Practicando el conocimiento de la Verdad (2)
Practicando Nuestra Vida Cristiana • Sermon • Submitted • Presented
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Introduccion
Introduccion
Tercera, como parte de su estrategia evangelística contemporánea, la Iglesia ha abandonado su compromiso con el poder de la Biblia y ha llegado a preocuparse más de la imagen bíblica.
A fin de alcanzar a la cultura, se ha vuelto como la cultura. Sin embargo, Santiago escribió:
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
¿ Que tanta amistad tienes con el mundo?
Ser amigo de Dios nos hace enemigos del mundo, y viceversa. Nos engañamos al creer que la clave para ganar a los perdidos se encuentra en imitarlos.
Al imitar a la sociedad secular, algunos creyentes en realidad están perdiendo tanto su distintivo como el poder de las Escrituras.
Y si se pierde el llamado característico del evangelio, también desaparecerá toda esperanza de evangelizar a la cultura.
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
50 Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.
34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Si la tierra y el cielo han sido renovados, ¿por qué dudar que el hombre, por quien se hicieron los cielos y la tierra, pueda ser renovado? Si el transgresor es reservado para el castigo, ¿por qué el justo no puede ser guardado para la gloria? Si el gusano de los pecados de ellos no muere, ¿por qué ha de perecer la carne de los justos? Porque la resurrección, como el mismo significado de la palabra lo muestra, es esto: que lo que ha caído ha de levantarse de nuevo, y lo que ha muerto debe volver a la vida.
Ambrose de Milano
El Señor Jesucristo vio a los creyentes como «la sal de la tierra». Si algo ha preservado esta tierra del juicio de Dios, ha sido la presencia ineludible de la Iglesia.
I. Es estar unidos:
1. Un grano de sal no hace ningún efecto.
2. Muchos granos de sal tienen uso.
3. El creyente no puede funcionar solo y separado
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? 31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
II. Es estar proporcionados:
1. La sal echada sin proporción sala los alimentos en demasía.
2. El creyente necesita proporción espiritual y emocional.
A. Sin ésta, hay fanatismo.
B. Sin ésta, existe denominacionalismo.
C. Con ésta, tenemos cristianismo.
Todas las dimensiones humanas y relaciones sociales del creyente, gozan de una buena sazón.
A. Familia.
B. Trabajo.
C. Vecindario.
D. Iglesia.
E. Escuela.
III. Es estar cristalizados:
La sal es una sustancia de gránulos cristalinos.
El creyente se cristaliza.
A. Revelando a Cristo.
B. Manifestando la fe.
C. Demostrando el amor.
Un creyente cristalizado no se empaña o ensucia.
A. Con dudas.
B. Con pasiones.
C. Con manías.
D. Con corajes.
E. Con venganza.
y como consecuencia del punto anterior la falta de ser Ejemplos y la actual falta de discernimiento de la Iglesia se debe a la falta del estudio e interpretación adecuados de las Escrituras.
La pereza pastoral en algunas congregaciones, la dejadez exegética, y una actitud de indiferencia hacia la Palabra de Dios han sumido en el error al pueblo de Dios. Puesto que el apóstol Pablo entendía los peligros mortales de tal apatía espiritual, mandó a Timoteo:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”
15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
El libro de Hechos también elogió a los hermanos de Berea por ser “más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”
13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Según demuestra el ejemplo de los de Berea, no se puede desarrollar discernimiento sin un deseo de conocer la verdad y sin una determinación por descubrirla. Pero hoy día casi no se encuentra ese interés por la verdad.Una quinta razón de la preocupante falta de discernimiento que caracteriza a gran parte del cristianismo contemporáneo es el abandono general de la disciplina de la Iglesia en círculos evangélicos
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Cuando el pueblo de Dios no confronta el pecado y la herejía, es imposible detectar la maldad dentro del cuerpo. La congregación inevitablemente acumula más y más miembros no regenerados: incrédulos que se sienten cómodos porque sus asuntos de pecado nunca se abordan. Incluso, bajo un falso pretexto de amor, a veces se pasan por alto faltas graves de inmoralidad e importantes fallas éticas.
Pero una iglesia no puede promover discernimiento de manera eficaz si condona alegremente el pecado o si la mayoría de sus miembros son pecadores no salvos. Después de todo, la congregación que piensa de modo incorrecto en cuanto a la santidad, muestra que también piensa erróneamente acerca de la verdad.Una última razón para la falta de discernimiento en la Iglesia es el vacío incontrolado de madurez espiritual dentro de sus filas. Quienes tienen una comprensión superficial de la Biblia
24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
un débil entendimiento de la sana doctrina y un punto de vista deficiente acerca de Dios, no cuentan con la capacidad necesaria para discernir. Sin embargo, esas son las mismas personas que llenan la mayoría de las bancas cada domingo.
“Al igual que los judíos incrédulos del siglo i, muchos cristianos contemporáneos harían bien en prestar atención a la amonestación dada por el autor de Hebreos”
12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
De otra manera, en su confusión los cristianos profesantes dejarán de contender por la fe incluso antes de entrar a la batalla.
Judas aborda cómo contender de modo apropiado por la fe y prosperar espiritualmente durante épocas cada vez más apóstatas. El hermano del Señor presenta a sus lectores tres verdades esenciales que si se aplican fielmente concederán discernimiento a todos los creyentes:
Deben recordar, perseverar y tender la mano.
Recordar
Recordar
17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.
Judas exhortó a sus lectores que tuvieran memoria de las verdades que ya habían oído: las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo que predijeron la apostasía venidera. El Señor mismo fue el primero en advertir contra los falsos maestros en el Nuevo Testamento: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”
Perseverar
Perseverar
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Para quienes somos cristianos que debemos ejercer discernimiento y protegernos del engaño es indispensable que permanezcamos en la senda de la santificación. Hacer eso implica en primer lugar edificarnos sobre nuestra santísima fe, llegando a ser doctrinalmente fuertes si queremos reconocer el error y pelear de modo eficaz la batalla por la verdad. El participio presente y activo traducido edificándoos tiene un sentido imperativo, que significa que no es opcional. Metafóricamente, la idea de edificar se refiere a edificación personal y crecimiento espiritual, e implica establecer el cimiento firme de la sana doctrina. Como en el versículo 3, la santísima fe es el núcleo objetivo de la verdad bíblica
Tender la mano
Tender la mano
22 A algunos que dudan, convencedlos.23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
Conclusion
Conclusion
Aquellos que representan la mayor amenaza para la Iglesia también constituyen parte de su campo misionero. No solamente los cristianos son responsables de identificar y oponerse al enemigo y sus errores; también se les encomienda alcanzar y evangelizar al enemigo “al que no conoce de DIos”
con la verdad. Eso es precisamente lo que Jesús trató de hacer cuando participó en comidas con los fariseos