Consejo y oración para hoy

2 de agosto

Éxodo 2:24–25 RVR60

Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.

Casi siempre tardamos más en darnos cuenta de nuestra necesidad o estar conscientes de nuestra condición que lo que Dios tarda en actuar a nuestro favor para liberarnos de las cosas que nos producen dolor, sufrimiento, que crean ataduras de las cuales no podemos liberarnos por nosotros mismos.

Antes de fijarnos en cuanto tiempo tarda Dios en responder nuestra oración, pensemos en cuanto tiempo hemos pasado sin pensar en él, sin buscar de su presencia.

El estar mucho tiempo alejado de Dios puede producir condiciones de esclavitud de la cuales no podremos salir sino clamamos a Dios. Esas condiciones pueden afectar nuestra libertad espiritual para adorar a Dios, nuestras relaciones con otros, al caer en alguna situación de abuso, opresión, agresión, perdida de bienes.

La razón por la cual nuestra oración es contestada, no es porque tengamos algún merito al realizarla, se encuentra en el hecho que Dios siempre oye al afligido, se acuerda de las promesas hechas en su pacto con nosotros, nos mira con compasión para proveer y actúa como un padre que atiende las necesidades de sus hijos.

Dios quiere que clame por su ayuda, pero que llegue a entender que él me llamó para ser su hijo, que yo también me acuerde que tengo un pacto con él, al cual debo ser fiel y que confíe plenamente que por su amor él cumplirá sus promesas para mi vida.

La libertad que disfruto hoy es el resultado de la obra de Dios en mi porque él escucho mi oración, quitó el yugo servidumbre que cargaba, pagó el precio de mi rescate ofreciendo la vida de su propio hijo para alcanzarme con su gracia cuando yo me había apartado de él.

Cualquier estado del hombre que requiera la intervención de Dios para su liberación y salvación solo podrá ser cambiado cuando el ser humano entiende su incapacidad de salvarse a si mismo, reconozca su condición arrepentido y acepte el perdón que Dios le ofrece.

Necesito reconocer en que áreas de mi vida he fallado al no tomar en cuenta a Dios y olvidarme que por su Palabra es que yo recibo bendición.

Oremos,

Padre yo se que tú escuchas el gemir del que día y noche anhela libertad para vivir sin cargas que no puede llevar, pecados a los cuales esta sometido, enfermedades que ya no puede soportar y se que si tu oyes también actúas a nuestro favor.

Gracias porque siempre te acuerdas de nosotros, nos miras con compasión en nuestra necesidad, y te acercas a nosotros para consolarnos y darnos ayuda en el momento propicio.

Hoy quiero pedirte que tu Espíritu Santo me haga sensible a mi propia necesidad al redargüirme y reprenderme para poder salir de la situación que me agobia.

Te pido también por los que se han apartado de ti, olvidando que tu eres un Dios compasivo y misericordioso que está atento a nuestra oración. Oro para que sean sensibles al llamado de tu Espíritu Santo para volverse a ti.

En el nombre de Jesús, amén.

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