Sermon funerario del creyente

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Introducción

Salmo 23 (RVR60)
Salmo de David.
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Pocas cosas en la vida tienen la capacidad de infringirlos tanto dolor como la muerte. la muerte es vista como el gran enemigo que debemos enfrentar. Cada día vemos a hermanos familiares y amigos atravesar el lumbral de la muerte y nos volvemos más conscientes de que algún día nosotros también moriremos.

¿Porque debemos ver a nuestros seres queridos partir de este mundo?

La muerte es consecuencia del pecado. Génesis 3:19 “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”
Romanos 5:12 “12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

¿Es la muerte el final de todo? ¿Debo vivir atemorizado de la muerte?

“Aunque ande en valle de muerte, no temeré mal alguno"
El Rey David fue conocido como un Gran rey, pero muy pocos le conocen como un hombre de Guerra, un hombre que vió la muerte cara a cara. Quizá escribiendo este Salmo, habría recordado cientos de veces que estuvo en medio de grandes batallas y al final del día, Miles de cuerpos tendidos en el suelo. La escena es abrumadora, pero la declaración que el hace es aún más intrigante.
“Aunque ande en valle de muerte, no temeré mal alguno"
¿Cómo puede decir un hombre que no le teme a la muerte? ¿Como puede David decir que no tendrá temor de la muerte?
6 Cosas que David sabe de Dios.
Jehová es su Pastor.
Jehová es su proveedor. quien lo lleva a verdes pastos.
Jehová es su sustentador quien sustenta y conforta su alma.
Jehová es su referencia moral quien lo guía por sendas de justicia por amor de su nombre.
Jehová es su sanador. quien unge su cabeza con aceite.
Jehová era su destino Final que le asegura que en Su casa podrá morar por largos días.

Jesús dijo: En la casa de mi padre muchas moradas hay; si así no fuera yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar morada para ustedes.

1 Tesalonicenses 4:13–18 “13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”

Hay una diferencia entre los que esperan la muerte con esperanza y lo que esperan la muerte sin ella.

Juan 3:36 “36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”

Algún día viviremos todos juntos en la presencia de Dios.

Apocalipsis 21:1–4 “1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
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