Cristo en el centro
El Libro de Colosenses • Sermon • Submitted • Presented
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Bienvenidos
Bienvenidos
Hemos estado estudiando el libro de Colosenses. La semana pasada vimos la oración alentadora que Pablo oraba por los creyentes de Colosas. Examinamos el proceso de santificación, es decir, el proceso de llegar a ser santos a los ojos de Dios y lo que se necesita para vivir una vida digna del Señor. Dijimos que el conocimiento espiritual siempre nos lleva a la acción espiritual y que una vida transformada está llena del poder de Cristo, a través de su Espíritu.
Espero que tu vida esté transformada por el poder del Espíritu y que sigas los caminos de Jesucristo, nuestro Señor. Este es el núcleo de lo que estamos estudiando en el libro de Colosenses, al examinar uno de los principales himnos doctrinales del Nuevo Testamento.
Estudiamos esta vida transformada el domingo pasado, así como el miércoles por la noche. Gracias a los que hicisteis un esfuerzo por estar aquí el miércoles. Tuvimos una animada discusión sobre el pasaje de la semana pasada en el estudio de Inglés. Sé que el grupo de estudio en español ha estado realmente profundizando y haciendo buenas preguntas también. Gracias por vuestra participación. El estudio bíblico del miércoles por la noche es realmente la mejor noche de la semana. Si usted no está uniéndose a nosotros los miércoles, usted está realmente perdiendo.
Esta semana dejamos atrás la introducción y la oración de Pablo por la iglesia de Colosas. Se pone directamente a alabar a Cristo, que es lo primero y lo más importante. Él está en todo y por encima de todo.
Sigamos leyendo en Colosenses 1, donde Pablo pasa a este gran himno de Cristo...
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. 18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. 19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras, 22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. 23 Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
[orar]
Lo llamamos himno, aunque no sabemos con certeza si lo cantaba la Iglesia primitiva o no. Es una descripción poética de la naturaleza de Cristo y de su papel en el reino de Dios. El centro de atención pasa de la oración por los creyentes de Colosas y su aliento a esta extensa declaración sobre la naturaleza de Jesucristo.
En resumen, Pablo escribió el libro de Colosenses para abordar una cuestión dentro de la iglesia que amenazaba el entendimiento que se había enseñado a los creyentes sobre quién es Cristo.
La amenaza del gnosticismo estaba debilitando su comprensión del mensaje evangélico de Jesucristo. Esta falsa enseñanza se estaba extendiendo entre los creyentes de la iglesia y necesitaban que se les recordara el poder y la alegría que Dios da a cada creyente.
El gnosticismo enseñaba que Cristo no tenía cuerpo físico, lo que creían que lo haría malvado. Sin embargo, estas enseñanzas tuvieron el efecto de corromper el evangelio de Jesucristo.
Piensa en lo que significaría para el evangelio si Cristo no tuviera cuerpo físico, sino que fuera un espíritu venido a la tierra para enseñarnos buenas lecciones.
¿Qué significaría para nosotros el sufrimiento y la muerte de Cristo en la cruz si no tuviera cuerpo físico?
¿Qué significaría para nosotros la resurrección de Cristo si sólo fuera espíritu, si fuera Dios, pero no tuviera forma humana?
¿Qué significaría para nosotros si Cristo no fuera humano, sino sólo deidad cuando ascendió a la diestra del Padre Dios?
La implicación aquí es que si Cristo no fuera completamente humano, en forma física -si fuera puramente espíritu- perderíamos el poder de la muerte de Cristo, su resurrección, su ascensión y su papel continuo como parte de la Divinidad Trina.
Qué mejor manera de recordarnos a todos estas verdades sobre Cristo que un poema o una canción que vaya directamente al meollo de la cuestión y nos explique quién es Cristo y cuál es su papel en la gran naturaleza de la creación.
Es casi seguro que se trata de una canción que se cantaba en la Iglesia primitiva. El ritmo y el estilo lírico son pistas estilísticas que nos indican que este pasaje es, en efecto, un himno para ser cantado.
El himno es un poco difícil de estudiar en términos de estructura, sin embargo los temas y divisiones nos proporcionan dos secciones para nuestra consideración: 1) la relación de Cristo con el mundo creado responde a nuestras preguntas sobre el origen y la finalidad de la creación, y 2) la relación de Jesús con la redención de lo que creó.
I. Cristo, el Creador
I. Cristo, el Creador
El pastor Warren Wiersbe señala una cuádruple relación de Jesucristo con la creación: Afirma que 1) Cristo se coloca una posición sobre toda la creación, como 2) el Creador de todas las cosas, y dice 3) que todas las cosas fueron creadas para Cristo y 4) Cristo en realidad sostiene todas las cosas juntas.
A. Cristo sobre la creación
A. Cristo sobre la creación
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
En primer lugar, Pablo dice que Cristo es "la imagen del Dios invisible".
Esta idea de que Cristo es la "imagen de Dios" indica que Cristo es la "representación visual" del Dios invisible. Cristo es Dios hecho tierra. Curiosamente, el término griego aquí es εἰκών eikōn o de donde obtenemos nuestro término español, icono. Pablo está diciendo aquí que Cristo es el representante físico o visible de un Dios invisible aquí en la tierra.
También está diciendo que Cristo no era sólo una representación simbólica del Dios invisible, sino que Cristo era Dios manifestado aquí en la tierra. Lo que quiere decir aquí es que Cristo no era sólo un mensajero o un representante, sino realmente Dios manifestado aquí en la tierra.
El apóstol Santiago lo expresó así en su carta a los Hebreos...
3 Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Volviendo a la carta de Pablo...
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Pablo llama a Cristo primogénito en un par de lugares de este himno. El término griego es πρωτότοκος prōtotokos, que se traduce exactamente como "primogénito" en español. Uno podría ver esto y hacerse la pregunta: "¿Nació Cristo? Significa eso que es un ser creado?". Pero de lo que Pablo está hablando aquí es de que la posición o lugar de Cristo es el primero y más importante entre la creación. En la mentalidad judía y grecorromana, el término se utilizaba para describir a alguien que tenía precedencia. Se refería a los derechos y privilegios del heredero primogénito.
Aunque Cristo no nació como un ser creado, ocupaba el primer lugar que ocuparía el heredero primogénito, sólo que ocupaba la posición de autoridad sobre toda la creación.
Además, Pablo dice que Cristo ocupa este primer lugar sobre toda la creación. El es el heredero de Dios y tiene un primer lugar de autoridad sobre toda cosa creada.
B. Cristo, Creador de Todas las Cosas
B. Cristo, Creador de Todas las Cosas
Pablo continúa describiendo el papel de Cristo en la creación, diciendo que es supremo sobre todas las cosas...
16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.
¡Cristo fue el Creador!
Podemos encontrar evidencia de tres maneras de que Cristo estaba en primer lugar a través de este versículo...
Este versículo usa tres verbos. La creación fue creada "por él", "a través de él" y "para él".
Por él-mientras que esto dice que "todo fue creado por él" en realidad significa que todo surgió de él. Jesús concibió la creación, elaboró los detalles y asumió la responsabilidad de hacerla realidad. Esto no quiere decir que Dios, el Padre, se apartara de la Creación; de hecho, se implicó y determinó para que la Creación llegara a existir. En una pobre analogía, podría decirse que Cristo fue el promotor, el planificador y el capataz de la obra, Dios fue el arquitecto y el ingeniero, mientras que el Espíritu fue el contratista y el equipo de construcción.
A través de él: esta formulación pretende representar que la creación se formó mediante el uso del poder y la capacidad de Cristo. Cristo es el agente de la creación. Podemos ver esto en Juan 1:1-3 "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Todas las cosas fueron creadas por medio de él, y sin él no fue creado nada de lo que ha sido creado."
Para él -cuando miramos esto literalmente, la frase griega lleva el sentido de que todo fue creado "hacia él", lo que significa que Jesús es la meta total de la creación. Todo existe para apuntar a Cristo y glorificarlo.
Los otros aspectos que vemos aquí es que toda la creación se compone de cosas vistas y no vistas - lo visible es la tierra y el universo como lo conocemos y lo invisible es el reino espiritual. Que sabemos que existe, pero no podemos tocar ni poner el dedo sobre él, ni siquiera señalarlo y decir: "¡Ahí está!".
C. Cristo mantiene unidas todas las cosas
C. Cristo mantiene unidas todas las cosas
Pablo continúa en el versículo 17...
17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.
Vemos aquí dos afirmaciones, Cristo es "antes que todas las cosas" y "por él todas las cosas subsisten".
Esta declaración preposicional "antes de todas las cosas" indica que Cristo vino primero antes de todo lo que conocemos como materia creada físicamente.
La segunda afirmación sobre la obra vinculante de Cristo parece indicar que Jesús mantiene las cosas en orden. No se ha olvidado de la Creación, de hecho trabaja activamente para mantenerla unida y, sin él, quizá toda la materia volaría en pedazos hacia un caos desorganizado.
II. Cristo, Cabeza de la Iglesia
II. Cristo, Cabeza de la Iglesia
Pasando a la segunda estrofa, seguimos encontrando cada vez más afirmaciones sobre la teología de Cristo...
18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Cristo no sólo es la imagen o el representante o la encarnación de Dios, y no sólo es el primogénito de la creación, y el Creador, "también es la cabeza del cuerpo, la iglesia".
Cabeza de la iglesia es claramente un lugar de autoridad que sitúa a Cristo como máxima autoridad sobre todas las iglesias que siguen sus enseñanzas y proclaman su nombre ante las naciones. Esta es-y ha sido-la práctica de esta iglesia y de muchas otras iglesias cristianas en el mundo aún hoy.
La segunda parte de este versículo reitera muchas de las primeras partes de este himno.
El Dr. Todd Still, decano de estudios teológicos del Seminario Truett, dice que Cristo resucitó para responder a la cuestión de la muerte y asegurar su lugar de primacía como cabeza de la iglesia y Señor sobre la creación.
9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
La resurrección de Jesús puso en marcha los acontecimientos que traerían a todas las personas en todas las naciones y todo lo que hay bajo el cielo y la tierra, ya sean cosas físicas o cosas espirituales-todas las cosas serían puestas bajo su autoridad. Y todo sería reconciliado con él...
III. Cristo reconcilia todas las cosas
III. Cristo reconcilia todas las cosas
Es lógico que, una vez que Jesús venció a la muerte, fuera colocado en una posición de reinado supremo sobre el universo.
19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
Todo el plan de Dios con respecto a la resurrección era asegurarse de que Cristo pudiera reinar supremo. Por esta razón, Dios se complació en poner todo de sí mismo en la persona de Cristo.
Esto me recuerda a Juan 1...
14 The Word became flesh and dwelt among us. We observed his glory, the glory as the one and only Son from the Father, full of grace and truth.
...saltando al versículo 16...
16 Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
Toda nuestra gracia viene de Cristo, que obtiene toda su gracia del Padre.
Esto significaba que los colosenses (al igual que tú y yo) no tenían que preocuparse por cómo podrían ser colmados o completados en Cristo.
9 For the entire fullness of God’s nature dwells bodily in Christ, 10 and you have been filled by him, who is the head over every ruler and authority.
La razón de Dios para unirse a Cristo fue la reconciliación de toda la creación.
La palabra "reconciliación" se refiere a la reparación de relaciones rotas. Conlleva el sentido de restaurar una relación armoniosa que ha sido cortada o rota. Se refiere a la relación rota que Dios tenía/tiene con la humanidad, y de hecho, con toda la creación, desde la caída del hombre.
Esta reconciliación sólo fue posible gracias a la obra de Cristo en la cruz. Este fue el intento exitoso de Dios de comenzar el trabajo de reparar la creación.
20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
Pablo explicó en este himno (v20) que Dios estaba haciendo las paces con la creación mediante este acto de enviar a Cristo a la cruz. O tal vez una mejor manera de decirlo es que Dios estaba abriendo un camino para la creación a un lugar de paz consigo mismo.
Pablo recuerda a la iglesia de Colosas quiénes eran antes de conocer a Cristo...
21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras,
Les recuerda que estaban separados e incluso hostiles contra Dios.
18 Ellos tienen entenebrecido su entendimiento, están excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón.
Pero eso ha cambiado con Cristo...
22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Podían entender aquí que fue el quebrantamiento del cuerpo físico de Cristo (aquello que ellos consideraban malo) lo que los sacó de un lugar hostil y los reconcilió ante Dios y los hizo santos y valorados por Dios. Aunque los colosenses habían estado separados de Dios, se les había dado la oportunidad de esta reconciliación y ya no estaban separados.
Y tenían una seguridad en este lugar con Dios. Eran considerados santos (apartados), intachables, incluso considerados irreprochables por Dios Eran completa y totalmente libres de acusación (como nosotros, que estamos en él).
Pablo añade esta nota de contingencia diciendo que su perdón, su estado ante Dios, es su mayor esperanza, mientras permanezcan cimentados en su fe...
23 Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Pablo está diciendo que perseverar en la fe es fundamental para la salvación, que llega a su plenitud al final. Si cualquiera de nosotros, que creemos en Cristo, tratamos las cosas que se nos han enseñado -aquellas cosas que hemos tomado como nuestras convicciones y compromisos ante Dios, y las desatendemos o las dejamos de lado-, ese estatus irreprochable, esa fe salvadora se ve de repente en peligro y debilitada, drenada del poder del Espíritu.
Jesús dijo...
13 »Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
Es la fe salvadora de Cristo la que continúa y perdura, perseverando hasta el fin.
Aunque hemos sido salvados, y estamos siendo salvados, la salvación no se completará hasta el final, cuando nos reunamos con Cristo.
Sí, podemos tener seguridad de nuestra salvación, y esa seguridad se encuentra en su plenitud en nuestra perseverancia.
Conclusión
Conclusión