy al Padre. 13 »Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 »Si me piden algo en Mi nombre, Yo lo haré.
Introducción:
Introducción:
a) Su Importancia:
a) Su Importancia:
Siempre se menciona en 5to lugar en las listas de los apóstoles. (solo después de los primeros 4, que claramente eran del círculo cercano de Jesús).
b) Su origen y trabajo
b) Su origen y trabajo
Era de Betsaida (al igual que Andrés y Pedro) (Juan 12.21)
21 estos fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús»
Probablemente también era pescador (Juan 21.2-3)
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de Sus discípulos.
3 «Me voy a pescar», les dijo* Simón Pedro. «Nosotros también vamos contigo», le dijeron* ellos. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.
Llama la atención que Jesús llamó de entre sus discípulos a por lo menos 7 de ellos que se conocían bien, que habían trabajado juntos o que eran de la misma ciudad.
c) Su primer encuentro con Jesús
c) Su primer encuentro con Jesús
En (Juan 1.43-46)
43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró* a Felipe, y le dijo*: «Sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encontró* a Natanael y le dijo*: «Hemos hallado a Aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José» 46 Y Natanael le dijo: «¿Puede algo bueno salir de Nazaret?». «Ven, y ve», le dijo* Felipe.
Al día siguiente de haber llamado a los primeros discípulos, Jesús “encuentra” a Felipe.
Una armonía de los Evangelios § 41. Jesús transforma cuatro pescadores en pescadores de hombres
Junto a Felipe y Natanael, ellos habían estado con Jesús durante su ministerio temprano (el año de oscuridad).
El término encontrar, puede significar (hallar después de buscar, o hallar accidentalmente) aunque sabemos que con el Señor no hay accidentes.
John MacArthur, “Doce hombres comunes y corrientes” (p. 165). Grupo Nelson.
“Este lenguaje es único para el llamado de Felipe. Este es el primero a quien Jesús buscó físicamente, y el primero a quien Jesús dijo: «Sígueme».”
Jesús le dijo esta palabra a sus discípulos mientras los iba llamando, fue muy notoriamente con Mateo, con Simón Pedro y con Felipe. (A Simón Pedro aun hizo falta decirle Sígueme en su ultimo encuentro con Jesús antes de ir al cielo). (Juan 21.19 y Juan 21.22)
19 Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo*: «Sígueme».
22 Jesús le dijo*: «Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme».
d) Su familia
d) Su familia
No se menciona
e) Su frecuencia
e) Su frecuencia
Solo es mencionado en el evangelio de Juan, los otros evangelios solo lo mencionan en las listas.
Es mencionado cuando Jesús se lo encuentra, y lo llama y viene Natanael también.
También Jesús le pregunta cuando estaba la multitud: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos?
5 Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia Él, dijo* a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para que coman estos?».
7 Felipe le respondió: «Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo»
También cuando unos hombres griegos querían ver a Jesús: Juan 12.21-22
21 estos fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús»
22 Felipe fue* y se lo dijo* a Andrés; Andrés y Felipe fueron* y se lo dijeron* a Jesús.
Y en una conversación (Juan 14.1-14)
I. El apóstol analítico.
I. El apóstol analítico.
John MacArthur, “Doce hombres comunes y corrientes” (p. 164). Grupo Nelson.
“Parece que Felipe era un «analista clásico». Era un hombre de hechos y números, un hombre práctico. Era la clase de persona que tiende a ser el «aguafiestas» del grupo, un «pesimista», a menudo obsesionado por identificar las razones por las que las cosas no se pueden hacer, en lugar de encontrar nuevas formas de hacerlas. Su predisposición era a veces hacia el «derrotismo» en lugar de ser un visionario.”
(Juan 6.1-7)
1 Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2 Y una gran multitud lo seguía, pues veían las señales que realizaba en los enfermos. 3 Entonces Jesús subió al monte y se sentó allí con Sus discípulos. 4 Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando Jesús alzó los ojos y vio que una gran multitud venía hacia Él, dijo* a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para que coman estos?». 6 Pero decía esto para probarlo, porque Él sabía lo que iba a hacer. 7 Felipe le respondió: «Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo»
Es casi seguro que Felipe le dijera a Jesús en la cita de Marcos: “despídelos para que se vayan y se compren algo de comer”
A lo que Jesús responde: “Denles ustedes de comer”
Y ellos, dice Marcos, aunque se podría pensar que era Felipe el que lo estaba diciendo: “¿Quieres que vayamos y compremos 200 denarios de pan y les demos de comer?
John MacArthur, “Doce hombres comunes y corrientes” (p. 170). Grupo Nelson. Edición de Kindle.
Felipe vio en su pesimismo fue la imposibilidad de la situación. Felipe había estado presente cuando Jesús creó vino del agua (Juan 2.2). Había visto numerosas veces cuando Jesús había sanado enfermos, incluyendo varios milagros creativos y regenerativos. Pero cuando vio a aquella gran muchedumbre, empezó a sentirse abrumado por lo imposible. Cayó en el error de pensar en lo material. Y cuando Jesús probó su fe, respondió con abierta incredulidad: No se puede hacer.
Felipe estaba viendo con los ojos humanos y no con los ojos de la fe.
A Felipe, que al principio lo vimos muy dispuesto e incluso muy entusiasta de decir: “Hemos encontrado al Mesías” parece que su humanidad había regresado a él.
¿Cuántos de nosotros somos así?
Por un momento parece que nos entregamos por completo al Señor, pero comenzamos a avanzar y las dudas, las pruebas, las cosas en contra, nos hacen pensar que tal vez no fue la decisión correcta.
Comenzamos a analizar mentalmente y calcular los costos y decimos: “No se puede hacer.”
¡Para servir al Señor, se requiere visión!
¡Se requieren los ojos de la fe!
¡Se requiere caminar sobre las aguas, sin calcular, sin estar seguro del proceso que Dios usará, pero sí estar seguro que Dios obrará!
II. El apóstol insatisfecho.
II. El apóstol insatisfecho.
Una vez que el Señor Jesús entró en Jerusalén, le quedaban aproximadamente 5 días de vida sobre la tierra. Se cree que entró el Domingo y fue crucificado el viernes. Para la noche del jueves, Jesús y sus discípulos alquilaron un aposento donde tomarían la Pascua, que el Señor consagró como la Santa Cena.
En ese momento, en el Evangelio de Juan, (capítulo 13) Jesús lava los pies de los discípulos y se angustia mucho al confesarle a Juan y a Pedro quién era el traidor (Judas Iscariote), el cual salió inmediatamente.
A partir de ahí, Jesús toma la palabra y no deja de hablar, salvo pequeñas preguntas con algunos discípulos hasta que termina el capítulo 17.
Vemos desde el capítulo 13 unos diálogos de Jesús con sus discípulos, respondiendo sus preguntas ante enseñanzas muy profundas:
Juan pregunta: ¿dinos quién es? (el traidor) (13.25)
Simón Pedro le pregunta: ¿Adónde vas? (13.36)
y También: ¿Por qué no te puedo seguir ahora mismo? (13.37)
Tomás pregunta: ¿Cómo vamos a conocer el camino? (14.5)
Felipe pide: “Muéstranos al Padre y nos basta” (14.8)
Judas (Lebeo o también llamado Tadeo) preguntó: ¿y qué ha pasado que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? (14.22)
Algunos discípulos: ¿qué es esto que nos dice: “un poco”? (16.17-18)
Hasta que quedan satisfechos en (Juan 16.29-30)
29 Sus discípulos le dijeron*: «Ahora hablas claramente y no usas lenguaje figurado.
30 »Ahora entendemos que Tú sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que Tú viniste de Dios»
Y nosotros agradecemos por las preguntas que hicieron los discípulos, porque tenemos verdades fundamentales en la Palabra que quedó registrada en la Biblia.
a) ¡No teman!
a) ¡No teman!
(Juan 14.1-4)
1 »No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. 2 »En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. 3 »Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. 4 »Y conocen el camino adonde voy».
Jesús les habla palabras que animan su corazón, les está diciendo, en primer lugar, que no teman. Y que con la misma fe que creen y confían en Dios, deben creer también en Él.
37 veces por lo menos se usa la expresión dada por Dios a sus hijos: “No temas” Desde a Abraham, Jacob, Moisés, Josué, al pueblo, etc.
Estas son palabras de consuelo. El Señor conforta a los suyos con certeza, con respaldo: Cuando Dios dice ¡No temas! generalmente hay un peligro grande e inminente. En nuestra humanidad, eso nos hace temer más, pero al mismo tiempo, el respaldo de Dios nos da la fe y confianza para depender de Él en medio de nuestro más grande temor.
La frase: “Creen en Dios, crean también en mí”
¿Cómo debemos tomarla?
Como Natanael, que vio en Jesús alguien “omnisciente” pues lo veía y lo conocía por completo.
Así, con esta declaración; ¡Jesús se está colocando al mismo nivel que Dios mismo!
en Juan 14.13
13 »Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Jesús dice que responderá las oraciones ¿quién hace eso, sino solo Dios? Así como la vez donde dice a los fariseos que Él puede perdonar pecados.
Hermanos ¡Jesús es Dios! lo que los discípulos tienen frente a ellos es a Dios mismo.
Si alguien nos pide que creamos en él, debemos responder como mi esposa siempre me responde: (Jeremías 17.5)
5 Así dice el Señor: «Maldito el hombre que en el hombre confía, Y hace de la carne su fortaleza, Y del Señor se aparta su corazón.
Pero cuando Jesús les dice esto, lo hace con la autoridad de Dios. Él habla de invitarlos a la casa del Padre, como aquel hijo que cuenta con la confianza de su padre para invitar a sus amigos a la casa.
Les dice que hay muchas habitaciones para vivir allá con Él.
Les anima con estas palabras, de que Él va a regresar, y los llevará con Él a donde Él estará.
Ni Pedro ni Tomás estaban entendiendo, no sabían cuál era el camino ni por qué no podían seguirlo.
Jesús contesta: (Juan 14.6-7)
6 Jesús le dijo*: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.
7 »Si ustedes me hubieran conocido, también hubieran conocido a Mi Padre; desde ahora lo conocen y lo han visto».
Y en esta ocasión, Felipe es el que participa y dice lo que parece un desaire lamentable: (Juan 14.8)
8 «Señor, muéstranos al Padre y nos basta», le dijo* Felipe.
Humanamente, necesitamos algo que nos de la certeza para creer o seguir creciendo en la fe.
Algunos no lo dicen en voz alta, pero lo piensan y lo desean: “¡Muéstrame que Tú eres Dios!” “¡Muéstrame que la Biblia es la verdad!” “¡Dame una pequeña muestra, por favor!” (Juan 14.9)
9 Jesús le dijo*: «¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”?
El tono de Jesús, refleja tristeza y hasta molestia por la incredulidad.
Ya se ha señalado en otras ocasiones que los que son incrédulos no conocen al Padre ni al Hijo.
(Juan 1.10)
10 Él estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no lo conoció.
(Juan 8.19)
19 Entonces le decían: «¿Dónde está Tu Padre?». «Ustedes no me conocen a Mí ni a Mi Padre», les respondió Jesús. «Si me conocieran, conocerían también a Mi Padre».
(Juan 16.3)
3 »Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a Mí.
Jesús reclama la incredulidad de Felipe y los apóstoles:
b) ¡Créanme!
b) ¡Créanme!
Les hace la siguiente pregunta:
(Juan 14.10)
10 »¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras.
Comentario MacArthur del NT (Juan)
Esta confusión parece relacionarse con que Jesús no vivió de acuerdo con las expectativas mesiánicas de ellos. Algunos aún tenían preguntas después de la resurrección (Hechos 1.6). Eso era inexcusable de parte de ellos y decepcionante para Jesús.
6 Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban: «Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?».
Lo increíble aquí parece ser que los discípulos que estuvieron tan cerca de Jesús, no le estaban reconociendo como el Mesías, tal vez porque no entendían el plan del Señor de ir a morir a Jerusalén, no comprendían por qué se iba a ir, no veían más allá del momento. Pensaban quizás que ellos habían dejado todo por seguirlo, y ahora Él se iba a ir.
Felipe, no tenía calculado esto, no pensaba que esto iba a suceder, él, como las otras veces, creía que “Eso no se podía hacer.”
Jesús lo desafía a él a creer en las palabras que ha dicho.
Cuando el Señor Jesús acabó el sermón del Monte, la gente le reconoció que: (Mateo 7.28-29)
28 Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanza;
29 porque les enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.
y también los guardias reportaron esto: (Juan 7.46)
46 Los guardias respondieron: «¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!»
También Jesús anima a los otros a ¡Creer en Él por las obras! (Mateo 11.4-5)
4 Jesús les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven:
5 los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio.
El apóstol Juan entendió bastante bien esta verdad. En (Juan 1.1; Juan 1.14)
1 En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
14 El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
El autor de hebreos también lo comprendió (Hebreos 1.3)
3 Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Y Pablo (Colosenses 1.15)
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Tal vez el mismo Felipe influyó y defendió esta doctrina tan importante para la iglesia que iba a nacer con la llegada del Espíritu Santo a los discípulos.
Conclusión:
Conclusión:
Felipe significa: Amante de los caballos. Seguramente tenía un nombre hebreo, pero no es mencionado, solo su nombre griego.
John MacArthur, “Doce hombres comunes y corrientes” (p. 179). Grupo Nelson. Edición de Kindle.
De acuerdo a la mayoría de los relatos, fue llevado a la muerte mediante apedreamiento en Heliópolis, en Frigia (Asia Menor), ocho años después del martirio de Jacobo. Antes de su muerte, multitudes vinieron a Cristo por su predicación.
Felipe fue transformado por Cristo en uno que valoró la estancia que tuvo con Cristo “cara a cara” y habló con Él directamente. Seguramente esto lo cambió y vivió con el recuerdo de que él había hablado con Dios, había estado con él de cerca, había escuchado sus palabras y visto toda clase de cosas asombrosas.
¡Eso es algo que cualquiera de nosotros daría lo que fuera por vivirlo!
Un día, nos será concedido. Amén.