La Tentación De Mortificarte
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Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Una de las más grandes tentaciones que tú vas a enfrentar cuando estás creyendo por algo es la tentación de la mortificación.
Una de las más grandes tentaciones que tú vas a enfrentar cuando estás creyendo por algo es la tentación de la mortificación.
La mortificación es duda.
La mortificación es duda.
La mortificación siempre pregunta…
La mortificación siempre pregunta…
1 – ¿Que si Dios no me oyó?
1 – ¿Que si Dios no me oyó?
2 – ¿Que si la situación sé pone peor?
2 – ¿Que si la situación sé pone peor?
3 – ¿Que si lo que estoy orando no sé cumple?
3 – ¿Que si lo que estoy orando no sé cumple?
Cuando esto pase, tú tienes que saber dos cosas.
Cuando esto pase, tú tienes que saber dos cosas.
1 – Si tú oraste de acuerdo a la Palabra Dios te oyó.
1 – Si tú oraste de acuerdo a la Palabra Dios te oyó.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
2 – Tienes que saber quién es tú proveedor.
2 – Tienes que saber quién es tú proveedor.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
¿Quién estaba cuidando de las aves?
¿Quién estaba cuidando de las aves?
Dios estaba cuidando de las aves.
Dios estaba cuidando de las aves.
Si Dios cuido las aves, Dios también cuidara de ti.
Si Dios cuido las aves, Dios también cuidara de ti.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Vemos aquí que Dios busca fe.
Vemos aquí que Dios busca fe.
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Dios nos está diciendo, no te mortifiques por nada yo suplo tú necesidad.
Dios nos está diciendo, no te mortifiques por nada yo suplo tú necesidad.
La mortificación de acorta la vida.
La mortificación de acorta la vida.
¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
La mortificación para la Palabra de dar fruto.
La mortificación para la Palabra de dar fruto.
pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Tres testigos contra la mortificación.
Tres testigos contra la mortificación.
1 – Cristo
1 – Cristo
Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
2 – Pablo
2 – Pablo
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
3 – David
3 – David
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.