Consejo y oración para hoy

21 de agosto

Oseas 6:6 RVR60

Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Una relación rota no se arregla solo con regalos, la voluntad de Dios no se rinde ante nuestras prácticas religiosas. El ama al corazón que le ama verdaderamente y le busca incesantemente para conocerle más.

Israel era una nación donde la justicia no se practicaba y la misericordia no se encontraba en sus casas, sus calles y el templo.

Desconocían a Dios pues no respetaban su pacto, con sus actos invalidaban sus mandamientos rechazaban su voluntad al escoger sus propios caminos por esta disposición de sus vidas ellos iba a ser cortados de la tierra.

Pero, ¿Que esperaba Dios de ellos?

Solo dos cosas, un compromiso de amor fiel a él, un corazón entregado únicamente a su adoración y la transformación de su carácter sobre la observancia de ritos externos, porque el hombre que verdaderamente conoce a Dios, que tiene una correcta relación con él lo da a conocer a través de una fe genuina, lealtad y obediencia.

Dios quiere que los que decimos conocerle emulemos su forma de actuar, la cual se caracteriza por un compromiso de amar fielmente, hacer justicia y andar en rectitud.

No hay relación con Dios sino valoramos primero nuestro compromiso de serle fiel a él, sino hemos partido en nuestra búsqueda de él con un sincero arrepentimiento de nuestros actos pecaminosos.

En la mente de Dios nada pasa, si primero no hemos pasado por comprender cuan grande es su amor por nosotros y hemos decidido vivir conforme a sus deseos.

Cada vez que me presente delante de Dios para adorarle debo pensar que él primero está viendo mi corazón y que mi conducta ha estado siendo observada por él.

Oremos,

Padre que pueda darme cuenta cuanto me amas, cuan terrible es mi pecado para poder acercarme a ti con un corazón con un compromiso de amarte fielmente y dispuesto a vivir en santidad.

Gracias por compartir tu amor incondicional conmigo, pues tu amor cambio mi infidelidad en misericordia, mi pecado en perdón. Gracias por restaurar mis relaciones rotas con tu amor.

Te pido que tu Espíritu cada día derrame de tu amor en mi pero que también transforme mi carácter a tu imagen y así poderte ofrecer los sacrificios de adoración que tu aceptas.

Padre te pido por los que están luchando por un cambio genuino en sus vidas, porque por causa de su conducta no pueden sostener relaciones sanas. Los que necesitan primero que el poder de tu amor transforme sus vidas.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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