Consejo y oración para hoy
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16 de agosto
16 de agosto
Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina,
No es agradable hablar de la muerte, especialmente en estos tiempos en que muchos experimentan el dolor que produce.
Una expresión que escuchamos cuando alguien muere, tiene que ver con la causa de su muerte: Lo mató el el cáncer, lo mató la covid, lo mató la violencia en que vivimos.
Al ver la batalla perdida, Saúl no quiso que la causa de su muerte fueran los filisteos, él decidió erróneamente ser la causa de su propia muerte, él se quitó la vida.
El cronista nos dice que, Saúl desde mucho antes había perdido su vida y el reino que Dios le había dado, porque...
Había actuado infielmente con Dios al transgredir su ley, ofreciendo sacrificios que solo el sacerdote Samuel podía hacer.
Había actuado desobedientemente contra la Palabra de Dios, al no destruir a los amalecitas que habían sido entregado en sus manos, dejando lo mejor del ganado y mujeres vivos para él y sus soldados.
Había actuado neciamente al consultar a una adivina en vez de consultar a Dios, esta fue la causa final por la que Saúl perdió su vida y el reino fue traspasado a David.
Dios nos ha dado una vida, un matrimonio, una familia, una fuente de provisión, pero al actuar infielmente contra él, al desobedecer con rebeldía el consejo de su palabra y no buscarle con confianza, para pedir su dirección por nuestra necedad, ponemos en grave peligro nuestra propia vida y nos enfrentamos a la posibilidad de perder lo que él nos ha dado.
Antes de que las crónicas de mi propia vida, resalten los errores que me han conducido al fracaso, debo buscar con arrepentimiento restaurar mi relación con Dios, pedir perdón por desobedecerle y confiar que sus promesas de salvación se cumplirán en mi vida.
Ni rebelión, ni desobediencia, ni desconfianza son las palabras que deben describir mi relación con Dios, cuando él me da la oportunidad de construir un vida de bendición, un matrimonio fiel, una familia feliz, un ministerio fructífero.
Voy a buscar en el registro de mi vida los hechos que necesitan ser llevados al trono de la gracia para alcanzar perdón y paz en Jesucristo.
Oremos,
Padre, tu palabra es el martillo que quebranta el corazón que se rebela, el corazón que desobedece, el corazón que desprecia tu amor. Cambia el mío si tu encuentras una causa por la cual me haya vuelto contra ti.
Gracias porque se que solo por tu misericordia no he sido consumido, tu gracia y fidelidad han sido mas grandes que mi rebelión y mi pecado.
Oro Padre para que cada día tu Espíritu me haga volver a ti, reprenda mi rebelión y desobediencia, y me aconseje cuando quiera dejar de confiar en tus palabras.
Padre te pido por los que en este momento están pasando por un momento de crisis a causa de sus propios errores, que los están llevando a perder lo que tu les has dado: matrimonio, familia, trabajo, que puedan ver a aquel que les amó tanto que por causa de su pecado ya murío por ellos en la cruz.
Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Para consejo y oración escribe a: sbustilloier@gmail.com