Una piedra restaurada
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Basado en el Discipulo Pedro.
Texto: Hechos 4:13
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
Propósito: Analizar la vida de Pedro, y como al convertirse en un discipulo de Jesus, su vida fue restaurada.
Introducción: Cuando recordamos a los 12 discipulos que siguieron a Jesus, podriamos pensar en temperamentos muy diferentes, pero si pensamos en una persona imprudente, quiza con actitudes hacia la defensiva y rudo; no es posible evitar pensar en el discipulo Pedro.
Este era un hombre que buscaba de todas las maneras destacarse, y mostrar que tenia las aptitudes correctas para los trabajos mas importantes que requiriera el Maestro.
Pedro fue uno de los discípulos más íntimos de Jesús y tal vez el más famoso dentro de los elegidos de Cristo. Su nombre era originalmente “Simón” (o “Simeón”, que signifca “oído”), un nombre común en su época. Era Hijo de Jonas.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
y su madre no se menciona en las Escrituras. Su hermano menor se llamaba Andrés, que fue quien primero lo llevó a Jesús.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
Era oriundo de Betsaida, ciudad situada en la costa occidental del Mar de Galilea. Fue educado allí, junto a las márgenes del Mar de Galilea y se le enseñó el oficio de pescador. Es probable que su padre hubiera muerto cuando él era joven; y que Zebedeo y su esposa Salomé se hicieron cargo de él.
El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús.
Algunas mujeres miraban de lejos, entre ellas, María Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José), y Salomé.
Entre ellas estaban María Magdalena, María (la madre de Santiago y José), y la madre de Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo.
En esta región, Simón, Andrés, Santiago y Juan pasaron su niñez y juventud, en compañía unos de otros. Simón y su hermano gozaron de todas las ventajas de una buena educación religiosa, siendo instruidos desde muy pequenos en el conocimiento de las Escrituras y de las profecías relacionadas con la venida del Mesías. Es probable, sin embargo, que no hubieran tenido ninguna instrucción especial en lo que se refere a la ley bajo la tutela de cualquiera de los rabinos. Cuando Pedro fue llevado ante el Sanedrín, fue visto como un...
Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
Pero un día Simón fue llamado “Pedro” por Jesús, que signifca “piedra”
Ahora te digo que tú eres Pedro (que quiere decir “roca”), y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.
Frase introductoria o Pregunta: En este mensaje vamos a aprender algunas “lecciones de piedra”, no solo porque serán extraídas de la vida de Pedro, sino porque son eternas, como las piedras.
Mensaje:
I. PIEDRA ACTIVA: Para entender lo precipitado que era este discípulo necesitamos conocer su historia. Pedro era galileo no solo de ciudadania sino tambien de manera de ser. Sabemos que en diferentes regiones de nuestro pais tenemos culturas muy marcadas, por ejemplo los costenos, los santandereanos, paisas o calenos; y esto marca mucho las maneras de ser y actuar. Los galileos tambien tenían un carácter muy propio. Su reputación era de ser independientes y enérgicos, lo que, a veces, los hacía parecer violentos. Eran mucho más francos y trasparentes que sus hermanos del sur. Relativamente en todos estos aspectos –Sinceridad, precipitados, violentos y simplicidad– Simón era un galileo genuino. Pedro era activo y actuaba muy rápido, ¡a veces sin pensar mucho! Siempre actuaba y despues pedia perdon si tocaba… no se media sino que era de accion rapida. Cuando Jesús anduvo sobre el mar, él pidió para andar también, ¡y fue el único en tener esa experiencia! Cuando Jesús estaba siendo arrestado, Pedro fue el único que actuó intentando ayudar a Jesús, en esta ocasión, cortando la oreja de Malcom con una espada. Fue reprendido por Jesús, pero su coraje impresiona. Si se presta atención, Pedro participa muy activamente en el ministerio de Jesús aquí en la Tierra. Él estaba en todas las ocasiones, aun cuando era para pasar vergüenza, cuando por ejemplo, niega a Jesús durante su juicio. ¿Dónde estaban los otros? Excepto Juan, es muy probable que si los otros discípulos hubieran estado en la situación de Pedro, también lo habrían negado; en realidad lo negaron, pues huyeron y se escondieron; sólo Pedro tuvo el coraje de aparecer.
Recuerdo a un amigo en Bogota, el es empresario y en su negocio tenia varios trabajadores, mi amigo era anciano de una de mis iglesias; un dia decidi ir a visitarlo ya que queria orar por El, y porque no, tambien por sus trabajadores. Cuando fui a su empresa recuerdo tener una reflexion y oracion con todos, pero quise ir un poco mas alla y le pedi permiso para pasar por cada lugar de trabajo y orar de manera personal con cada trabajador.
Cual fue mi sorpresa cuando algunos trabajadores me decia: “Pastor, no deje de asistir a este lugar”. yo crei que era porque mi tema les habia gustado, pero la verdad era porque su jefe, mi amigo el anciano de iglesia, era muy tosco con ellos y grosero, sin embargo mientras yo estaba presente era muy cortes.
Despues de mis visitas fui y hable con mi amigo y le mencione que la gente no veia cambios en El, su respuesta fue: “Pastor, aqui la gente debe saber quien manda, de lo contrario se relajan y no hacen lo que se les pide, ademas yo soy asi siempre he sido asi y nada ni nadie me va a cambiar”.
Asi como mi amigo, muchas personas hoy dia piensan que su manera de responder ante la situaciones que se les presenta es intriseca a ellos y por ende no pueden cambiar; muchos hoy estan atados a diferentes cosas que saben les produce un gran mal, pero consideran que jamas podran soltarse de alli.
Yo no se si quiza en este lugar hay “Piedras activas” que consideran que no pueden cambiar, que su vida ha sido tan complicada que ya se acostumbraron a vivir asi, hoy te digo que ningun caso esta imposible para Dios, solo falta que tu le creas.
II. UNA PIEDRA HUMILDE: Un día, Simón, Andrés, Santiago y Juan habían tenido una noche de pesca improductiva. Jesús apareció de pronto y, subiendo al barco de Simón, le ordenó que lanzaran las redes. Él así lo hizo, y sucedio un super milagro, porque los peces eran incontables. Pedro aterrado cayó a los pies de Jesús, diciendo:
Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
Pedro era precipitado e imprudente, pero también era humilde para reconocer sus debilidades. Fue eso lo que lo diferenció de Judas. Tanto uno como otro negaron a Jesús. Pedro podría haber tenido el mismo fin que Judas, pero su humildad sobresalió y pudo ser reintegrado a su llamado. En el episodio cuando Pedro anduvo sobre las aguas con Jesús, cuando se estaba ahogando, tuvo humildad y clamó a Cristo:
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Hasta donde nos tiene que llevar Jesus para hacernos reconocer que sin El no podremos salir de aquel vacio? No es facil reconocer que no podemos avanzar por nuestras fuerzas o capacidades, nisiquiera con los titulos pegados en una pared o dinero que tengamos, se requiere humildad; y es que la verdadera humildad no es pobreza, ni escacez de recursos, no, la verdadera humildad que se requiere de los seres humanos hoy, es de reconocer que somos insuficientes, que necesitamos ayuda, que requerimos de la direccion de alguien. Dios usa con más fuerza a personas humildes como Pedro, que tienen coraje de asumir sus errores. El orgullo es uno de los mayores obstáculos que Dios puede enfrentar para alcanzar el corazón de alguien y es el mayor obstáculo para que los cristianos sean pescadores de hombres.
Que tal si hoy decidimos decirle a Jesus: Senor yo no puedo solo, yo tengo esta o cualquiera situacion y Senor te necesito” si tu corazon clama, con humildad reconociendo la urgente ayuda de Dios, veras algo poderoso en ti.
III. UNA PIEDRA ARREPENTIDA: Pedro estuvo con Juan en la mañana de la resurrección. Entró valientemente en la tumba vacía,
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.
y
y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
Fue el primero de los apostoles que el Senor se manifesto resucitado, confriéndole, así, una señal de su honra y mostrándole cuán completamente fue restaurado en su favor
y que apareció a Cefas, y después a los doce.
Leemos después la singular entrevista que el Señor mantuvo con Pedro junto al Mar de Galilea, donde le preguntó lo mismo varias veces.
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.
Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.
Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
En esta ocasión vemos un Pedro arrepentido, dispuesto a recomenzar. ¡Este atributo es solo de los restaurados! Todos los seres humanos somos pecadores, la gran diferencia está en el arrepentimiento y no en la cantidad de pecados. Si se compara a David con Saúl, se puede ver que los dos cometieron grandes pecados. Tal vez algunos hasta juzgasen a David como más pecador, pues adulteró y mató a uno de sus mejores hombres, Urías, para quedarse con su esposa. Pero el secreto de David fue el arrepentimiento. Ese fue el secreto de Pedro también.
Y tambien puede ser la oportunidad para ti hoy, permite que Jesus pueda transformar o restaurar tu vida. El esta dispuesto a hacerlo, te repito, El Senor esta dispuesto a hacerlo, pero no lo hara si tu no lo quieres permitir.
Conclusion: ¡Cuántas lecciones de “esta piedra” conocida como Pedro! Pero la Piedra Angular en la cual estamos afrmados es Jesús y él es el único salvador. En la vida de Pedro podemos identifcar y observar cómo Dios usa piedras imperfectas como nosotros; y las lecciones más importantes de este discípulo son: actividad, humildad, arrepentimiento y capacidad misionera. Esos ingredientes son la receta para una vida cristiana saludable y digna de honra. Sea usted también una piedra en las manos de Jesús, donde él talle y haga de usted una “piedra” de valor, pero recuerde: “Las pruebas de la vida son los instrumentos de Dios para eliminar de nuestro carácter toda impureza y tosquedad. Mientras nos labran, escuadran, cincelan, pulen y bruñen, el proceso resulta penoso, y es duro ser oprimido contra la muela de esmeril. Pero la piedra sale preparada para ocupar su lugar en el templo celestial. El Señor no ejecuta trabajo tan consumado y cuidadoso en material inútil. Únicamente sus piedras preciosas se labran a manera de las de un palacio” (El ministerio de la bondad, p. 22-23).
Llamado: