CRISTO NUESTRA META POR ALCANZAR. Parte 1.

Cristo nuestra meta por alcanzar.  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Tener por meta a Jesús implica que debemos vivir bajo las normas de justicia que él enseñó.

Notes
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INTRODUCCIÓN:

Recientemente hemos estado hablando del Señorío de Cristo en nuestras vidas, y este será un tema que estaremos abordando inclusive en nuestras clases dominicales.
Tiene que ver también con el lema del mes de agosto, el cual es el tema de hoy.
Si cristo es nuestra meta por alcanzar, es necesario que cada Cristiano, aprendamos más de Cristo, no solo de sus cualidades , sino también de sus enseñanzas.
Es importante considerar esta expresión del escritor Matthew Henry:
“Nadie hallará felicidad en este mundo o en el venidero si no la busca en Cristo por el gobierno de su palabra. Él enseñó lo que era el mal que debemos aborrecer, y cual es el bien que debemos buscar y en el cual abundar”
Es interesante, hermanos, como solo a través del gobierno de Cristo en la vida de los creyentes, sus discípulos podrá ayudarnos a apartarnos del mal y hacer lo bueno, ese debe ser nuestro anhelo, nuestra meta, aprender de Cristo cada día con esta finalidad, ser más como él quiere.
Ahora el Sermón del monte, o de la montaña, tiene un sin número de enseñanzas que debemos aprender de Cristo y ponerla en practica en nuestra vida.
En los versículos del 3—12, nuestro Señor y Salvador da ocho características de la gente bienaventurada que para nosotros representan las gracias principales del cristiano,
Hoy vamos a estudiar DOS de estas bienaventuranzas que Jesús enseñó, y cada uno de nosotros debemos examinar como se aplican a nuestras vidas en Cristo.

I. LOS POBRES DE ESPÍRITU SON BIENAVENTURADOS.

Mateo 5:3 RVR60
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Recordemos, que la palabra “Bienaventurado”, significa: “felices” o “afortunados”, eso implica que los que tienen cada una de esas ocho cualidades o características, lo son para Dios.
¿Qué significa ser pobres de espíritu?
Significa que el hombre o la mujer que tiene esta cualidad, es conscientemente dependiente de Dios y no de sí mismos.
Estas personas son “pobres” interiormente; incapaces de agradar a Dios por ellos mismos.
Son capaces de reconocer fácilmente la enseñanza de Pablo a los Romanos, Ro. 3:9–12
Romanos 3:9–12 RVR60
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Una vez más citando a Matthew Henry, este pone a los pobres de espíritu en este nivel:
Gente que pone su mente a una condición baja.
Ven su necesidad, se duelen por su culpa y tienen sed de un redentor.
De ellos es el reino de la gracia.
De ellos es el reino de la gloria.
La segunda característica o cualidad que Jesús enseña acerca de la gente bienaventurada es:

II. LOS QUE LLORAN SON BIENAVENTURADOS.

Mateo 5:4 RVR60
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Cuando Jesús dice los que lloran, no está hablando de cualquier tipo de llanto, ya que cada una de estas cualidades viene concatenadas entre sí, debemos entenderla a la luz dela primera, entonces, los que lloran, parece ser aquí que se trata del llanto que es producto de esa tristeza santa que obra verdadero arrepentimiento, vigilancia, mente humilde y dependencia continua para ser aceptado por la misericordia de Dios en Cristo Jesús, con búsqueda constante del Espíritu Santo para limpiar el mal residual.
El cielo es el gozo de nuestro Señor; es un una montaña de gozo hacia el cual nuestro camino va, atravesando un valle de lágrimas en esta tierra.
Pero tales dolientes dice Jesús serán consolados por su Dios, porque reconocen sus necesidades y las presentan al que es capaz de ayudarlos.
¿Pero de qué necesidades hablamos?
No es de las necesidades básicas materiales, físicas, y emocionales que tenemos muchas veces en esta tierra.
Jesús instruyó a sus seguidores teniendo en perspectiva su anuncio del reino venidero como dice en Mateo 4:17, antes de comenzar este sermón.
Mateo 4:17 RVR60
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Entonces hablamos de la necesidad de arrepentimiento genuino, de la necesidad de Dios, para alcanzar el perdón, para practicar el perdón, para vivir de acuerdo a su voluntad, haciendo lo que conforme a su palabra se nos he mandado hacer ahora que estamos viviendo en Cristo, Para vivir de acuerdo a ese reino de Dios que se ha acercado a nosotros.

CONCLUSIÓN:

Vamos a continuar hablando de las bienaventuranzas, pero por ahora, pensemos:

¿Es para nosotros esta enseñanza de Jesús?

La respuesta es sí, todo el sermón se aplica a los creyentes de hoy en el sentido de que muestra la norma de justicia que Dios exige de los suyos. Algunas de esas normas son generales, pero otras son específicas, otras pertenecen al futuro.
La bienaventuranzas son aplicables a nosotros también, por eso debemos recordar que, Jesús dijo:
Son bienaventurados:
Los pobres de espíritu.
Los que lloran.
¿Cómo estamos nosotros ahí?
Vamos al tiempo de oración.
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