Consejo y oración para hoy

31 de julio

Génesis 32:26 RVR60

Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Deseo por ver a la familia a salvo, anhelo por estar solo para buscar la ayuda divina, lucha espiritual en medio de una oración clamando por una bendición necesitada . Este podría ser el cuadro que enmarca nuestra vida en este momento.

La lucha de Jacob, es la lucha de hombre o una mujer que enfrenta sus propios problemas internos, morales o espirituales, emocionales o mentales, físicos o materiales. Es la lucha también que enfrenta cuando se ve envuelto en problemas de relación con otros donde no es fácil llegar a la reconciliación, confrontar hasta alcanzar el perdón.

Esto hace que nos veamos en la necesidad de apelar a algo más que una simple plegaria, la oración se convierte en nuestra única arma para lograr alcanzar la salida a nuestro problema.

Es por eso que hay noches que se convierten en nuestro campo de batalla, donde aferrarnos a Dios con fe para alcanzar salvación o sanidad, es algo que no podemos soltar hasta alcanzar una respuesta de Dios. Hasta escuchar esas palabras: Has luchado y has vencido.

Vencer el temor, vencer la ansiedad, vencer la angustia, vencer la tristeza, vencer el dolor, vencer la amargura finalmente es la meta que se alcanza cuando nuestra intimidad con Dios llega a su clímax.

Dios siempre nos espera en aquellos momentos que tenemos que pasar por el temor a ser rechazados, el dolor de perder lo que amamos, la angustia de saber que somos impotentes ante el problema, la tristeza de perder lo que nos mueve hacia adelante para transformarnos en personas que se dan cuenta que pueden ser vencedoras, para tocarnos y mostrarnos que nuestras debilidades son los puntos donde se muestra su gracia.

Quiero caminar este día aferrado a Dios, su bendición es mi más profundo anhelo, aunque mi lucha espiritual junto a él se torne dura y me exija sostenerme aun a pesar de mi debilidad.

Ahora sé que mientras oro, Dios lucha a favor mío, Que su nombre es autoridad y victoria para mi, y cuando él me toca es para darme el poder para moverme en victoria.

Quiero hacer de mi vida de oración un desafío constante para crecer en santidad y madurez espiritual.

Oremos,

Padre, dame un momento hoy para estar solo contigo y presentarte donde mis luchas son mas difíciles y mis debilidades me hacen más vulnerable.

Gracias porque tu bendición ha llegado siempre cuando mas la he necesitado, aun en la derrota tu me has dado tu aliento, alimento para fortalecerme.

Quiero pedirte tu bendición para mi familia, transforma aquellas áreas donde pueda ver como tu poder se perfecciona en mi debilidad.

Oro por los que están pasando en soledad luchas que nadie mas conoce, por los que por las noches soportan el dolor de la enfermedad, la preocupación de lo que no pueden resolver, la tristeza de la pérdida de algo que no podrán recuperar. Se que solo tu bendición podrá sanar, restaurar y consolar sus corazones, por eso te pido bendícenos Señor.

En el nombre de Jesús, amén.

Para consejo y oración escribe a: [e-mail]