La Redención Prometida, Génesis 3:15; 12:2-3.
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Introducción:
Introducción:
Promesas cumplidas de niño...
Promesas que sentimos que no son cumplidas de parte de Dios tienen dos causas:
La promesa no era para nosotros.
No es el tiempo de Dios aún.
La historia hasta ahora:
Gen. 1:31 — Dios lo creó todo, y fue bueno.
Gen. 1:27-28 — Dios creo al ser humano en Su imagen.
Gen. 3:6 — La Caída lo cambió todo.
Gen. 3:15 — Dios promete la redención.
La historia hasta aquí: “Dios es el creador de todo, y todo lo que creó fue bueno. Dios creó al ser humano para ser Sus representantes en este mundo bueno, pero su decisión de desobedecer a Dios y ceder a la tentación resultó en la maldición del pecado sobre toda la humanidad y la creación. Sin embargo, junto con las consecuencias del pecado, Dios da esperanza: la promesa de la redención”.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Desde Génesis 4 hasta Génesis 11, es simplemente un desarrollo de esta batalla.
La batalla entre la simiente de la mujer y la de la serpiente...
Eva nombró a su primer hijo Caín (obtener) en vista a la promesa de Gén. 3:15… Literalmente, “He producido varón con (la ayuda) de Jehová”, Gen. 4:1.
Génesis 4:1 (RVR60)
"Por voluntad de Jehová he adquirido varón.”
Sin embargo, “en lugar de aplastar la cabeza del diablo, aplastó la cabeza de su hermano Abel”.—
Luego, en 4:25, Dios concede otro varón, Set, aunque vemos en los capítulos 5-6 que sus descendientes se inclinan más hacia la simiente de la serpiente.
Ellos estaban alejándose del diseño y mandato original de Dios, y multiplicando su maldad.
Es evidente que el diablo buscaba cada oportunidad de derrotar la simiente de la mujer.
Dios muestra Su poder y juicio con dos eventos específicos:
El Diluvio— En Gén. 7, Dios aniquila completamente la simiente existente de la serpiente de una.
La Torre de Babel— En Gén. 11, Dios manda confusión y caos que detiene los planes de la simiente de la serpiente.
Dios siguió obrando para cumplir la promesa de la redención comenzada en Gen. 3:15. Aunque los tiempos de Dios rara vez coinciden con los nuestros, Sus tiempos son perfectos y Él siempre cumple Sus promesas.
Su promesa de la redención comienza a cumplirse en Gen. 12.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Cada uno puede aferrarse al Dios Fiel y Verdadero y Sus promesas para la vida al comprender los componentes claves de Su obra.
Un Hombre Limitado.
Un Hombre Limitado.
Las características limitadas de la vida de Abraham:
Idólatra, Jos. 24:2.
Nómada, no tuvo tierras, Gen. 12:1.
Sin hijos (estéril), Gen. 11:30.
Egoísta, Gen. 12:11-13.
La responsabilidad de Abraham- OBEDECER.
Dios no decidió por Abraham porque tuvo carácter justo o cierta fama, sino que fue sólo por la gracia de Dios.
Esta gracia de Dios aceptada y creída por Abraham fue lo que lo salvó, Gen. 15:6; Rom. 4:3; Gál. 3:6.
Génesis 15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Romanos 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Gálatas 3:6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
La fe de Abraham se demostró en su obediencia, Gen. 12:4-5.
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
Ilustración: Un Hombre Limitado.
Aplicación: Un Hombre Limitado.
Un Dios Ilimitado.
Un Dios Ilimitado.
Los obstáculos en la vida de Abraham.
Abraham fue un idólatra nómada sin hijos, todo lo contrario a lo que pensaríamos que Dios quisiera para Su obra. Era el menos probable humanamente hablando.
Sara y Abraham estaban mucho más allá de la edad de tener hijos, él tuvo 100, y ella 90, Gen. 17:17. Un obstáculo imposible, completamente limitado por capacidad humana.
Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
Las obras de Dios en la vida de Abraham.
A pesar de los obstáculos, los límites de la vida de Abraham, Dios obró de gran manera.
Dios cambió los nombres de ambos a reflejar lo que iba hacer con ellos.
Abram (padre exaltado), cambió a Abraham (padre de una multitud), Gen. 17:5.
Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Sarai (mi princesa), cambió a Sara (princesa/mujer noble), Gen. 17:15-16.
Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre. Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
Ilustración: Un Dios ilimitado. Recuperación de Tía Nora.
Aplicación: Un Dios ilimitado.
Una Promesa Inquebrantable.
Una Promesa Inquebrantable.
Los recordatorios de la promesa:
Dios se le aparece a Abraham para hacerle recordar de Su Promesa.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Abraham está desanimado y pensando que su siervo Eliezer sería su heredero.
Dios le afirma que tendrá un hijo propio, y su descendencia sería como las estrellas.
Dios tiene una ceremonia sellando Su pacto perpetuo con Abraham, Gen. 15:9, 13-14, 17-18.
Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.
Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;
Le reitera ese mismo pacto en Gen. 17:1-2, 7-8.
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
El tiempo de la promesa.
Al ceder ante la impaciencia, intentaron llevar la promesa de Dios a su cumplimiento a la fuerza en Gen. 16, al decidir concebir por medio de la sirvienta de Sarai, Agar. Nació Ismael.
Sin embargo, Dios fue claro en Su promesa, Gen. 17:19, 21.
Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.
Abraham y Sara tuvieron que esperar 25 años para el cumplimiento de la promesa de Dios para un hijo, tomó tres generaciones para que se convierta en una multitud… La promesa de la tierra no se cumplió hasta cientos de años después, cuando Dios liberó al pueblo de Israel de Egipto y los llevó a la Tierra Prometida.
Ilustración: Una Promesa Inquebrantable.
Aplicación: Una Promesa Inquebrantable.
Mucho desánimo hay por esperar de Dios algo que Él no haya prometido. Pero las promesas de Dios son inquebrantables. Aquí hay algunas para nosotros hoy:
La promesa que Él nunca abandonará ni desamparará, Heb. 13:5.
La promesa que ninguna cosa creada le podrá separar del amor de Cristo, Rom. 8:38-39.
La promesa de Dios que Él nos dará fuerzas cuando confiamos en Él, Is. 40:31.
La promesa que Dios nos dará Su sabiduría si se lo pedimos, Sant. 1:5.
La promesa de la ayuda de Su Espíritu Santo en nuestra debilidad, Rom. 8:26-27.
La promesa de la salida de la tentación, 1 Cor. 10:13.
La promesa que Él usará todo para Su bien en nuestras vidas, Rom. 8:28.
La promesa que tiene ya buenas obras para cumplir Su propósito en nuestras vidas, Ef. 2:10.
Conclusión:
Conclusión:
La historia hasta ahora...
Gen. 1:31 — Dios lo creó todo, y fue bueno.
Gen. 1:27-28 — Dios creo al ser humano en Su imagen.
Gen. 3:6 — La Caída lo cambió todo.
Gen. 3:15 — Dios promete la redención.
Gen. 12:2-3 — La simiente de Abraham.
La historia hasta aquí: “Dios es el creador de todo, y todo lo que creó fue bueno. Dios creó al ser humano para ser Sus representantes en este mundo bueno, pero su decisión de desobedecer a Dios y ceder a la tentación resultó en la maldición del pecado sobre toda la humanidad y la creación. Sin embargo, junto con las consecuencias del pecado, Dios da esperanza: la promesa de la redención. Por medio de la familia de Abraham, las bendiciones del pacto vendrían al mundo”.