Zarandeados

En una reunión de junta de ultimo momento, horas antes de su muerte Jesus les dijo a sus discípulos.

Lucas 22:31–32 NTV

31 »Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo; 32 pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos».

El zarandeo es el proceso de: (1) sacudir a través de un colador para eliminar la tierra y las pequeñas piedras u otras impurezas o (2) separar los granos de la paja sacudiéndolos.

Zarandear es pasar por un colador.

¿Que hace el colador? separar.

Separa la paja del trigo

Separa el café de la borra

Separa la harina de lo que no sirve

El les estaba diciendo, la prueba que estarán pasando solo viene con el propósito de crear una separación.

Lo que ha estado haciendo los procesos en tu vida ha sido separar el trigo de la paja.

A veces el problema es que deseamos quedarnos con lo que quedó dentro del colador y no disfrutamos lo que pasó al otro lado.

Nos quedamos analizando la borra en lugar de disfrutarnos el café.

Recuerda que lo que está pasando al otro lado es mas refinado y más utilizable que lo que entró. Hubo una separación.

A veces escuchamos gente viviendo en el pasado, hablando de lo que le hicieron y llorando por fracasos pasados. Eso es mirar dentro del colador.

Si miras al otro lado, eres más fuerte, has sido procesado, cambiaste para bien. Eso es ser zarandeado!

Muchos se enfocan en el aspecto de que Satanás los había pedido. Pero aquí lo importante no era quién los había pedido sino quien los tenía protegidos.

Satanás significa adversario, algo que se opone a Dios. No necesariamente es alguien pero si algo.

En otras palabras, aquello que se opone en tu vida será el medio por el cual serás zarandeado.

Jesús no oró por que no fueran zarandeados, ni reprendió a satanás. El oró por que no les fallara la fe.

Hay algo interesante en esta historia y es que todos iban a ser zarandeados pero Jesús le dice a Pedro, estoy orando por ti, para que no te falle la fe.

Lucas 22:32 NBLA

32 pero Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos».

El sabía que Pedro le iba a negar tres veces.

Ya Jesús había ido a su futuro y allí había visto todo. Lo vio negándolo, no solo negándolo sino diciendo que no lo conocía. En el original conocer no es tener información acerca de alguien sino tener una intima relación. Pedro iba a asegurar que nunca había tenido una relación personal con Jesús.

Jesús aun sabiéndolo oró para que su fe no fallara.

¿Cómo te sientes al saber que tienes un Dios que conoce tu pasado, tu presente y tu futuro y aún así te ama?

Allí estaba Pedro, como todo buen puertorriqueño refutando y queriendo saber más que Jesús.

Lucas 22:33–34 NTV

33 Pedro dijo: —Señor, estoy dispuesto a ir a prisión contigo y aun a morir contigo. 34 Jesús le respondió: —Pedro, déjame decirte algo. Mañana por la mañana, antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces.

Jesús sabía que Pedro iba a ser zarandeado como trigo y que iba a fallar, pero aún así el propósito de Dios iba por encima de cualquier fracaso de Pedro.

De igual manera el propósito de Cristo en tu vida va por encima de cualquier fracaso en tu vida. Pudiste haberlo traicionado, pudiste haberte apartado, pudiste haberlo negado, pero con todo y eso Dios te va a levantar para que su nombre sea glorificado.

Lucas 22:54–62 NTV

54 Entonces lo arrestaron y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Y Pedro los siguió de lejos. 55 Los guardias encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, y Pedro se sumó al grupo. 56 Una sirvienta lo vio a la luz de la fogata y comenzó a mirarlo fijamente. Por fin dijo: «Este hombre era uno de los seguidores de Jesús». 57 Pero Pedro lo negó: «¡Mujer, ni siquiera lo conozco!». 58 Después de un rato, alguien más lo vio y dijo: —Seguramente tú eres uno de ellos. —¡No, hombre, no lo soy! —contestó. 59 Alrededor de una hora más tarde, otra persona insistió: «Seguro éste es uno de ellos porque también es galileo». 60 Pero Pedro dijo: «¡Hombre, no sé de qué hablas!». Inmediatamente, mientras aún hablaba, el gallo cantó. 61 En ese momento, el Señor se volvió y miró a Pedro. De repente, las palabras del Señor pasaron rápidamente por la mente de Pedro: «Mañana por la mañana, antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces». 62 Y Pedro salió del patio, llorando amargamente.

Mateo 27:3–5 RVR60

3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! 5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

Ambos zarandeados!

Ambos arrepentidos.

Judas se quedó mirando dentro del colador sus fracasos,, su traición, su falta de amistad.

Pedro dejó que el gallo cantará y simplemente admitió que había fallado y volvió a pescar. Pedro no había pescado quizás desde que Jesús lo llamó.

Ahora me llama la atención que Jesús no solo oró por que la fe de Pedro no fallara sino que profetizó sobre su vida.

Lucas 22:32 RVR60

32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Aunque iba a ser zarandeado iba a volver y no solo volvería sino que fortalecería a sus hermanos!!!

Había un propósito que era más grande que la caída.

Pedro regresaría a Cristo

Era un nuevo comenzar, era el Dios de las oportunidades pasando por alto el error y trayendo de vuelta el propósito para su vida.

Tal vez tu sientas que caíste, que fracasaste, que te detuviste, pero de algo estoy seguro!!! Volverás!!!

Tus hijos volverán, los lideres volverán, los hijos de Dios volverán y fortalecerán

Tu volverás, solo por Su gracia!

No te fijes lo que quedó dentro del colador, eso que quedó es precisamente lo que no sirve.

Allí quedó el fracaso

la soledad

la depresión

lo que me hicieron

las burlas

el bullying

alli quedó la tormenta

tus pruebas

tus tristezas