HEBREOS
introducción
Si hay un libro del Nuevo Testamento que exhorte a los cristianos a permanecer fieles “en los últimos días”, ese libro es la epístola a los hebreos. Esta epístola contiene un mensaje especial para un tiempo caracterizado por la apostasía; se dirige al creyente que, ante la incredulidad y la desobediencia prevalentes, debe permanecer firme en la fe
“Pero en cuanto a quién escribió la epístola, lo cierto es que sólo Dios lo sabe”. Al fin y al cabo, quién sea el escritor no es importante. El contenido de la epístola es lo que nos interesa.
el teólogo del tercer siglo Orígenes dijo: “En cuanto a quien escribió la epístola, lo cierto es que sólo Dios lo sabe”. Y eso sucedió en el año 225 d.C. Así que si los eruditos del amanecer del cristianismo no sabían quién pudo haber escrito Hebreos, nosotros seguramente no podremos elevarnos por sobre ellos
Los destinatarios de la epístola a los hebreos eran cristianos judíos. El escritor no dice donde vivían estos hebreos
Dios ha hablado por su Hijo
¿Por qué no se habrá dirigido el escritor a los destinatarios en la forma habitual, dándose a conocer, especificando su dirección, y pronunciando un saludo de gracia, paz y misericordia? La respuesta debe estar en que el escritor desea centrar la atención de los lectores principalmente en la revelación final y definitiva de Dios—Jesucristo, su Hijo
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
Dios habló a los antepasados en los tiempos que precedieron al nacimiento de Jesús y les comunicó su revelación. Dios es el que origina la revelación. El es la fuente, la base y el sujeto de ella. En la era veterotestamentaria Dios usó a los profetas para dar a conocer su Palabra al pueblo. Pero él no estaba limitado a hablar por medio de los profetas
el primer versículo declara que Dios hizo llegar su revelación a su pueblo en muchas ocasiones y de diversas maneras
Entre los antepasados que recibieron la revelación de Dios estaban Adán, Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés. Dios habló con Adán “al fresco del día” (Gn. 3:8) con Abraham en visiones y visitas—tanto así que Abraham llegó a ser llamado amigo de Dios (Stg. 2:23); con Jacob en un sueño; con Moisés “cara a cara” (Ex. 33:11) como un hombre habla con un amigo.
El profeta no traía su propio mensaje, su propia formulación de la verdad religiosa. Inspirado por el Espíritu Santo, habló la Palabra de Dios, que no tuvo su origen en la voluntad humana (2 P. 1:21) sino que vino de Dios (Heb. 3:7).
1pedro 1.21
20 Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas 21 ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,
Jesús trajo la Palabra de Dios en toda su plenitud, riqueza y multiplicidad. El fue la revelación final. Tal como dice con toda precisión F. F. Bruce: “La historia de la revelación divina es una historia de progreso hasta llegar a Cristo, pero no hay progreso más allá de él”
a quien constituyó heredero de todo,y por quien asimismo hizo el universo;
Para expresar la excelencia del Hijo de Dios, el escritor de Hebreos describe lo que Dios ha hecho.
Dios constituyó a su Hijo heredero de todas las cosas. Un heredero hereda por derecho propio todo lo que el padre haya estipulado en su voluntad. Por ser el único Hijo Jesús hereda todo lo que el Padre posee. ¡Incomprensible! ¡Inescrutable!
15 Cristo es la imagen visible del Dios invisible.
Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación
16 porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe
en los lugares celestiales y en la tierra.
Hizo las cosas que podemos ver
y las que no podemos ver,
tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible.
Todo fue creado por medio de él y para él.
17 Él ya existía antes de todas las cosas
y mantiene unida toda la creación.
6 Pues el Señor declara:
«He puesto a mi rey elegido en el trono
de Jerusalén, en mi monte santo».
7 El rey proclama el decreto del SEÑOR:
«El SEÑOR me dijo: “Tú eres mi hijo.
Hoy he llegado a ser tu Padre.
8 Sólo pídelo, y te daré como herencia las naciones,
toda la tierra como posesión tuya.
Como Hijos adoptados de Dios tambien somos herederos
6 y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre». 7 Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.
14 Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
15 Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre». 16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. 17 Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.
UNIVERSO; se puede traducir como Siglos
Esta palabra ha sido interpretada como “la suma de los ‘períodos de tiempo’, incluyendo todo lo que ha sido manifestado en ellos y por ellos”. Se refiere no al mundo como totalidad, sino a todo el orden creado que ha continuado desarrollándose en el transcurso del tiempo.
25 Hace mucho tiempo echaste los cimientos de la tierra
y con tus manos formaste los cielos.
26 Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre;
se desgastarán como ropa vieja.
Tú los cambiarás
y los desecharás como si fueran ropa.
27 Pero tú siempre eres el mismo;
tú vivirás para siempre.
28 Los hijos de tu pueblo
vivirán seguros;
los hijos de sus hijos
prosperarán en tu presencia».