Cuidémonos del Infierno
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Introducción
Introducción
Hay muchas cosas sobre las cuales pudiéramos meditar un día domingo como hoy:
Podríamos pensar en como Dios ha bendecido nuestras vidas.
Podríamos pensar en las pruebas que hemos vivido durante el transcurso de esta semana.
Podríamos pensar en los retos que nos esperan esta nueva semana que inicia.
Hoy estaremos meditando sobre un tema que para muchos es muy desagradable - el infierno.
De hecho, el conocimiento acerca de “el infierno” va desapareciendo.
En la población general, la idea popular es que los que mueren van todos al cielo.
Otros dicen que prefieren ir al infierno porque allí es donde estarán todos sus amigos y que seguramente los recibirán con gran fiesta cuando les toque ir a ese lugar.
Muchos creen que es importante hablar del infierno a los que no conocen a Jesús.
De hecho, en algunas congregaciones hacen obras dramáticas acerca de la “silla del juicio” para que la gente vea lo que sucederá con los que no creen.
En otros lugares hacen las llamadas “hell houses” donde parece una casa de espantos para que la gente pueda pasar y tener una idea de como será el infierno.
La mayoría de estas actividades van destinadas a los que no creen en Jesús porque pensamos que si alguien necesita escuchar acerca de los tormentos del infierno son los que no creen en Jesús.
Pero, hoy nos damos cuenta que Jesús se dirigió a sus discípulos acerca de:
La realidad del infierno
El peligro del infierno
Siendo libres del infierno
La realidad del infierno
La realidad del infierno
A pesar de que nuestra sociedad moderna cree que el infierno es un lugar que no existe, un producto de la imaginación de gente religiosa / reprimida, nos damos cuenta que Jesús creía y predicaba acerca del infierno.
Notemos como describe Jesús al infierno:
43 »Si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego que no se apaga,
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga.
El infierno es un lugar donde el fuego no se apaga.
Algunos han dicho que es imposible que algo que arde en fuego no se apague.
En el momento que el fuego consume una sustancia (e.g., madera) y lo convierte en carbón - deja de arder.
Por tanto, dicen que es imposible que haya fuego que no se apaga.
Pero, esto no es imposible para Dios ya que pudo hacer que una zarza (arbusto) ardiera sin que se consumiera.
En este pasaje vemos que aparece la palabra infierno varias veces:
vv. 43, 45, y 47.
Jesús usa la palabra “gehenna”.
Para nosotros no significa nada esta palabra pero para los judíos del primer siglo, ellos sabían exactamente donde estaba.
Bueno, en tiempos de Jesús existía un lugar llamado Gehenna al sur de Jerusalén.
Esta palabra significa “El Valle de Hinnom”.
Fue el lugar donde dos (Acaz y Manasés) de los reyes de Israel sacrificaron a sus hijos (quemándolos vivos) al Dios Moloc.
3 Anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los israelitas.
6 Hizo pasar por fuego a su hijo, practicó la hechicería, usó la adivinación y trató con adivinos y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del Señor, provocándolo a ira.
Luego, Dios le da una profecía a Jeremías y dice que él ha causa del pecado de Israel de quemar a sus hijos en el fuego, él ha de enviar juicio sobre ellos.
31 »Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle de Ben Hinom, para quemar a sus hijos y a sus hijas en el fuego, lo cual Yo no mandé, ni me pasó por la mente».
32 «Por tanto, vienen días», declara el Señor, «cuando no se dirá más Tofet, ni valle de Ben Hinom, sino el valle de la Matanza; porque enterrarán en Tofet por no haber otro lugar.
A raíz de este terrible pecado es que Gehenna estaba relacionado con el fuego.
Así que Jesús al hablar acerca del infierno se refiere al fuego que nunca se apaga.
Esto nos indica que parte del tormento del infierno tiene que ver con un fuego / llamas que jamás se extinguirán.
Va a ser un tormento perpetuo, sin final, continuo.
El infierno es un lugar donde la gente es echada y no un lugar donde van porque es su preferencia
45 »Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,
47 »Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
Aquí tenemos la idea de una persona que sufre la consecuencia de ser echado al infierno.
Tiene la idea de que una fuerza superior es quien lo ha condenado a una eternidad en este lugar de tormento.
Así que olvidemos cualquier noción de que el lugar de tormento eterno es un lugar donde la gente elige porque allí hay diversión, vicio, fiesta, etc.
Es una prisión de tormento donde la gente sufrirá su castigo por toda la eternidad.
Pero, notemos que el tormento no es solo externo (el fuego) sino que también es interno.
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga.
46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga.
La mayoría de interpretes han visto este gusano como un elemento metafórico que se refiere al tormento psicológico que la gente vivirá al encontrarse en el lugar de tormento por toda la eternidad.
Será un tormento de remordimiento, de continuo odia contra quien los ha condenado, de rencor contra las influencias / amistades que los condujeron a una vida de perdición.
Así que nos damos cuenta que si usted no cree en el infierno, no cree que Dios condenará a nadie al infierno, tenga por seguro que Jesús si creía en:
La realidad del infierno
La eternidad del infierno
Los tormentos físicos y psicológicos del infierno
El peligro del infierno
El peligro del infierno
Podríamos llegar a la conclusión que Jesús está predicando acerca del infierno a los escribas y fariseos que no creen en él.
Pero al ver los vv. 38-50 nos damos cuenta que está hablando con sus discípulos.
43 »Si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego que no se apaga,
Así que Jesús está advirtiendo a sus discípulos con estas palabras.
Jesús da esta enseñanza prolongada acerca del infierno a causa de una situación que están viviendo:
38 «Maestro», dijo Juan, «vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía»
Todo comienza cuando Juan muestra molestia / inconformidad de que hay una persona que esta echando fuera demonios y no es parte del grupo de los discípulos.
Podríamos pensar que era un seguidor falso que solamente estaba falsificando milagros. Pero, nos damos cuenta que era un verdadero discípulo:
39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí.
40 »Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.
Jesús sabe que en verdad este hombre estaba siendo usado por Dios para obrar estos milagros de liberación.
Por tanto, Jesús dice que no le deben impedir lo que está haciendo porque el poder de Dios está con él.
Es un verdadero creyente y Dios está respaldando su trabajo de liberación.
Por cuanto Dios está con él, él no va a hablar mal de Jesús (pues Jesús es su salvador).
Por tanto, no está en contra de la obra de Jesús sino que está a favor de la obra de Jesús.
Así que los celos de Juan eran incorrectos puesto que estaba queriendo impedir la obra que Dios estaba haciendo a través de otro simplemente porque no era parte del grupo de los doce.
Este es un peligro continuo para los creyentes cuando nos volvemos sectaristas y creemos que solo nosotros somos salvos.
Nos volvemos tan cerrados que no podemos creer que hayan otros creyentes en otras congregaciones que comparten nuestra misma fe en los puntos fundamentales de la fe cristiana.
Es posible que podemos diferir en puntos secundarios (en el tiempo del arrebatamiento, en la continuidad de los dones, en la forma de alabanza, en la forma del bautismo, etc.).
Pero, si creemos que Jesús es el Hijo de Dios enviado para salvarnos mediante la fe en él, somos parte del pueblo de Dios y debemos considerar los unos a los otros como tal.
Así que el peligro para Juan y los demás discípulos era que ahora pretendían estar en contra de un verdadero seguidor de Jesús. Pero, las consecuencias de hacer esto serían mortales.
41 »Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de su nombre como seguidores de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa.
42 »Cualquiera que haga pecar a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar.
Jesús dice, si a ustedes les dan un vaso de agua porque son seguidores de Jesús, eso tiene recompensa. Es como si dieran este vaso de agua al mismo Jesús.
La idea es que el pueblo de Dios deben recibir a los que son parte del pueblo de Dios.
Debemos recibir con brazos abiertos a aquellos que creen en el nombre de Jesús.
En cambio, si alguien rechaza a un creyente (como lo estaba haciendo Juan) están cometiendo una gran falta.
Es posible que el que estaba echando fuera demonios, y no era del grupo de los 12, tenía aun mucho por aprender.
Era como el niño que Jesús acaba de poner en medio de los discípulos…y ahora Jesús se refiere a estos pequeñitos.
Jesús los exhorta a no hacer caer a uno de estos pequeñitos.
Porque si lo hacen tropezar, caer, confundirse - el que lo hace tropezar ha de recibir un castigo.
Jesús se refiere a la piedra de molino que movían los burros para moler el trigo en harina.
La piedra tenía una abertura en medio donde se echaba el trigo.
Entonces Jesús dice que el que hace tropezar a un pequeñito debe ser echado al mar con una piedra de molino en el cuello.
Sería una muerte horrible morir ahogado sin poder hacer nada para sobrevivir.
Luego Jesús continua exhortando a los discípulos acerca de lo radical que deben ser:
Jesús habla de los miembros del cuerpo que nos pueden llevar a pecar: las manos, los pies, y los ojos.
Jesús dice que es preferible amputar estas partes del cuerpo, que pecar con nuestras manos, pies, u ojos…y luego ser echado al infierno.
Obviamente Jesús no está hablando de mutilar nuestra cuerpo de forma literal.
Más bien, habla de la seriedad con la cual debemos romper con el pecado.
Juan quería ser muy radical en tratar de impedir que el discípulo siguiera echando fuera demonios.
En cambio, Jesús le dice - no lo hagas tropezar, no lo confundas, porque si lo haces tu vas a ser condenado.
Tu tienes que extirpar estos malos pensamientos que tienes contra tu hermano, no sea que tu mismo seas condenado a una eternidad en el infierno.
Siendo libres del infierno
Siendo libres del infierno
A final de cuentas, porque debemos atender al llamado de Jesús?
50 »La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y estén en paz los unos con los otros».
Jesús se refiere a una clase de sal que dejar de ser salada.
Es posible que la sal se ha contaminado con otra sustancia (e.g., harina) y ahora se ha vuelto insípida.
Es posible que la sal al ser extraída no se ha purificado y por tanto tiene sabor a minerales o metales.
Así que Jesús dice - ustedes son la sal de la tierra.
Por tanto, no sean sal solo de nombre.
Esta es sal que no tiene sabor, es insípida.
No cumple su propósito.
Sean sal verdadera.
Sal que tiene sabor.
Sal que preserva.
Sal que es útil.
Sean verdaderos creyentes, la sal de la tierra.
Así que ya era tiempo en que los discípulos tenían que vivir como lo que decían ser: seguidores de Jesús.
Y como seguidores de Jesús no podían estar teniendo conflicto con otros seguidores de Jesús.
Debían seguir la exhortación de Jesús: Estar en paz los unos con los otros.
Jesús vino a dar una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Y esta paz debe reflejarse no solo en nuestra relación con Dios sino en nuestra relación unos con otros - con todos aquellos que profesan el nombre de Jesús.