4. Las obligaciones amorosas de la iglesia en el Pacto de Gracia: La administración de los sacramentos en el Pacto de Gracia.

1 Corintios 4:1 RVR60

1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.

Introducción

Hemos venido hablando sobre las obligaciones que la Iglesia de Cristo debe realizar en amor hacia sus miembros y hacia los que están fuera. En esta serie estamos viendo los aspectos prácticos de la Iglesia del Señor, Comenzamos viendo la sección que cubre las obligaciones amorosas para con los que están dentro, es decir hacia los miembros de la iglesia.

Vimos en primer lugar, la catequesis como una obligación que debe ser cumplida en amor formalmente e implícitamente. Y dijimos que la catequesis pone las bases y la predicación contruye sobre las bases.

En el anterior sermón, cubrimos la predicación de la palabra del Señor, dijimos que “la predicación de la Palabra es la proclamación de las promesas del Pacto de gracia a las naciones, a saber, los méritos de Cristo y las bendiciones que lo acompañan”, Meditamos en el contenido de la predicación, las partes de la predicación y quiénes son los que deben predicar cómo así la forma en la cual el pueblo debe recibir la predicación de la palabra del señor.

Con la ayuda del señor el día de hoy vamos a meditar en otra obligación amorosa que le corresponde cumplir a la iglesia, a saber, la administración de los sacramentos.

Exposición bíblica - doctrinal

1 Corintios 4:1 RVR60

1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.

Contexto

En el contexto de nuestro pasaje, el apóstol Pablo en esta carta a los corintios después de un saludo fraterno y amoroso en el Señor, pasa a exhortar a la iglesia en asuntos muy delicados.

Primeramente, les señala las divisiones que existían entre ellos, esto porque habían comenzado a confiar en su propia sabiduría como también concentrarse en los medios externos, por ejemplo, quién los había bautizado.

En segundo lugar, Pablo los exhorta señalando que Dios no salvó a nadie por medio de la sabiduría humana sino por medio de la predicación del evangelio, mostrándoles así que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios.

En tercer lugar, Pablo comienza a hablar de su ministerio cuando estuvo con ellos, de la forma en la cual el predicó el evangelio y no su propia sabiduría, y en virtud a esto enseña que la sabiduría de Dios sólo ha de entenderse por medio del espíritu santo.

En cuarto lugar, el apóstol Pablo los exhorta fuertemente porque los celos, contiendas y disensiones no se habían convertido en niños espirituales, en virtud de esta exhortación Pablo expresará que los partidismos dentro de la iglesia no son nada ya que él mismo dice que ni el que planta es algo ni el que riega si no Dios que da el crecimiento.

Finalmente en quinto lugar, Pablo reconoce que él, los apóstoles y sus ayudantes son colaboradores de Dios, y que todos ellos pertenecen a la iglesia de Cristo ya que son dones de Cristo para su iglesia.

Es así como llegamos a nuestro pasaje el cual nos enseña principalmente que:

1. Los ministros son solo siervos de Cristo

El apóstol Pablo nos da aquí la noción correcta de los predicadores del evangelio; no son más que ministros, es decir, siervos, de modo que el honor que es propio de su maestro, por una eficiencia principal en la conversión y edificación de las almas, no les pertenece;

Son ministros de cristo, por lo que tienen su relación primaria con él, y sólo una relación secundaria con la iglesia de la cual son ministros;

Son ministros de cristo, por lo que en esa ministración sólo pueden ejecutar lo que son originalmente sus mandatos, aunque esos mandatos de cristo también puedan ser ejecutados por los hombres: ministros del evangelio, no de la ley, sobre quienes recae la obligación primordial de predicar a cristo y su evangelio a los hombres.

Este primer punto refuerza el sermón anterior ya que dijimos que la obligación formal de la predicación de la palabra del Señor recae en los ministros del señor debidamente ordenados. Es el siguiente punto el cual desglosaremos esta tarde, el cual nos enseña que:

2. Los ministros son administradores de los misterios de Dios

Son también administradores de los misterios de Dios, aquellos a quienes Dios ha confiado su palabra y sacramentos para que los dispensen a su iglesia.

La palabra misterio significa cualquier cosa que es secreta, pero más especialmente significa un secreto divino, representado por signos y figuras; o un secreto religioso, no obvio a toda capacidad o entendimiento. Así leemos de los misterios del reino de los cielos, Mt. 13:11; el misterio de la piedad, 1 Ti. 3:16; el misterio de Cristo, Ef. 3:4. La sabiduría de Dios, Col. 2:2; la encarnación de Cristo, 1 Ti. 3:16; el llamamiento de los gentiles, Ef. 3:4; la resurrección de entre los muertos, 1 Co. 15:21; la unión mística de Cristo y la comunión con su Iglesia, Ef. 5:32; los sublimes consejos de Dios, 1 Co. 13:2, son todos llamados misterios.

Los ministros son los administradores de las doctrinas e instituciones misteriosas de Cristo, que normalmente comprendemos bajo los términos de palabra y sacramentos.

Habiendo ya ha hablado acerca de la palabra del señor concentrémonos en el término sacramento, para ello hemos de recurrir a nuestra confesión en su capítulo 28 y explicar su significado. Es importante para nosotros saber de qué se trata esta obligación amorosa y cuál es su importancia en la práctica.

¿Qué es un sacramento?

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P. 92. ¿Qué es un sacramento?

R. Un sacramento es una ordenanza sagrada instituida por Cristo; en la cual, mediante signos perceptibles, Cristo y los beneficios del Nuevo Pacto, son representados, sellados y aplicados a los creyentes.

Los sacramentos son signos y sellos santos del pacto de gracia, Rom4.11 “11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia;”

Directamente instituidos por Dios. Mt28.19 “19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;” 1Cor11.23 “23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;”

Con el propósito de representar a Cristo y sus beneficios, y para confirmar nuestra participación en Él: 1Cor10.16 “16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?”

Y también para establecer una diferencia visible entre los que pertenecen a la iglesia y el resto del mundo; Gn34.14 “14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.”

Y para comprometerlos solemnemente en el servicio a Dios en Cristo, en conformidad con su Palabra. Rom6.3-4 “3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”

¿Cuáles son las partes de un sacramento?

En cada sacramento hay una relación espiritual, o unión sacramental, entre el signo y la cosa significada, de manera que los nombres y los efectos del uno, se le atribuyen también al otro. Mt26.27-28 “27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

¿Cómo llega a ser eficaz un sacramento?

La gracia que se manifiesta en y por medio de los sacramentos, correctamente usados, no se confiere por algún poder que haya en ellos; Los papistas al contrario enseñan que los sacramentos si infunden gracia. La posición "ex opere operato" sostiene que la gracia sacramental se otorga de manera objetiva y efectiva a través de los sacramentos, independientemente de la disposición espiritual de las personas involucradas. En otras palabras, la gracia es conferida por la acción misma del sacramento y está basada en la promesa divina, no en la calidad espiritual del ministro o del receptor. Esto significa que incluso si el ministro que administra el sacramento o la persona que lo recibe no está espiritualmente preparado, la gracia se otorga debido a la obra sacramental en sí.

La eficacia del sacramento tampoco depende de la piedad o la intención del que lo administra; Rom2.28-29 “28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.”

Sino de la obra del Espíritu Mt3.11 “11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

Por la fe salvífica obrada por el Espíritu del que recibe el sacramento.

¿Y cuáles son los sacramentos del pacto de gracia y cómo se administran?

Una vez que hemos definido que es un sacramento, cuáles son sus partes, como es que llegan a ser eficaces, pasemos a meditar en los sacramentos del pacto de gracia, es decir, cuáles son y cómo han sido administrados.

Amados hermanos, el pacto de gracia fue revelado Por Primera Vez en la primera promesa hecha a Adán la cual permanece inmutable hasta el último día, sin embargo, la administración de este pacto de gracia a diferido a lo largo de la historia de la redención.

Para ello hemos de recurrir a imaginarnos una línea de tiempo y a dividir esa línea de tiempo entre antes de Cristo y después de Cristo.

Antes de Cristo, es decir, en el antiguo testamento, en el periodo de tiempo que va desde Adán hasta Abraham, la iglesia fue reunida sin discriminación por una variedad de naciones y aunque tenemos poco registro de la administración de los sacramentos, lo que sí sabemos es que el pacto de gracia fue sellado por medio de sacrificios los cuales se llevaban a los creyentes la expiación del futuro mesías en su sufrimiento y muerte.

Posteriormente el señor llama Abraham e incorpora además de los sacrificios la señal distintiva de la circuncisión como sello del pacto, es de esta forma que el señor establece el pacto de gracia con una nación, o también llamada pacto nacional.

En el transcurrir del tiempo esta nación llega a morar en Egipto y es por medio de moisés que serán conducidos hacia la Tierra de Canaán, en su salida de la Tierra de Egipto el señor designa el sacramento de la Pascua sin embargo los sacrificios continúan en la iglesia desde el principio.

Estos sacramentos tipifican al mesías futuro, es decir, estos sacramentos eran eficaces en los creyentes del antiguo testamento por medio de la fe en el mesías que habría de venir.

Ahora bien, después de Cristo los sacramentos que nuestro señor Jesucristo instituyó son el bautismo y la cena del señor. Estos sacramentos son eficaces en los creyentes del nuevo testamento por medio de la fe en el mesías que ya vino.

En la actualidad tristemente tenemos una disociación entre los sacramentos del antiguo testamento y los sacramentos del nuevo testamento, algunos hermanos bien intencionados rechazan que los sacramentos sean los mismos en esencia, pero veamos en qué coinciden los sacramentos del antiguo y nuevo testamento y en qué difiere:

Los sacramentos de ambos testamentos coinciden en cuatro cosas:

ambos han sido instituidos por el mismo autor: Dios.

La cosa significada es la misma en ambos: Cristo.

El medio de aplicación es el mismo en ambos: la fe.

Ambos tienen el mismo propósito: significar y sellar.

Los sacramentos de ambos testamentos difieren en cuatro cosas:

La señal externa es diferente, en el antiguo testamento eran la circuncisión del prepucio de los varones los sacrificios y el cordero pascual pero ahora son el agua el pan y el vino

El punto de referencia, en el antiguo testamento era Cristo quien vendría y ahora es Cristo quien ha venido.

Se diferencian en la claridad: en el antiguo testamento eran más oscuros ahora son más claros.

Se diferencian en la facilidad de uso: en el antiguo testamento la circuncisión era dolorosa los sacrificios y el cordero pascual eran costosos y sangrientos y todo era más complicado en lo que respecta al cuerpo ahora los sacramentos requieren menos esfuerzo.

Los sacramentos del Antiguo Testamento, en lo que se refiere a las cosas espirituales significadas y manifestadas, eran, en esencia, los mismos que los del Nuevo Testamento.

Debemos comprender la importancia del sacramento al meditar en la esencia del mismo, ya que así como nuestros hermanos del AT administraron los sacramentos apuntando a Cristo, nosotros en continuidad de la cosa significada en el sacramento, debemos ser prestos a participar de los mismos, apuntando al Cristo que ya vino.

Ahora bien, tal como nuestro texto enseña, los que están llamados a realizar esta obligación amorosa de la administración de los sacramentos son los ministros del Señor, aquellos que el Señor a capacitado.

Aplicaciones experienciales

Corrección doctrinal: Nunca debemos pensar que los sacramentos infunden gracia, es decir, nos otorgan la gracia salvífica.

¿Qué estima tienes por los sacramentos de nuestro Señor?

¿Cómo los comprendes?

¿Haz participado en el bautismo y la cena del Señor?

¿alguna vez has elevado los sacramentos al nivel de la Palabra del Señor?

¿Cómo te preparas para recibir los sacramentos?

Ahora que comprendes la continuidad de los sacramentos y su significado, ¿Puedes ver cómo nuestros hijos deben ser sellados con el signo del pacto de gracia?

¿Oras por tus ministros y hermanos al momento de prepararte para recibir los sacramentos?