Fe en medio de la tribulación.
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Tema: Fe en medio de la tribulación.
Texto: Salmo 30.1 – 5
1 Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado, Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.
Propósito general: Aliento
Propósito específico: Animar a todos aquellos que mientras pasamos pruebas difíciles en la vida podemos siempre mantenernos tomados de la esperanza de nuestro fiel Dios.
Bosquejo:
v.2 – El clamor en medio de la prueba.
v.3 – 4 – Recordar la santidad de Dios.
v.5 – Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.
Oración de transición: Este pasaje de las Escrituras nos enseña a vivir con la esperanza del mañana, que a través del sufrimiento momentáneo podemos aprender a descansar en la soberanía de Dios.
Introducción:
Ha notado que muchos tenemos el problema de aferrarnos a lo terrenal… pero lo negamos.
Ej.: Nombre de misceláneas, negocios, transportes… incluso hasta en las generaciones…
Estamos tan aferrados a lo terrenal… incluso cristianos, que hemos olvidado la importancia de lo eterno.
Pensamos en lo que vamos a dejar, no en lo que vamos a alcanzar.
Y es cierto que los males, los problemas nos hacen sentir de esa manera, así que lo mejor que podemos hacer en medio de esos problemas, es clamar al que nos ha dado la esperanza que venceremos, que alcanzaremos la victoria eterna.
Desarrollo:
v.2 – El clamor en medio de la prueba.
¿Qué nos permite esperar hasta el mañana? - La fe en nuestro Dios bueno y soberano.
La noche es larga… el lloro desconsolado… pero todo cambia cuando vivimos con esperanza.
Ej.: Diferencia entre enfrentar las pruebas tomados de la mano de Dios con aquel que enfrenta la prueba solo.
Algo que debemos comprender es que la soberanía de Dios no elimina el dolor que afrontamos en la vida.
La soberanía de Dios hace que ese mal obre para nuestro bien.
La biblia nos muestra a grandes hombres y mujeres de fe, que fueron usados por Dios para hacer grandes cosas… grandes instrumentos en sus manos… fueron usados por Dios, pero no fueron librados de todos los males.
Pablo… 2 Corintios 11.23-28
23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.
24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar;
26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;
28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.
Así como un general del ejército presume sus medallas en su uniforme… Pablo presume su sufrimiento…
“¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más!
He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.
En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos (195 azotes)
Tres veces me azotaron con varas.
Una vez fui apedreado.
Tres veces sufrí naufragios.
Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar.
He estado en muchos viajes muy largos.
Enfrenté peligros de ríos y de ladrones.
Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles.
Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares.
Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.
He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir.
He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer.
He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Y, además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias.”
Es solo cuando comprendemos la profundidad del sufrimiento de Pablo y el dolor que soportó, que nos quedamos asombrados de que pudiera llamar tales cosas leves y momentáneas; lo dice en 2 Corintios 4.17
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
La realidad del dolor, la realidad del mal, la realidad de los problemas, nos deben hacer clamar al Señor y aprender a descansar en su soberanía; porque la realidad del dolor es temporal, la esperanza en el Señor es eterna.
v.3 – 4 – Recordar la santidad de Dios.
Esta es nuestra esperanza en medio del sufrimiento.
No hay nadie más poderoso.
No hay nadie más amoroso.
No hay nadie más misericordioso.
No hay nadie más compasivo.
No hay ningún otro Dios, sino Dios.
Sólo él es el Salvador y sólo él es Señor.
Es gracias a que Dios es santo que podemos confiar que él cumplirá sus promesas con nosotros, que su poder será usado para ayudarnos, que su misericordia será derramada sobre nosotros y que su sabiduría planeará nuestro sufrimiento y todo lo demás de tal modo que obre para nuestro bien.
v.5 – Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.
Pero la realidad del dolor es que en muchas ocasiones a duras penas podemos levantarnos, no nos sentimos con fuerzas para hacer nada.
Somos incapaces de concentrarnos. No tenemos fuerzas para orar y mucho menos para leer la biblia.
(no estamos hablando de una prueba liviana… algunos creen que porque los dejo la novia o el novio ya Dios se olvidó de ustedes ¡No! Te están dando otra oportunidad… los casados ya no podemos)
Siempre debemos tener presente que hay otros que están sufriendo más que nosotros.
Cuando enfrentamos estas pruebas Dios nos parece distante, hay interrogantes acerca de su bondad que atraviesan nuestras mentes sin cesar.
Cuando nos hallamos en medio de un dolor profundo, con frecuencia no podemos ver a Dios y mucho menos sentirlo.
El problema es que no nos gusta hacer frente a la tristeza o al sufrimiento.
Ej.: Para solucionar un problema unas cheves… un clavo saca a otro clavo… Las penas con pan son buenas… ¿no es cierto?
Porque nos han enseñado que las personas que son fuertes… no lloran.
No sabemos lidiar con el dolor. Si una persona esta llorando frente nuestro… lo que hacemos es ofrecerle agua… queremos dar respuestas fáciles, tratamos de minimizar el dolor.
Cuando escuchamos a alguien decir que siente que Dios lo ha abandonado, rápido sacamos nuestra biblia y lo bombardeamos con los versículos que hablan que Dios no abandona… Debemos llorar, debemos asimilar, sentir el dolor, darnos cuenta de lo difícil de la situación.
Cuando leemos acerca de grandes hombres y mujeres de fe en la biblia y escuchamos su sufrimiento… inmediatamente es seguido por su triunfo a través de Cristo.
La promesa de liberación de Dios no significa que Él los librará inmediatamente. Para muchos la liberación de la enfermedad llega con la muerte.
Encontramos en el libro de los salmos, el salmo más desalentador de la escritura… Salmo 88 (sabe que en los salmos encontramos todas las emociones que el ser humano puede sentir)
Cántico. Salmo para los hijos de Coré. Al músico principal, para cantar sobre Mahalat. Masquil de Hemán ezraíta.
1 Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.
2 Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor.
3 Porque mi alma está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol.
4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza,
5 Abandonado entre los muertos, Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, De quienes no te acuerdas ya, Y que fueron arrebatados de tu mano.
6 Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos.
7 Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah
8 Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir.
9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos.
10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah
11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón?
12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y tu justicia en la tierra del olvido?
13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová, Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.
14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Yo estoy afligido y menesteroso; Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.
16 Sobre mí han pasado tus iras, Y me oprimen tus terrores.
17 Me han rodeado como aguas continuamente; A una me han cercado.
18 Has alejado de mí al amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.
El autor de este salmo inicia con tristeza y termina con tristeza. No pasa de la tristeza al gozo como en otros preciosos salmos.
Dice que clamaba y Dios no le escuchaba. Se sentía como un hombre sin fuerzas – Cada día vivía esperando la respuesta de Dios que no llegaba.
Hay momentos que nos sentimos tan solos y aislados de los demás, incluso de Dios, que pareciera que estamos en lo profundo de un hoyo.
Ej.: Película “el hoyo” los de abajo son los que ya no tienen esperanza.
¿Qué aliento encontramos en un texto como este? ¿Por qué está incluido en la biblia? No hay triunfo solo dolor, desesperación y miedo.
¿Quizá haya clamado en medio de su dolor? Dios, ¿Dónde esta tu gracia? ¿Por qué no me das consuelo? Como hoy en este tiempo que vivimos.
Sabe que todo ya ha sido sentido antes, todas las preguntas que nos podamos hacer ya fueron hechas antes. No somos los primeros. No estamos solos. Y no estamos en peligro de perder nuestra fe.
Cuando sintamos que el mañana no llega y que solo estamos en lloro. Cuando nos sintamos tentados a apartarnos de Dios. Enfrentemos esta pregunta: Si no Dios, ¿Entonces quién? Si no es Dios, ¿Qué más da?
¿Podríamos crear otra religión?
¿Podríamos volvernos ateos?
¿Podríamos volvernos materialistas?
No hay esperanza, no hay mañana, no hay gozo en ninguna otra parte porque solo Dios es Dios y sólo Él es santo
7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Necesitamos aferrarnos a Dios en medio del dolor.
Ej.: Como cuando de niños nos dormíamos con el uniforme del equipo en el que jugábamos al día siguiente… Hasta con los tacos puestos. Teníamos la esperanza que llegaría el mañana.
Bueno… vayamos y descansemos siempre listos como para encontrarnos con el Señor.
A él sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos.
Esta es nuestra esperanza en medio del sufrimiento.
No hay nadie más poderoso.
No hay nadie más amoroso.
No hay nadie más misericordioso.
No hay nadie más compasivo.
No hay ningún otro Dios, sino Dios.
Sólo él es el Salvador y sólo él es Señor.
¿Qué tengo que hacer?
Vivir conociéndole cada día más y más.
Vivir con esa esperanza que es eterna.
No permitir que el desaliento nos tumbe.
Vivamos para el mañana, con la confianza puesta en un Dios que no falla.