La verdadera lucha del cristiano
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· 96 viewsLa batalla del cristiano trasciende el mundo material para situarse en la esfera espiritual donde opera las huestes de maldad.
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La verdadera lucha del cristiano
La verdadera lucha del cristiano
Efesios 6:10–13
10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Introducción
Introducción
Los inicios de la reforma protestante estuvo llena de violencia. Cuando un gobernante se volvía protestante, era obligatorio que toda la comunidad fuera protestante, de lo contrario eran expulsados. En caso contrario, cuando un gobernante era católico, había persecución, tortura y hasta asesinato contra los protestantes.
La masacre más sangrienta se llevó a cabo en París Francia, el 24 de agosto de 1572, cuando el rey Carlos IX de Francia consintió en atacar a los protestantes (hugonotes), dando como resultado el asesinato de cerca de 15,000 personas.
Hoy día sigue habiendo violencia, aunque muy rara vez física, pero si verbal entre grupos cristianos, quienes se consideran enemigos entre sí.
Toda esta violencia se ha hecho en nombre de la fe, olvidando la enseñanza Bíblica que nuestra lucha no es contra personas, sino contra satanás y sus demonios.
Desde que aceptamos a Cristo estamos en una lucha contra satanás, quien se esfuerza para debilitar nuestra fe, una lucha que es visible por las adversidades que enfrentamos pero también invisible en las regiones espirituales.
Fortaleza de Cristo
Fortaleza de Cristo
Efesios 6:10 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” Pablo comienza su exhortación final aconsejándonos a fortalecer nuestra fe en Cristo y en su gran fuerza.
Con su victoria en la cruz Cristo fue revestido de todo poder y autoridad:
Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
Si deseamos acudir a la máxima autoridad en toda la creación debe ser Cristo, a quien tenemos acceso por su sacrificio en la cruz.
Somos fuerte en la medida que estamos vinculados a Cristo y recibamos de su poder y su fuerza.
Esto significa que no debemos enfrentar nada sin invocar la ayuda de Dios.
Desde que despertamos debemos apartar un tiempo para llenarnos de la fuerza del Señor en oración, en el transcurso del día meditar en su Palabra y por la noche agradecer por las bendiciones. De esta manera estaremos conectados con la fuente de fuerza y poder. Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
La armadura
La armadura
Efesios 6:11 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
Pablo revela la seriedad del asunto, a tal grado que es necesario utilizar una armadura como un soldado .
Cuando Pablo escribió esta carta, era prisionera en Roma, estaba familiarizado con la vestimenta del soldado romano.
Esta recomendación no es para un poco de tiempo, es para todo el tiempo que vivamos en esta tierra, pues no sabemos cuando atacará Satanás.
Debes estar preparado anticipadamente, no esperes a que vengan las dificultades. Efesios 6:13 “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”
En la Biblia la vestimenta tiene mucha importancia, los que andan desnudos están alejados de Dios y en vergüenza.
Apocalipsis 16:15 “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.”
Ceñidos los lomos con la verdad, cinturón de la verdad. La verdad debe sostener todo la armadura como un cinturón sostiene la ropa.
Coraza de justicia. La coraza es un chaleco antibalas. Somos declarados justos por Cristo, por tanto las acusaciones de Satanás ya no tienen efecto sobre nosotros. También no ser injusto en nuestra relación con los demás.
Calzado con el apresto del evangelio Estar dispuestos a anunciar el evangelio. Isaías 52:7 “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!”
Escudo de la fe. Satanás lanza sus dardos a nuestra mente, tentación o acusación. Con la fe en Cristo que somos salvos y libres de condenación podemos protegernos de esos ataques.
Yelmo de la salvación. La salvación es un regalo, no se obtiene por méritos o por obras, por tanto se nos invita a tomarla. Por tanto debemos acudir a Cristo para ser salvos. Isaías 45:22 “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.”
Espada la Palabra de Dios: La espada es la única arma ofensiva en esta armadura, pero es suficiente. La Biblia es el arma que debemos usar cuando evangelizamos, pero también cuando somos atacados con la tentación, los pensamientos negativos, acusaciones o para defender nuestra fe. Jesús la utilizó en la tentación. (Mateo 4)
El objetivo
El objetivo
Si estamos fortalecidos en el Señor, en el poder de su fuerza y ceñidos con la armadura, entonces vamos a identificar a nuestro único y verdadero enemigo.
Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Las huestes de maldad están organizadas jerárquicamente, no se tiene mucha claridad como es esta estructura, pero Pablo lo presenta en varios de sus escritos como principados y potestades como la estructura general donde satanás es el principal principado, de ahí los principados tienen bajo sus ordenes potestades.
Los gobernadores de las tinieblas tienen el dominio de naciones.
Se revela que las huestes de maldad no están bajo la tierra, sino que operan desde el segundo cielo que sería el universo.
Conclusión
Conclusión
La revelación de esta verdad nos permite dimensionar la gravedad de este asunto, la iglesia es atacada por los gobiernos, sociedades, comunidades, los cristianos son atacados personalmente por sus familiares, vecinos, compañeros de trabajo.
Es una lucha cuyo trasfondo es espiritual, cuando somos atacados, agraviados, ofendidos, denigrados, injuriados e incluso agredidos fisicamente, debemos entender que todo viene de influencia demoniaca.
No debemos gastar nuestras energías en combatir a las personas que nos ofenden, pues es una trampa de satanás para que bajemos la guardia y atacarnos.
Debemos orar por ellos y tomar la actitud de Cristo: Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Perdonar a quien nos ofende es un fuerte golpe contra el enemigo, porque estaríamos obedeciendo la Palabra de Dios, la cual es la espada contra satanás: Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Juan 17:11 “Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.”
Juan 17:21 “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”