El pecado imperdonable

Mat.12:31-32

ilus.

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En Escocia, hace muchos años, había un hombre que caminaba por la playa. En Escocia, la marea sube muy rápido y muy llena. Por un lado estaba el océano. Al otro lado había imponentes acantilados, casi imposibles de escalar sin una escalera o ayuda. Cuando este hombre estaba caminando por la playa, porque la marea había bajado, llegó a un mojón, un letrero. Ese letrero decía: "No vayas más allá de este punto. Si lo haces, no tendrás suficiente tiempo para regresar antes de que suba la marea".

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Bueno, hizo caso omiso de esa señal, pensando que podía ir más rápido o dejar atrás cualquier marea entrante. Pero entonces la marea empezó a subir y le mojó los pies. Dio media vuelta y se dirigió hacia los acantilados, pero había calculado mal la distancia. No había prestado atención a la señal. Entonces el agua empezó a mojarle las rodillas y la cintura, y empezó a forcejear. Y cuando llegó al acantilado, trató de escalar. Había gente que estaba mirando y trataron de llegar a él pero no pudieron ayudarlo. Entonces vino una gran ola y lo arrastró mar adentro. Y los espectadores lo vieron morir trágicamente. Trágicamente. ¿Por qué? Porque había cruzado la línea. Había pasado el punto de no retorno.

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Nuestro Señor nos habla de algo similar en el mundo de los espíritus. En Mateo capítulo 12 y versículo 31 Él emite una de las advertencias más solemnes de toda la Biblia. Esto es lo que dice:

Mateo 12:31 (RVR60)

31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

De acuerdo con estas solemnes palabras del Señor Jesucristo, hay un pecado que, si alguno lo comete, nunca, nunca, nunca será perdonado.

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Habrá un tiempo, no sabemos cuándo,

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Un punto que no sabemos dónde,

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Que marca el destino de los hombres

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Para la gloria o para la desesperación.

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Hay una línea delante de nosotros que no se puede ver,

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Ella pasa por todos los caminos;

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Ella y el límite oculto entre

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La paciencia de Dios y su ira.

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-JOSÉ ADDISON ALEXANDER

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Si cruzas esa línea, estás irremediablemente perdido. Nunca podrás volver a ser salvo: ni en este mundo -obviamente- ni en el venidero.

Hay un pecado que los teólogos llaman el pecado imperdonable.

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Ahora, si hay un pecado que es imperdonable, que nunca puede ser perdonado, entonces todos necesitamos que se nos informe al respecto. Necesitamos ser advertidos. Tenemos que tener cuidado. Quiero que prestes mucha atención mientras buscamos en la Palabra de Dios para descubrir, en primer lugar, cuál es el pecado imperdonable; en segundo lugar, cuáles son los resultados de cometer este pecado; y, tercero, qué podemos hacer para nunca cometer el pecado imperdonable.

I. ¿Cuál es el pecado imperdonable?

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¿Cuál es el pecado imperdonable? Bueno, antes que nada, aclaremos lo que no es.

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pecado imperdonable...

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A. No es un pecado moral

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No es un pecado moral. No es, por ejemplo, adulterio, fornicación, perversión sexual, asesinato, violación, robo, suicidio, no es un pecado moral.

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Todos estos pecados son espantosos y horribles, ya menos que sean perdonados ciertamente condenarán el alma.

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Pero, gracias a Dios, pueden ser perdonados. Y la Biblia dice que la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). ¡Aleluya por eso! ¡Toda mancha, cada mancha, cada imperfección que haya atravesado alguna vez el alma humana puede ser lavada por la sangre de Jesucristo!

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enfermo. El joven cristiano que fue asaltado...

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Jesús es Aquel cuya sangre lava, purifica y emblanquece más que la nieve.

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"Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos" - Isa. 1:18 “Aunque vuestros pecados sean rojos como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;

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Gracias a Dios por eso. El pecado imperdonable Este no es un pecado moral.

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el pecado imperdonable

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B. No es un pecado intelectual

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No es un pecado intelectual. Podrías pensar que tal vez el pecado imperdonable es la incredulidad.” Pero no lo es, la incredulidad puede ser perdonada.

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Dejar de creer en Dios no te condenará, si te arrepientes y crees.

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Jesús oró por los que lo crucificaron: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34).

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Algunas personas, por ignorancia, blasfeman contra el Señor Jesucristo y dicen que Él no es el Hijo de Dios: "Él es un impostor, Él fue un fraude".

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Ellos no saben la verdad. Así aprenden mejor y se salvan. El apóstol Pablo fue uno de ellos. Todos son incrédulos antes de convertirse en creyentes.

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Así que la incredulidad, aunque si persistes en esa incredulidad te arrastrará al infierno, pero la incredulidad no es un pecado imperdonable.

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el pecado imperdonable

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C. No es un pecado verbal

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"Bueno", dice alguien, "entonces tal vez sea algún pecado verbal. Tal vez sea algún juramento horrible que puedas hacer, especialmente si dice algo sobre el Espíritu Santo".

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Algunas personas piensan que se puede maldecir a Dios Padre y se puede perdonar; o se puede maldecir a Dios Hijo y se puede perdonar; pero no maldigáis a Dios, el Espíritu Santo.

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Bueno, amigo, si tienes un poco de sentido común, no maldigas a Dios, el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo.

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Maldecir a uno es maldecir al otro, porque son uno de cada tres.

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en vano."

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Y si tomas el nombre de Dios Padre, Hijo o Espíritu Santo y con tus labios haces algún juramento vil, has cometido un pecado horrible y grave.

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Enfrentará ese pecado en el juicio a menos que sea perdonado. Pero puede ser perdonado.

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el pecado imperdonable

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D. Es una blasfemia contra el Espíritu Santo

¿Cuál es el pecado imperdonable? Nuestro Señor lo llama blasfemia contra el Espíritu Santo. Véalo aquí de nuevo. Él dice aquí en el versículo 31:

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Mateo 12:31 (RVR60)

31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

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Blasfemar significa "hablar intencionalmente de manera ofensiva contra alguien, difamar el carácter, la reputación y las intenciones de alguien". Esto es una blasfemia.

Ahora puedes blasfemar a Dios Padre y ser perdonado. Puedes blasfemar a Dios Hijo y ser perdonado. Pero no puedes blasfemar contra el Espíritu Santo y ser perdonado. Por qué ? ¿Es uno más importante que el otro? ¡Claro que no!

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Pero es la obra del Espíritu Santo lo que hace que el pecado sea diferente.

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¿Qué hace el Espíritu Santo? El Espíritu Santo de Dios es Aquel que abre vuestro entendimiento.

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El Espíritu Santo de Dios es el que da luz.

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Dios Padre envió al Hijo. El Hijo, el Señor Jesús, voluntariamente vino y murió en agonía y derramó su sangre por nuestros pecados.

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Pero Dios el Espíritu Santo es el que les ayuda a entender esto.

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Por eso cuando oro, como lo hice esta mañana antes de venir aquí, digo: "Oh, Dios, dame poder, dame unción, dame la capacidad de hacer que el mensaje sea claro, porque no puedo hacer esto solo.

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"Cualquier cosa que pueda convencerte de hacer, alguien más puede convencerte de que no lo hagas".

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Necesitas que el Espíritu Santo de Dios te hable. Por lo tanto, mi oración es que esto se cumpla en la Palabra de la Escritura:

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Hechos 5:32 “Nosotros somos testigos de estas cosas, como lo es el Espíritu Santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen.”

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Mi oración es que cuando les predique, el Espíritu Santo le diga a su corazón: "Amén, así es; lo que él

II. El pecado de los fariseos

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Creo que puedo ilustrar esto si les doy un episodio que sucedió justo antes de que Jesús hiciera esta advertencia solemne. Mire el capítulo 12 versículo 22.

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Así, tendrás una idea del escenario que llevó al Señor Jesucristo a emitir esta advertencia.

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Mateo 12:22–32 (RVR60)

(Mr. 3.20–30; Lc. 11.14–23)

22Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. ‌

Obviamente, no todas las personas ciegas tienen un demonio, y no todas las personas que no hablan tienen un demonio. Pero este hombre tenía. Estaba poseído por un demonio. Era ciego y mudo -

23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?

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la frase "Hijo de David" significa: Mesías =" ¿No es este el Mesías, el Hijo de David?

24Mas los fariseos, al oírlo,

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-Ahora, ¿quiénes eran los fariseos? Los fariseos eran los líderes religiosos de ese tiempo, llenos de pompa y orgullo. Los fariseos eran los líderes religiosos que se preocupaban más por la apariencia que por la sustancia. Tenían apariencia de piedad, pero negaban su eficacia.

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(2 Timoteo 3.5 “Teniendo apariencia de piedad, pero negando su eficacia. Evítalas también”).

decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

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Aquí hay un hombre. ¿Está ciego? el es mudo Está poseído por demonios. Te llevan a Jesucristo. Y Jesús, con la unción del Espíritu Santo de Dios sobre su vida, hace un milagro.

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Era un milagro evidente. Quiero decir, era un hombre ciego, y ahora ve. Aquí hay un hombre que no podía hablar y ahora está hablando. No se puede negar eso. Así que los fariseos estaban allí y vieron que la multitud se volvía hacia Jesús. Estaban escuchando al Espíritu Santo de Dios. Y dijeron: ¿No es este el hijo de David? ¿No es este el Mesías? Y vieron que las multitudes los dejaban y comenzaban a seguir al Señor Jesucristo a causa del milagro que había sido obrado por el Espíritu de Dios. No podían negar el hecho, así que trataron de explicarlo.

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Así que esto es lo que dijeron: "Oh, sí, seguro. Absolutamente. Sí. Bueno, Él echó demonios de ese hombre, demonios de ese hombre. Seguro que lo hizo. Pero damas y caballeros, ¡escúchennos! . Vamos a Os diré cómo lo hizo. Lo hizo por Beelzebub, el príncipe de los demonios. Lo que decían era: Jesús mismo estaba poseído por demonios; Jesús estaba lleno del diablo. Y cuando dijeron eso, cuando dijeron que Él echaba fuera los demonios por Beelzebub, el príncipe de los demonios, eso fue lo más vil que pudieron decir.

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¿Quién fue Belcebú? Te diré quién era Beelzebub. Los fenicios, que nos dieron el alfabeto, un pueblo marinero, un pueblo muy inteligente en muchos sentidos, habían tocado fondo en lo que a depravación e idolatría se refiere. Los fenicios tenían un dios al que llamaban Beelzebub, y él era el dios de la inmundicia, el dios de la putrefacción, el dios de la descomposición, la inmundicia, el lodo y la basura. Usted dice: "Bueno, ¿por qué alguien adoraría a un dios así?" Pues bien, los fenicios, un pueblo muy observador, notaron que cuando había un cadáver de animal en el suelo y al cabo de un tiempo se hinchaba y comenzaba a apestar y pudrirse, entonces ipso facto les parecía que, milagrosamente, había pequeños gusanos que empezaron a trabajar en ese lío. Bueno, ya sabes lo que era: gusanos, los gusanos de las moscas. Las moscas vendrían y se alimentarían de él y pondrían sus huevos microscópicos. Esos huevos se convirtieron en larvas, las larvas, trabajaron allí y, después de un tiempo, aparecieron las moscas. Y los fenicios dijeron: "¡Mirad! ¡De la podredumbre, del hedor, de la inmundicia, surge la vida! ¡Por lo tanto, la vida surge de la inmundicia!"

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Y así comenzaron a adorar al dios de la inmundicia. Y el nombre que le dieron fue Beelzebub, el señor de las moscas. Y eso es lo que amaban. Para un judío, y con razón, esto era lo peor que alguien podía imaginar. ¡Que estúpido! ¡Qué impío adorar la inmundicia! Ahora sabes lo que hicieron cuando le dijeron eso a Jesús. Quiero decir, revisaron cada léxico de su vocabulario para encontrar lo peor que pudieron encontrar.

A. Pecaron contra la redención

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Ahora, mira, ¿qué hicieron? Bueno, en primer lugar, pecaron contra la redención y el amor.

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Pregunto, ¿qué estaba haciendo el Señor Jesucristo de todos modos? ¿Por qué lo odiaban tanto? ¿Por qué se le opusieron? ¿Qué estaba haciendo mal?

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Abre los ojos ciegos, libera el lenguaje mudo. ¿Qué estaba haciendo Jesús? La Biblia dice He-Hechos 10:38 “cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y poder, y cómo anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.

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Dime, ¿por qué nadie amaría a Jesús? ¿Por qué? ¡Jesús es bueno! ¡Él es maravilloso! ¡Qué bondadoso y amoroso es el Señor Jesucristo! Pero le dieron la espalda a ese amor ya esa redención.

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B. Pecaron contra la razón

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Pero no solo pecaron contra la redención. Pecaron contra la razón. Dijeron: "Él echa fuera los demonios por medio del diablo".

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Jesús, sabiendo que no te haces fariseo por ser estúpido -esta gente era educada, eran el equivalente a los doctores de nuestros días- y Jesús dijo: "Tú dices que yo echo fuera los demonios por el príncipe de los demonios". Jesús dijo: "Una casa dividida contra sí misma no puede permanecer" (Mateo 12:25).

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¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Nadie trabaja para Satanás si trabaja contra Satanás.

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Si Satanás echa fuera a Satanás, su casa caerá. Está trabajando contra sí mismo.

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Jesús está diciendo: "Lo que estás diciendo no tiene sentido". Nadie trabaja para Satanás levantando espíritus abatidos y sanando corazones quebrantados, redimiendo a los hombres del pecado.

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Era tan obvio que Jesús no estaba aliado con el diablo. Y ellos podían ver eso, excepto que el pecado les había cegado los ojos.

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No hay más ciego que el que se niega a ver. - hay muchas personas como estos fariseos que están vivos hoy.

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Algunos pueden estar escuchándome en línea, o tal vez estás aquí hoy y pecas contra la razón.

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Sabes lo que es mejor, pero rechazas al Señor Jesucristo. Y da una razón tonta que no se mantendría en ningún otro lugar.

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Usted dice: "Bueno, no quiero ser cristiano, porque hay tantos hipócritas en la iglesia".

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Bueno, eso no tiene sentido. Ya sabes, hay hipócritas en todos los ámbitos de la vida. Algunos abogados son ladrones.

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Algunos médicos son charlatanes. Pero acude a abogados y médicos si los necesitas.

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Parte del dinero es falso. Pero no tiraste todo tu dinero.

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Algunos alimentos son venenosos. Pero sigues comiendo.

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Quiero decir, sabes mejor que eso.

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Sabéis que todo hipócrita sólo prueba el valor y la validez de lo verdadero.

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Un hipócrita es un falso cristiano. La gente no falsifica envoltorios de chicles. Falsifican billetes de veinte dólares. ¿Por qué? Porque es la falsificación la que prueba el valor y la validez de lo verdadero.

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Lo sabes, pero a tu mente se le ocurre una razón tonta: "Bueno, no voy a la iglesia porque mi madre me obligó a ir cuando era pequeño".

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Apuesto a que ella también lo hizo ducharse. Así que ahora has dejado de ducharte, ¿verdad? - porque su madre lo obligaba a bañarse cuando era pequeño.

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Lo que estoy tratando de decir es: "Perdóname, pero tu excusa es patética" // .

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Lo que le dijeron a Jesús fue una estupidez: que Él, Satanás, eche fuera a Satanás. Y Jesús les mostró eso. Una persona dice: "Bueno, no voy a ser cristiano, porque hay mucho a lo que renunciar".

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¿Oh? Bueno, ¿a qué te pidió Dios que renunciaras? Sólo lo que te hará daño.

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Salmo 84:11 (RVR60)

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;

Gracia y gloria dará Jehová.

No quitará el bien a los que andan en integridad.

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Eso sería como decir: "Me gustaría curarme, pero odio renunciar a mi cáncer".

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Todo lo que Dios te pide que renuncies es lo que te daña y te lastima. Dios te ama.

C. Pecaron contra la Revelación

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La gente da razones tontas. Pecaron contra la redención. Él era el amor infinito. Pecaron contra la razón. Lo que hicieron no tenía sentido. Podrías pecar contra la redención y la razón y ser perdonado. Pero aquí es donde cometieron el gran error: pecaron contra la revelación, pecaron contra la revelación.

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Sabían lo que era mejor. Jesús dijo que "el reino de Dios se ha acercado a vosotros" (Mateo 12:28).

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Él era el Rey. Él estaba entre ellos. No solo estaba haciendo milagros, sino que el Espíritu Santo de Dios estaba hablando a sus corazones, y habían pecado contra la luz.

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Juan 3:19 (RVR60)

19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. - John 3:19

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Cuando Dios venga a juzgar a Silver Spring, MD, DC, RJ, DF, etc. Dios no juzgará a las ciudades principalmente por los pecados que cometieron, sino por la luz que fue rechazada.

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Estás en Mateo 12. Vuelve a Mateo 11. Mira, si quieres, Matt.11:23-24

‌Mateo 11:23–24 (RVR60)

23Y tú, Capernaum, ¿has estado alguna vez en Capernaum?… Cafarnaúm era la ciudad sede de Jesús. Capernaum fue la hebilla del cinturón bíblico. Capernaum fue el lugar donde Jesús había realizado sus milagros más notables. Capernaum fue donde Jesús comenzó su ministerio público. Capernaum era una ciudad muy bien ubicada. Tenía una sinagoga maravillosa y Jesús le habla a Capernaum:

Y tú, Capernaum que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy.

- ¿Sabes lo que era Sodoma? Sodoma era esa ciudad cercana al Mar Muerto, de la que tomamos el nombre de uno de los pecados más terribles que conoce el hombre: la sodomía. Una ciudad vil y malvada. Dios destruyó a Sodoma con fuego y azufre. Y las ruinas humeantes de Sodoma son un testimonio eterno de cómo se siente Él acerca de ese pecado. Pero Él le dice a Cafarnaúm, esa ciudad sede, esa hebilla en el cinturón de la Biblia donde Él obró Sus milagros:

24Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.

(Mateo 11:23-24).

¿Cómo juzgará Dios en el Día del Juicio? No principalmente por el pecado cometido, sino por la luz rechazada.

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Capernaum, así como esta ciudad, SS, MD, DC, TX, tenía tanta luz, había escuchado tanta verdad; pero han pecado contra la luz, se han tapado los ojos; y cuando lo hicieron, blasfemaron contra el Espíritu Santo, quien es el mensajero de la luz, quien es Aquel que espiritualmente abre los ojos para que la gente pueda ver.

III. Las consecuencias de cruzar la línea

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Ahora, ¿qué sucede cuando una persona comete este pecado? ¿Cuáles son las consecuencias de cruzar la línea, de decir no a Dios hasta que el Espíritu Santo de Dios es tan insultado, tan herido, que deja de contender y hablar a un corazón humano?

A. Te Pasas Viviendo En El Engaño

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Bueno, antes que nada, vives en el engaño. El pecado imperdonable tiene un gran poder para engañar. Uno de los pasajes más aterradores del NT está enlazado en este contexto:

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2 Tesalonicenses 2:11–12 (RVR60)

11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

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"Espere un minuto, pastor. Vuelva a leer eso. Lo leyó mal. Es el diablo quien engaña a la gente, no Dios".

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No, leí bien. Lo leí bien. Leíste bien - "or esto Dios les envía un poder engañoso, - bueno, ¿por qué Dios haría eso? - "para que crean la mentira..." -

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"Bueno, espera un minuto. Dios no quiere que la gente crea una mentira. Eso es cosa de Satanás. Él quiere que la gente crea la verdad. Ese es Jesús".

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Pero, según esta escritura, hay una causa que impulsó a Dios a enviar el "poder engañoso". ¿Por qué? - "para que crean la mentira...:" - bueno, sigamos leyendo, y se pone peor -

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"a fin de que sean condenados" - Dios envía poder engañoso, para que crean la mentira -

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¿Por qué? Bueno, verás - "todos los que no creyeron a la verdad, " - no es que no hayan oído la verdad.

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Rechazaron la verdad. Ellos - "no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia." (2 Tesalonicenses 2:11-12).

Ahora, presta mucha atención. En este pasaje de la Escritura, lo contrario de la verdad no es el error; es injusticia

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Verá, la gente a menudo piensa que la elección es entre la verdad y el error. Pero no es.

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Hay personas aquí hoy que están convencidas de que lo que digo es verdad, pero todavía no entregan su corazón a Jesucristo.

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¿Sabes porque? No es que no crean. Es sólo que no se someten a lo que creen.

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Oyen la verdad, pero no creen en la verdad.

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¿Y por qué no creen la verdad? Porque se complacen más en la injusticia.

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Por lo tanto, se enfrentan a una elección. Si recibo la verdad, significa que tendré que cambiar mi estilo de vida, porque la verdad tiene ciertos requisitos.

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La verdad no es simplemente interesante; ella es perturbadora

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Cuando escuchas la verdad y obedeces la verdad, cambia tu vida.

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Entonces un hombre dice: "Si obedezco a la verdad, debo volverme de mi iniquidad.

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Aquí está la verdad; aquí está el pecado. Elijo mi pecado".

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Y cuando hace eso, peca contra la luz y hace algo muy terrible, algo muy horrible: se complace en la injusticia.

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Ilustración

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Déjame ver si puedo ilustrarte esto. Aquí hay un hombre que viene a la iglesia un domingo por la mañana. El pastor probablemente no predica lo suficiente sobre el diezmo, pero sabe que debe predicar sobre el diezmo porque tiene que predicar todo el consejo de Dios. Y así, un domingo, este hombre no salvo va a la iglesia. Está el pastor, y predica sobre el diezmo. Este hombre comienza a quejarse y a irritarse. Y se dice a sí mismo: "¡Dinero, dinero, dinero! ¡Todos están hablando de dinero! ¡Solo están tratando de conseguir tu dinero en esa iglesia!" Este hombre tiene un dios. Su dios es el oro; su credo es la codicia; y su lema es, "Consigue todo lo que puedas". Así que cuando el predicador empieza a hablar de dar, se refiere al dios de este hombre. Este hombre comienza a enfurecerse y dice: "No voy a volver" - oh, olvidé decírtelo. Estuvo allí hace un año cuando el predicador predicó sobre el diezmo. Y el diablo dijo: "Ahora es tiempo de que regreses. Él va a predicar de nuevo un año después". Ahora lo sabe mejor. Nunca se detiene a preguntar: "¿Es esto cierto?" Nunca se detiene a preguntar: "¿Está el predicador predicando la Palabra de Dios?" Él nunca se detiene a preguntar al respecto. No. Él no quiere saber. Así, se enfrenta a la verdad ya la injusticia, que en este lugar es la codicia. Así que se va, murmurando que nunca volverá.

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Unos meses más tarde, está sentado en su casa el domingo por la mañana. La esposa y los niños iban a la iglesia. Estaba sentado viendo la televisión cuando alguien llamó a la puerta. Son dos de los Testigos de Jehová Falsos. Dicen: "Estamos aquí para decirles que no existe el infierno". Él dice: "Adelante, adelante". Oye y cree una mentira.

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Usted dice: "Bueno, él era sincero". Estaba sinceramente equivocado, tiene sobre él, "un poder de seducción, para que crea la mentira a fin de ser condenado", ¿Por qué? ¿Por qué nunca ha oído la verdad? No. Porque escuchó la verdad pero eligió su pecado podrido sobre la verdad.

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2 Tesalonicenses 2:11–12 (RVR60)

11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Estoy convencido de que muchos de los que una vez estuvieron con nosotros pero ahora están en los cultos de la Nueva Era, muchas personas que tienen todo este tipo de creencias extrañas, están allí porque cuando escucharon la verdad, rechazaron la verdad.

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Se complacieron en su pecado, siguieron su pecado; y el equipaje de vuestro pecado es engaño y mentira.

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Pero es el pecado mismo lo que les hace llevar este equipaje. Pecan contra la luz. Cuando un hombre hace esto, cruza el límite que separa al hombre de la gracia y el juicio eterno. Y nunca podrá ser salvado de nuevo.

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Conclusión

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¿Dónde está ese punto? ¿Dónde está el punto donde un hombre cruza el umbral? Yo no sé.

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Pero ante cada hombre no salvo hay un punto de no retorno. Y si sientes algún deseo de venir a Jesucristo, ¡debes hacerlo de inmediato!

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Usted dice: "Pastor, solía pensar que si una persona cometía el pecado imperdonable, sería atormentada día y noche".

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No, estás equivocado. Estará en perfecta calma. No te preocuparás ni un poco por eso.

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Si te preocupa haber cometido el pecado imperdonable, gracias a Dios, no lo has hecho.

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Si quieres ser salvo, puedes ser salvo. "Pastor, creo que he cometido el pecado imperdonable. ¿Hay esperanza para mí?" ¡Por supuesto! Si quieres ser salvo, ven.

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El que quiera puede venir.

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Cuando cometes el pecado imperdonable, ya no lo quieres, porque es el Espíritu Santo de Dios obrando en ti para atraerte a Jesucristo.

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Si tienes un deseo de venir a Jesús, ven hoy; y te prometo, con la autoridad de la Palabra de Dios, que Él te salvará.