sumergidos en su presencia
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“Él me dijo: «Hijo de hombre, ¿Te has fijado en la profundidad que ha alcanzado aquel arroyito de agua, verdad?» En seguida me llevó hasta la orilla del río,”
“Él me dijo: «Hijo de hombre, ¿Te has fijado en la profundidad que ha alcanzado aquel arroyito de agua, verdad?» En seguida me llevó hasta la orilla del río,”
Ezequiel 47:6
Para Dios es importante que nos fijemos en los detalles. Que veamos cuán profundo hemos llegado.
No importa en el escenario, ni las circunstancias, Dios nos invita a una profundidad sanadora.
Ezequiel fue llevado en cautiverio a Babilonia y Es en Babilonios (despojado de su tierra, Su estabilidad y su paz) que Dios se le revela y le habla.
Dios Le hace un llamado a Ezequiel a hablarle al pueblo de Israel que estaba en el cautiverio. Pero le advierte: “Pero los de la casa de Israel no te querrá escuchar, porque no me quiere escuchar a mi. Ez3:7 Dios le da múltiples mensajes que en general giran en el tema de Juicio, Soberanía de Dios y Esperanza
Le insiste en que lleve el mensaje y le advierte en el Ez 33:33 “Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos.”
Asi que esa es la dinámica que se da en este libro Dios le habla a un pueblo que está pasándola mal pero aún así no quiere escucharlo.
Porque Dios nos haya dado una encomienda no quiere decir que todo el mundo nos lo va a aceptar o va estar feliz con lo que le digamos.
Eszequiel había tenido varias profesias y visiones sobre la restauración del templo. Daniel, Ezequiel fueron llevados en cautiverio y es desde allí q Dios le muestra lo q está pasando en el templo en Jerusalén.
Dios le muestra el pecado, le habla sobre la destruccion y le da instrucciones para la restauració. Debemos saber que cuando Dios va a restaurar algo o alguien lo hace a su modo y somos nosotros los llamados a seguir instrucciones no a darlas. Luegomde mostrarle en visión la restauración ahora le muestra la gloria de Dios manifestada en su templo a favor del pueblo.
Ezequiel 47 “Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar. Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían del lado derecho. Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver por la ribera del río.
Agua salida por debajo de la puerta, desde la parte de atrás del templo hasta el frente. Desde el altar hasta la puerta.
Parados en el lugar de donde salía agua el varón mide 500 metros y le hace pasar hasta los tobillos. (Los pies simbolizan aquello con lo que caminamos, nuestro caminar se va limpiando a medida que caminamos a la profundidad. Al lugar de donde fluye el agua.
luego mide 500 más y el agua llega a las rodillas, las rodillas que doblamos en Oracion, a medida que profundizamos nuestras oraciones cambian.
luego 500 hasta los lomos pensaba que la mayor parte de l carga de la vida se ve reflejada en los lomos. Los animales llevan sus cargas en los lomos. A medida que profundizamos las cargas flotaran en el rio de Dios y no serán tan pesadas.
finalmente ya el rio no se podía caminar, había que nadar. Cuando profundizamos en la presencia de Dios ya no depende de nosotros nada más. Depende de nuestra habilidad para nadas pero también de la corriente, de los factores que constituyen este río. mientras más tenso y rígido estas menos puedes nadar. Las personas que se hunden en el agua (la mayoría) lo hacen por miedo. Así que profundizar en este río es un acto de fe y confianza en el Señor.
A medida que te acercas al altar más profunda es el agua. No se puede estar parado aquí sin confiar en que Dios es quien nos mantiene a flote. El día que nos paramos aquí creyendo que depende de nosotros nos hundimos.
La meta del Senor es que tu seas el altar del que fluye agua limpia. Juan 7:38 “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”
Pero si tu estas sucio que agua estaras dando?
Te beberias un vaso de agua limpia con un poco de agua estancada, o aguas negras
Llamado: Dios quiere limpiar nuestra vida. El quiere que que cada vez profundicemos en el rio que nos endereza el caminar, que nos cambia las oraciones, que nos quita la carga y la hace mas liviana. El quiere que te te sumergas hasta el punto de perder tu el control y dejarlo a el controlar todo.