El Matrimonio y el Divorcio
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
La Biblia es la Palabra de Dios.
Creo que muchos de nosotros afirmamos esta declaración.
Pero, ¿qué estamos diciendo cuando afirmamos que la Biblia es la Palabra de Dios?
Afirmamos que Dios es su autor. Aunque fue escrita por hombres (de carne y hueso) creemos que ellos escribieron bajo la dirección de Dios. Escribieron según la voluntad de Dios.
Afirmamos que la Biblia es la auto-revelación de Dios. Dios se ha dado a conocer a través de la Biblia. Por medio de la Biblia conocemos el cáracter de Dios, su personalidad, su voluntad, su plan para la humanidad, etc.
Afirmamos que la Biblia nos enseña acerca de la condición del hombre (estamos muertos en délitos y pecados) pero Dios ha enviado a su Hijo para recibir el castigo que nosotros mereciamos.
Afirmamos que la Biblia nos enseña que Jesús es el único camino hacía Dios. Aunque existen muchas religiones alrededor del mundo, creemos que existe un solo verdadero Dios y es el Dios que se ha revelaod en la Biblia.
Pero, la Biblia no es solo un libro que trata sobre temas teológicos como la identidad de Dios, el arrepentimiento, la verdadera adoración de Dios, etc.
La Biblia también trata sobre temas de la vida cotidiana.
En otras palabras, la Biblia es un libro que enseña acerca de temas que tienen que ver con ética.
La ética tiene que ver con las relaciones del hombre y los principios que rigen su conducta.
Así que creemos que la Biblia habla acerca de la conducta del ser humano en los distintos aspectos de la vida:
La conducta de un jefe de una empresa
La conducta de el esposo y la esposa
La conducta de los padres
La conducta de los hijos
La conducta de un ciudadano, etc.
Así que hoy vamos a estudiar lo que Dios enseña acerca del matrimonio y el divorcio.
En nuestra congregación tenemos una buena representación de personas:
Solteras
Casadas
Divorciadas
Viudas
Por otro lado, tenemos personas que anhelan casarse y tal vez no han encontrado la persona adecuada.
Pero, también es posible que tenemos personas que están casadas y en más de una ocasión han considerado la separación.
Y como si fuera poco, vivimos en una sociedad que no valora el concepto del matrimonio. Esto lo vemos en la manera que la sociedad:
…considera la unión libre o que ve como algo normal las relaciones intimas antes del matrimonio.
…considera que un matrimonio puede ser entre un hombre y otro hombre (o mujer y mujer). Al fin y al cabo, lo que importa es que las personas se amen.
Así que tenemos un gran reto el día de hoy porque pareciera que los valores de nuestra sociedad se oponen al concepto tradicional del matrimonio.
Pero, Dios no nos ha dejado solos - nos ha dado la brújula de su Palabra para tener dirección en cuanto a lo que creemos acerca del matrimonio.
Hoy veremos:
La oposición a Jesús
Las afirmaciones de Jesús acerca del matrimonio
La oposición a Jesús
La oposición a Jesús
Jesús ahora se retira de la región de Galilea/Capernaúm y va más allá del Jordán. Su propósito es seguir enseñando a las multitudes acerca del mensaje divino.
Levantándose de allí, Jesús se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a Él, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba.
Por los últimos seis meses hemos visto como Jesús ha enseñado a las multitudes acerca de la oración, del camino hacía Dios, del arrepentimiento, de la verdadera fe, etc.
Pero, ahora va surgir una controversia que tiene que ver con el matrimonio y el divorcio y Jesús aprovecha la ocasión para dar una enseñanza clara y contundente acerca de lo que él cree acerca del matrimonio.
Es un privilegio poder escuchar a Jesús tocar este tema porque no viene de ningún terapista, psicologo, o consejero humano - sino que Jesús revela el concepto de Dios acerca del divorcio y el matrimonio.
Así que si somos seguidores de Jesús, antes de escuchar a Jesús debemos venir con un corazón abierto y dispuesto de recibir su enseñanza.
Debemos abrazar lo que Jesús cree acerca del matrimonio y divorcio porque es la Palabra de Dios.
Debemos estar dispuestos a corregir nuestro propio concepto acerca del matrimonio y divorcio porque como seguidores de Jesús nosotros nos sometemos a la enseñanza de Jesús.
Mientras que Jesús está enseñando a la multitud aparecen los fariseos para hacerle una pregunta:
Se acercaron algunos fariseos, y para poner a prueba a Jesús, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.
Notemos que los fariseos no vienen con intenciones inocentes.
Han venido para pober a prueba a Jesús.
Han estado buscando manera de hacerlo caer.
Quiere desprestigiar el testimonio y autoridad de Jesús ante la multitud.
Pero, Jesús no va a caer en su trampa.
Ellos le preguntan a Jesús si era lícito (permitido) que un hombre se divorciara de su esposa.
Ahora, a simple vista parece una pregunta muy inocente. Es una pregunta que mucha gente podría hacer.
Pero, recordemos que ellos quieren ponerlo a prueba, quieren que Jesús caiga en su trampa.
En primer lugar, es importante entender que es el divorcio.
Un divorcio es el acto legal que disuelve un matrimonio.
Pero, para los judíos del primer siglo, el tema del divorcio era bastante controversial ya que existían dos escuelas de pensamiento.
Ambos grupos estaban interpretando Deuteronomio 24:1.
»Cuando alguien toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa,
Los judíos más estrictos, como los fariseos, seguían la enseñanza del rabino Shammai. Shammai decía que el divorcio solo se permitía si la esposa cometía un acto de adulterio.
Pero, los judíos más liberales, como los saduceos, seguían la enseñanza del rabino Hillel. Hillel decía que un hombre podía divorciarse de su esposa por cualquier razón.
Es más, existen algunos escritos de los judíos que decían que un hombre podría divorciarse de su esposa si ella le daba la comida fría o con demasiada sal.
Esta escuela del pensamiento permitía el divorcio por cualquier razón.
Así que los fariseos que hacen esta pregunta quieren que Jesús se identifique con uno de estos dos grupos - con Shammai o con Hillel.
Esto hubiera provocado un división fuerte entre la multitud.
Aparte de esto, recordemos que Juan el Bautista recién había sido decapitado porque se había atrevido decirle a Herodes que no le era lícito tener por mujer a la mujer de su hermano.
Así que los fariseos estaban haciendo una pregunta que podría presentar una ruptura fuerte entre los seguidores de Jesús y que posiblemente provocar el arresto de Jesús como en el caso de Juan el Bautista.
Pero, Jesús no pierde la cordura sino que con completa sabiduría respone con otra pregunta y los lleva al texto sagrado - a la Biblia.
Esto es lo más sabio que podemos hacer - llevar a la gente a lo que dice la única autoridad confiable.
Nuestros conceptos y opiniones están de sobra. Es la Palabra de Dios la única que no se equivoca y permanece para siempre.
«¿Qué les mandó Moisés?», les dijo Jesús.
Jesús se refiere a Moisés porque es en el Antiguo Testamento, en los primeros cinco libros de Moisés que aparece la ley de Dios acerca del matrimonio, especificamente Deuteronomio 24:1-4.
Los fariseos respondieron de manera correcta:
Ellos respondieron: «Moisés permitió al hombre escribir carta de divorcio y repudiarla».
Pero, recordemos que ellos quieren saber si Jesús cree que el divorcio solo se permite cuando una mujer adúltera o si se permite el divorcio por cualquier razón.
Sin embargo, Jesús va a ir más allá de lo que están preguntando y va a dar una exposición maravillosa acerca de lo que él cree no solo acerca del divorcio sino acerca del matrimonio.
Las afirmaciones de Jesús acerca del matrimonio
Las afirmaciones de Jesús acerca del matrimonio
El matrimonio es una institución divina
»Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y hembra.
»Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre,
Notemos que cuando Jesús habla acerca del orígen del matrimonio nos lleva hasta el huerto del Edén - nos lleva al Génesis.
En otras palabras, el matrimonio no es de orígen humano.
Y si el matrimonio no es de orígen humano, el hombre no tiene el derecho de definirlo, modificarlo, transformarlo, etc.
Por cuanto Dios es el autor del matrimonio, solo él tiene el derecho de decir que es y que no es un matrimonio.
El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
Notemos que el primer matrimonio fue unido por Dios mismo.
De la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.
Y el hombre dijo:
«Esta es ahora hueso de mis huesos,
Y carne de mi carne.
Ella será llamada mujer,
Porque del hombre fue tomada».
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Ambos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban.
Dios hizo dos seres - hombre y mujer.
Ninguno era inferior o superior al otro.
Más bien, fueron el uno para el otro, fueron distintos y a la misma vez compatibles.
Así que la definición de un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
Ninguna otra combinación puede ser un matrimonio, es decir hombre con hombre o mujer con mujer.
Tampoco sería un matrimonio un hombre con dos mujeres, o una mujer con dos hombres.
El matrimonio es la formación de un nuevo hogar.
El hombre y la mujer dejan sus propios hogares para formar un nuevo hogar.
Ambos se independizan de los lazos paternos para formar un nuevo hogar.
De hecho, una de las fuentes de tanto conflicto en muchos matrimonios es porque no han aprendido lo que significa dejar padre y madre.
Suelen ser matrimonios donde los padres tienen demasiada autoridad o voz en los asuntos del matrimonio.
…o puede ser cuando el esposo o esposa pone como prioridad a los padres en lugar de ver la prioridad de su propio hogar.
El matrimonio es el único contexto para la intimidad física.
Veamos lo que dice Jesús:
y los dos serán una sola carne; así que ya no son dos, sino una sola carne.
Cuando la Biblia dice que los dos serán una sola carne no está simplemente describiendo lo que es el matrimonio en terminos poéticos.
Está usando un lenguaje elevado, muy bonito, pero está refiriendose a la unión física/intima entre el esposo y la esposa.
La unión física entre el esposo y la esposa es la unión o la relación más intima, más privada, más exclusiva que pudiera existir en la humanidad.
Por tanto, la untimidad física fuera del matrimonio es una ofensa ante Dios porque es algo que Dios ha reservado para aquellos que son marido y mujer.
Por tanto, la intimidad física entre un hombre y una mujer soltera - es fornicación.
Cuando una persona casa tiene intimidad física fuera del matrimonio - es adulterio.
Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin deshonra, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.
¿Qué podría hacer usted en este caso?
Legalizar su matrimonio.
Confesar ante Dios que ha vivido en contra de su voluntad y corregir su situación.
Dios está dispuesto a perdonar al que confiesa y abandona su pecado.
El que encubre sus pecados no prosperará,
Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.
Dios une a los que contraen matrimonio.
»Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe».
Cuando un hombre y una mujer contraen matrimonio, es Dios quien es el testigo principal de esta unión.
Y esto aplica a toda la humanidad.
No importa que la gente sea religiosa o atea - cuando un hombre y una mujer contraen matrimonio Dios es testiga de su unión.
El matrimonio es para toda la vida.
Es por eso que Jesús enfatiza que el hombre no tiene el derecho de separar lo que Dios ha unido.
Dios fue testigo de la unión y ningún ser humano tiene el derecho de separar la unión que Dios mismo ha atestiguado.
Así que el problema de los fariesos era que ellos estaban buscando como escapar de su responsabilidad matrimonial.
Unos solo permitían el divorcio en caso del adulterio.
Otros permitían el divorcio por cualquier razón.
…pero Jesús les recuerda que la voluntad de Dios en el principio fue el matrimonio entre un hombre y una mujer para toda la vida.
Es por eso cuando se intercambian los votos matrimoniales, el esposo y la esposa afirman:
En el Nombre de Dios, yo, [Nombre]., te recibo a ti, [Nombre]., para ser mi esposa, desde hoy en adelante, para tenerte y conservarte, en las alegrías y en las penas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe. Este es mi voto solemne.
Tristemente, en la sociedad que vivimos el divorcio cada día es más común, no solo entre gente que no cree en el evangelio sino aún entre los que profesan fé en Jesús.
El divorcio lo vemos como algo normal en lugar como algo excepcional.
…y a final de cuentas hemos vuelto a la misma situación del primer siglo cuando:
Muchos se divorciarían solo en caso de un adulterio...
…y muchos otros se divorciarían por cualquier razón - ya no te amo, no tienes paciencia, una enfermedad, problemas financieros, etc.
Dios permitió el divorcio a causa de la dureza de nuestro corazón.
Aunque creemos que la unión matrimonial es para toda la vida, creemos que vivimos en un mundo caído.
Vivimos en un mundo donde el hombre está expuesto a tentación, a la traición, a la violencia contra su conyugue, al abuso emocional/psicologico, etc.
Entonces, a causa de la dureza del corazón del ser humano - es que existe el divorcio.
Entonces Jesús les dijo: «Por la dureza del corazón de ustedes, Moisés les escribió este mandamiento.
Esto quiere decir cuando ocurre un divorcio estamos viviendo los efectos del pecado.
Un divorcio señala el egoismo, la vanidad, el orgullo, la falta de perdón, la falta de comprensión de uno o de ambos conyugues.
Existen tres razones por las cuales puede proceder un divorcio:
Adulterio
Abuso
Abandono
…pero, ¿por qué es que pueden proceder al divorcio? Por la dureza del corazón del hombre.
Por cuanto no hay arrepentimiento, confesión, y abandono de pecado - la alternativa es el divorcio.
Un divorcio ilegítimo resulta en el pecado de adulterio
Ahora, notemos que Jesús aclara a sus discípulos una realidad muy importante acerca de los que se divorcían de manera ilegítima.
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto.
Y Él les dijo*: «Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella;
y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
El hombre que se divorcia de su mujer por razones ilegítimas comete adulterio.
La mujer que se divorcia de su marido comete adulterio.
Conclusión
Conclusión
Podríamos el día de hoy terminar pensando como los discípulos:
Los discípulos le dijeron*: «Si así es la relación del hombre con su mujer, no conviene casarse»
Pero, la realidad es que al pensar en las afirmaciones de Jesús sobre el matrimonio nos debe motivar ir a Dios:
A los solteros - guíame para hacer una buena elección de la persona con quien me he de casar. Ayudame a guardar mi vida pura hasta el matrimonio.
A los solteros que han cometido fornicación - Jesús, tú moriste por personas como yo. Creo en tu perdón, confieso mi falta y ayúdame a vivir en santidad.
A los que viven en unión libre - Jesús, confieso que no estoy viviendo de acuerdo a tu voluntad pero hoy reconozco mi falta. Ayúdame a resolver mi situación y resolver mi relación.
A los que están casados - Jesús, ayúdanos en nuestro matrimonio, danos comprensión el uno para con el otro, somos pecadores y necesitamos tu ayuda, fortalece nuestro matrimonio porque nuestro matrimonio no va a terminar en el divorcio.
A los que se han divorciado - Jesús, sana mi corazón. Ayúdame a perdonar. Confieso mi falta en lo que yo haya contribuído a la ruptura de mi matrimonio.
La realidad es que la gracia de Dios se extiende a cada uno de nosotros.
Ninguno estamos excluídos de su gracia.
Hay perdón y esperanza para todo aquel que se acerca a Dios contrito y humillado - y tengamos seguridad que alcanzaremos misericordia.