LOS MINISTROS DE DIOS DESDE LA PERSPECTIVA DE DIOS
INTRODUCCIÓN
La iglesia ha pensando a menudo acerca de la mundanalidad en términos de baile, tomar bebidas alcohólicas y cosas semejantes. Pero la mundanalidad es algo mucho más profundo que los malos hábitos; es una orientación, una manera de pensar y creer. Básicamente es aceptar las filosofías y sabiduría humanas. Es mirar al mundo —a los dirigentes humanos, a las personas influyentes y populares, a los vecinos, a los asociados y a los compañeros de estudio— para nuestras normas, actitudes y significado de la vida. La mundanalidad es aceptar las definiciones del mundo, las maneras de medir el mundo y las metas del mundo.
Un juego popular al que suelen jugar los cristianos es al de evaluar a los pastores. Se usan toda clase de criterios para determinar quién es el más exitoso, el más influyente, el más dotado, el más eficaz. Algunas revistas hacen estudios periódicos y publican informes amplios, calificando cuidadosamente a los pastores por la membresía de la iglesia, asistencia a los cultos de adoración, tamaño del equipo ministerial y escuela dominical, títulos académicos y honorarios, libros y artículos escritos, número de mensajes pronunciados en conferencias y convenciones, etc. A pesar de lo popular que sea esa práctica, es muy ofensiva para Dios.
1. LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MINISTROS (Vers 1)
La obediencia de un siervo debe estar dedicada solo a su Señor, y su deseo debe ser únicamente el de complacerlo.
Los ministros de Dios no están llamados a ser creativos, sino obedientes; no innovadores sino fieles.
Se nos da a conocer el misterio de la redención a través de la Palabra de Dios y de la obra del Espíritu Santo
Como un mayordomo de los misterios de Dios, un ministro toma la Palabra revelada de Dios y la ofrece a toda la familia de Dios. Tiene que ofrecer toda la Palabra de Dios, sin ocultar nada.
2. EL REQUISITO DE LOS MINISTROS (Vers 2)
Dios desea que sus ministros espirituales sean constantemente obedientes a su Palabra, inquebrantables en su compromiso de ser fieles. Él no requiere brillantez o ingeniosidad o creatividad o popularidad. Él puede usar siervos sin esas cualidades, pero solo la fidelidad es absolutamente esencial. Se requiere.
3. LA EVALUACIÓN DE LOS MINISTROS (Vers 3-5)
ningún cristiano, sin importar cuán avanzado esté en la fe, es capaz de evaluar correctamente su propia vida espiritual
«[Un pastor] debe apelar a Dios, sin importarle lo que piensen los hombres».
El propósito de Pablo aquí es demostrar que debido a que todos los ministros no son otra cosa que siervos y mayordomos, debido a que ni nosotros, ni ellos pueden evaluar correctamente el valor y el mérito de su ministerio, y debido a que solo Dios puede y dará la estimación apropiada en el futuro día de juicio, no solo es destructivo, sino también ridículo causar divisiones en la iglesia discutiendo sobre quién es el siervo más honroso.