CRISTO NUESTRA META POR ALCANZAR. Parte 2.

INTRODUCCIÓN:

Vimos la noche anterior, que el Sermón del monte, o de la montaña, tiene un sin número de enseñanzas que debemos aprender de Cristo y ponerla en practica en nuestra vida, considerando que cada uno de nosotros, tenemos a Cristo como nuestra meta por alcanzar.

En los versículos del 3—12, de Mateo 5 nuestro Señor y Salvador da ocho características de la gente bienaventurada que para nosotros representan las gracias principales del cristiano,

Recordamos que:

Bienaventurado (Makarios), significa felices, afortunados, dichosos, doblemente bendecido.

Las dos primeras bienaventuranzas que estudiamos son:

A. LOS POBRES DE ESPÍRITU SON BIENAVENTURADOS(v.3).

Que implica que, es conscientemente dependiente de Dios y no de sí mismos, aquellos que son “pobres” interiormente; incapaces de agradar a Dios por ellos mismos, que se duelen por su culpa y tiene sed de un redentor.

B. LOS QUE LLORAN SON BIENAVENTURADOS.(v. 4).

Son aquellos que, lloran, producto de una tristeza santa que obra verdadero arrepentimiento, vigilancia, mente humilde y dependencia continua para ser aceptado por la misericordia de Dios en Cristo Jesús, hablamos de aquellos que tienen una gran necesidad de arrepentimiento genuino, de la necesidad de Dios, para alcanzar el perdón, para practicar el perdón, para vivir de acuerdo a su voluntad.

Estos dice el texto, serán consolados por Cristo, por su Espíritu, en fin por Dios, que es padre de toda consolación( 2 Corintios 1.3).

Hoy vamos a estudiar DOS bienaventuranzas más que Jesús enseñó, y cada uno de nosotros debemos examinar como se aplican a nuestras vidas en Cristo.

III. LOS MANSOS SON BIENAVENTURADOS.(V.5).

Mateo 5:4 RVR60

4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Cuando leemos esta tercera bienaventuranza, una vez más podemos decir, depende de la primera de ser “pobre de espíritu”, para Dios.

Pero, además puedo ser desconcertantes para los que la escucharon, y lo puede ser para nosotros, Jesús habla de ser mansos, algo extraños para ellos los oyentes iniciales, y dificil para nosotros en este tiempo.

¿Por qué?

Tanto los oyentes de Jesús, como nosotros ahora, estaban acostumbrados a actuar espiritualmente orgullosos y auto suficientes, eran expertos en mostrar una fachada religiosa, o piadosa.

Entonces, es posible, que nos choque las palabras de Jesús: “Bienaventurado los Mansos”.

Cuando Jesús enseña acerca de los mansos, habla de aquellos que son verdaderamente humildes y amables y tienen un correcto concepto de sí mismos.

“Manso” (Praeis) en griego, se traduce como “suave” o “benigno”.

“manso” en las otras tres veces que aparece en el N.T, tales como Mateo 11:29; 21:5; 1 P. 3:4

Mateo 11:29 RVR60

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

Mateo 21:5 RVR60

5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

1 Pedro 3:4 RVR60

4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

Entonces, cuando Jesús habla de los mansos, está describiendo al hombre de carácter, suave, apacible, dócil, dulce, benévolo, considerado y modesto.

Hablamos de aquellos que son humildes, no pretencioso, y dispuesto a sufrir ofensas sin reaccionar.

El discípulo manso es el que aprende-de, se-somete-a, y obedece-a su Rey. Jesús es el ejemplo máximo de la mansedumbre, pues se sometió y obedeció radicalmente al Padre y su voluntad.

La mansedumbre depende del nuevo nacimiento; es don de Dios y fruto del Espíritu Santo (Gál. 5:23).

Gálatas 5:23 RVR60

23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Por último, Jesús dice, los mansos [y solamente ellos] …heredarán la tierra, y esto es una declaración acerca del reino mesiánico por venir, donde los mansos disfrutarán de todos los derechos y privilegios, en este reino.

Entonces, podemos decir que Jesús está hablando de aquellos que se convierten a él, además de ser una promesa es también un llamado de parte del rey.

La cuarta bienaventuranza es:

IV. LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, SON BIENAVENTURADOS.(V.6).

Mateo 5:6 RVR60

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

La expresión, puede traer en nosotros un pensamiento contradictorio.

Por un lado, el hambre y sed son dos condiciones trágicas para un número creciente de personas en el mundo, pero por otro lado desde el punto de vista médico el hambre y sed son señales de vida y salud.

Hambre y sed expresan una conciencia de aguda necesidad de algo esencial para la vida.

En cuanto a la “ justicia”, de acuerdo al contexto puede tener dos significados:

A. Sed por la justicia personal, el ser y hacer lo que es recto según las normas de Dios.

B. Pasión por establecer y extender el reino de Dios entre los hombres.

Ambos conducen al crecimiento espiritual y a la felicidad.

¿Qué quiso enseñar Jesús en concreto en esta bienaventuranza?

Jesús llama bendecidos a aquellos que tienen la necesidad(hambre y sed)urgente de la justicia de Dios en sus vidas, porque ellos tendrán la completa satisfacción de ver la manifestación de la justicia de Dios en su propia vida y en el mundo, parcialmente ahora y perfectamente en la vida eterna.

Una vez más podemos ver que esta enseñanza es una gran enseñanza para nosotros, pero también un llamado, cada uno de nosotros que somos cristianos, debemos tener hambre y sed (necesidad) de Justicia de Dios, no podemos vivir la vida cristiana, sin vivir una vida recta delante de Dios y sin pasión de establecer y extender su reino.

CONCLUSIÓN:

Reflexionemos:

¿Cómo recibimos esta enseñanza?,

¿Somos mansos?,

¿Tenemos hambre y sed de justicia?

Si es así , entonces, Cristo es nuestra meta por alcanzar y hay promesas de Dios, para nosotros:

Heredaremos la tierra.

Seremos saciados( completa satisfacción).