La ordenanza del bautismo

Mateo 28:16–20

16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Introducción

El bautismo es una ceremonia ordenada por El Señor antes de ascender al cielo, cuando había recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.

En este acto el creyente sella un pacto de unión con el Señor parecido al pacto matrimonial.

Bautizar es una palabra griega: Baptisma que significa: inundar, sumergir, cubrir completamente con agua, mojar, bañar.

El principal elemento para efectuar el bautismos está el agua. Marcos 1:8 “Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.”

Aunque el bautismo no tiene atributos de salvación, tampoco es posible ser salvo sin ser bautizado. Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

Significado del agua

El agua es un elemento sumamente importante para la vida, y es también útil para la limpieza.

En la ley se utilizaban dos elementos para la purificación: El agua y el fuego.

El agua que se utilizada para purificación ceremonial:

Números 19:11-12 “El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días. Al tercer día se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.”

Éxodo 30:20 “Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová.”

El fuego:

Número 31:23 “todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.”

El fuego se utilizaba para purificar porque destruía lo malo, mientras que el agua es más noble porque no destruye, solo limpia.

Por el Juan el bautista menciona el bautismo de fuego: Mateo 3:11-12 “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.”

El bautismo en agua es para purificación por medio de la regeneración, el bautismo en fuego es para purificación por medio de la destrucción: 2 Pedro 3:7 “pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”

Activación

Sobre la base de la previa confesión de fe en Jesucristo, es necesario el bautismo para la activación de las promesas de salvación, donde se unen dos cosas, el agua que en si misma no tiene validez para bautizar, pero unida a la Palabra se activa ese poder: Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”

Declaración: “[Nombre] luego de haber confesado tu fe en el Señor Jesucristo y de haberlo aceptado como tu salvador personal, yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”

En el bautismo hay perdón de pecados: Hechos 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Morir al pecado: Romanos 6:3-4 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”

Nacer de nuevo: Juan 3:5 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

Una persona que entrega su corazón a Cristo en el lecho de muerte es posible que sea salva sin ser bautizada, pero estos casos deben ser extremadamente raros, pues creemos que hemos sido escogidos de antemano para salvación: Efesios 1:4 “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”

Un tercer elemento para validar el el bautismo es que debe ser efectuado por un ministro de Dios. Efesios 4:11-12 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,”

El bautismo en la iglesia primitiva

La iglesia primitiva bautizaba a las personas adultas que aceptaban a Cristo.

Debido a que los cristianos que venían de una cultura pagana desconocían la Biblia (a diferencia de los convertidos judíos), era necesario instruirlos en la Biblia antes del bautismo.

Los discípulos de los apóstoles escribieron la Didajé, un catecismo con la instrucción cristiana. Catecismo = instrucción oral en griego

Los candidatos a bautismo eran llamados catecúmenos (estudiantes), eran apadrinados por un cristiano madura quienes les daban atención y seguimiento en sus primeros pasos, debían recibían al menos dos años de instrucción antes de ser bautizados.

Los bautizos se realizaban el sábado de gloria para simbolizar la muerte y resurrección de Cristo.

Durante el bautismo se les pedía que renunciaran a Satanás y sus obras malvadas, eran rociados con agua tres veces (en el nombre de la trinidad)

Debían recitar el credo bautismal, debían hacer la señal de la cruz en su frente y pecho para indicar que estaba unida con la muerte y resurrección de Cristo.

Se presentaban en ayuno y vigilia de sábado a domingo, para participar de la Cena del Señor el domingo de resurrección.

Se les daba leche y miel para indicar su posesión en la Canaán celestial.

También se ponía sal en la boca: Marcos 9:50 “Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.”

Eran ungidos con aceite, se les imponía las manos para liberarlos de influencia demoniaca y eran vestidos de blanco para simbolizar su revestimiento de Cristo. Gálatas 3:27 “porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.”

Algunas de estas costumbres todavía se practican en algunos lugares, tanto por evangélicos como católicos.

El bautismo en el Antiguo Testamento

2 Pedro 3:5 “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,” La unión del agua con la Palabra activaron el poder de Dios para una nueva creación, de la misma manera en el bautismo somos convertidos en una nueva criatura. Juan 3:5 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

1 Pedro 3:20-21 “los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,” En el bautismo encontramos salvación de la condenación eterna. Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”

1 Corintios 10:1-2 “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar,” Así como, al cruzar los israelitas el mar rojo fueron liberados de la esclavitud de Egipto, así, al ser bautizados somos liberados de la esclavitud del pecado.

Colosenses 2:11-12 “11En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” La circuncisión es una señal de pacto, donde la remoción del prepucio simboliza la eliminación de la naturaleza de pecado y el inicio de un pacto de santidad y fidelidad a Dios.

Conclusión

El bautismo no debe ser tomado a la ligera, aunque es una ceremonia en la que algunas veces participan personas no regeneradas, las cuales no recibirán los beneficios de la salvación, debemos tomarla con mucha seriedad y temor, pues lo celebramos principalmente porque es un mandato de Cristo.

El bautismo es una orden que debemos cumplir, también un pacto en el que el creyente se une a la iglesia universal y también local, por tanto, no puede ser despreciado ni tampoco ignorado.