Guerra Espiritual - 4
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Repaso
Repaso
En la guerra espiritual tenemos tres enemigos:
La carne
El mundo
El diablo
La carne se refiere a nuestra naturaleza pecaminosa que se inclina al mal.
Tenemos una percepción distorcionada y por eso llamamos malo a lo bueno, y llamamos bueno a lo malo.
Aunque somos creyentes, seguimos teniendo una naturaleza pecaminosa.
Para luchar contra la carne, es importante:
Reconocer que poseemos una naturaleza pecaminosa
Reconocer cuando nuestros deseos son producto de nuestra carne / naturaleza pecaminosa
Pedir a Dios fortaleza para resistir la carne y poder hacer lo que a Dios le agrada
Hoy estaremos considerando los siguientes dos enemigos:
El mundo
El diablo
El Mundo
El Mundo
En la Biblia la palabra “mundo” se usa para referirse a:
El lugar fisico donde vivimos los humanos
A las ideas, corrientes de pensamiento, o formas de vivir que van en contra de la voluntad de Dios.
Pablo describe al mundo de esta manera:
Romans 12:2 (NBLA)
Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.
En este pasaje, la palabra “mundo” se refiere a las formas de pensar/actuar de cada siglo.
En otras palabras, en cada uno de los tiempos de la historia existen ciertas formas particulares en que la gente del mundo pinesa y actúa. Algunos ejemplos:
Los aztecas/mayas sacrificaban humanos a los dioses para tener una cosecha prospera
Los norteamericanos esclavizaban a los de raza negra y los consideraban inferiores o subhumanos
La revolución sexual introdujo la promiscuidad, la píldora anticonceptiva, el divorcio fácil, etc.
La exhortación de Pablo, es que los Romanos debían resistir las corrientes de pensamiento de este mundo.
No debían dejarse influenciar por ellas.
Debían resistir su forma de pensar y dejarse moldear por la Palabra de Dios.
Los valores revelados en la Biblia debían controlar su forma de vivir y no los valores de este mundo.
El objetivo de Satanás es cambiar nuestra forma de pensar acerca de las cosas.
Cuando Satanás cambia nuestra forma de pensar, entonces ha logrado cambiar nuestro comportamiento.
Por tanto, nuestra mente debe estar constantemente siendo transformada/renovada por la Palabra de Dios.
La palabra “transfórmense” viene de la palabra “metamorfosis”. Así que todos los creyentes necesitamos ser transformados en nuestra forma de pensar.
Una persona que no es creyente tiene ciertos valores y conceptos.
El creyente ha sido perdonado y a lo largo de su vida necesita ser renovado en su forma de pensar de tal manera que comienza adoptar los valores/principios de Dios y abandona los valores de este mundo.
Muchos hemos escuchado de iglesias mundanas, cristianos mundanos.
Realmente es un error hablar de iglesias mundanas y cristianos mundanos.
Es posible que estamos refiriendonos a iglesias o cristianos que se han dejado moldear por este mundo en lugar de ser moldeados por la Palabra de Dios.
El único remedio para luchar contra este mundo, es la meditación y estudio de la Palabra de Dios porque es la que moldea/renueva nuestra mente.
El Diablo
El Diablo
El diablo y los demonios constantemente están estudiando el comportamiento y vida de cada ser humano y pacientemente esperan el momento para atacar.
James 1:14 (NBLA)
Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión.
Pablo afirma en Santiago 1:13 que Dios no tienta a nadie.
Somos tentados por nuestras propias pasiones, según nuestra carne.
Bueno, el Diablo y los demonios utilizan esta realidad para atacarnos según la debilidad de cada uno.
Satanás tiene un solo objetivo - nuestra destrucción.
Su meta está definida.
Su tiempo está limitado.
Su persistencia es constante.
Por tanto, Pablo describe la actitud de Satanás de esta manera:
Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.
Satanás quiere cambiar nuestra forma de pensar.
Recordemos que la guerra espiritual siempre tiene el mismo patrón - cambiar nuestra forma de pensar para así cambiar nuestro comportamiento.
Jesús mostró como Pedro había hablado pues no estaba pensando conforme al propósito de Dios:
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Tomando aparte a Jesús, Pedro lo reprendió: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá»
Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: «¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres».
El diablo y los demonios harán todo lo posible para introducir conceptos erroneos:
Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Entonces, el ataque de Satanás no es físico sino mental.
Siempre estará haciendo lo posible para lanzar dardos de confusión y error contra el ser humano.
Veamos como cayó Uzías el rey de Israel:
Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al Señor su Dios, pues entró al templo del Señor para quemar incienso sobre el altar del incienso.
En este caso, Satanás logró infiltrar la mente y corazón de Uzías y lo llenó de orgullo.
Habiendo cambiado su mente, ahora Satanás ha logrado que Uzías comienze a actuar en contra de la voluntad de Dios.
Hay un mal en particular, que muestra la guerra que da Satanás contra el creyente - la ira.
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.
Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo,
ni den oportunidad al diablo.
En este pasaje nos damos cuenta que Pablo hace una conexión directa entre la ira y el diablo.
La ira siempre comienza en nuestra mente.
Pensamos que nos insultaron, nos humillaron, nos insultaron, etc.
En la mente maquinamos un sin fin de pensamientos. Muchas veces son pura fantasía y que no tienen nada que ver con la realidad.
…pero, poco a poco Satanás introduce aún más pensamientos que logran que estallemos con ira contra los que nos rodean.
Terminamos dando lugar al diablo y estallamos con ira.
Cuando mi corazón se llenó de amargura,
Y en mi interior sentía punzadas,
Entonces era yo torpe y sin entendimiento;
Era como una bestia delante de Ti.
Así quiere Satanás dominarnos.
Así quiere Satanás lograr que actuemos - como una bestia sin entendimiento controlada por nuestros impulsos y no por una mente renovada/transformada por la Palabra de Dios.